(Actuall) Sergio Gómez Salvador es abogado y vocal de la Confederación Católica de Padres de Alumnos y Padres de Familia (CONCAPA) en Navarra. Como conocedor de las necesidades de la Educación y el papel del Estado, los padres y los centros, habla con Actuall sobre todo lo que engloba el ámbito escolar.
¿Cuáles son los problemas más urgentes a solucionar en España?
En primer lugar, la estabilidad normativa. No puede ser que cada año se cambie la Ley Orgánica de Educación (LOE).
En segundo lugar, respetar la libertad de las familias, libertad educativa en todos los ámbitos, algo que con la legislación habitual no se lleva a cabo.
¿Está suficientemente garantizada en España la libertad de educación?
En España, tradicionalmente la izquierda ha tenido siempre mucha más libertad de expresión y se le han consentido muchas más cosas que a la gente de centro o de derecha que «no se les pasa una».
Aquí unos tienen más libertad de expresión que otros. Debemos ser capaces de verlo ya que unos pueden decir lo que quieran y otros no podemos ni siquiera decir que queremos educar en libertad a nuestros hijos.
Si la concertada ahorra a la hucha común 4.000 euros al año por alumno, ¿por qué es objeto de tantas campañas en contra?
En Navarra las cifras son entre 7.000 y 8.000 euros para la enseñanza pública por alumno. Sin embargo, la concertada está entre 3.000-4.000 euros. El problema está en cómo lo están vendiendo los gobiernos de izquierda que, confirman que ese dinero de la educación concertada se le está quitando a la enseñanza pública cuando eso es taxativamente falso.
Se debe llevar a cabo una campaña en la que yo pueda llevar a mis hijos al colegio que quiera porque eso supone respetar la libertad de los padres y un ahorro económico muy importante para las instituciones públicas.
Alterar la voluntad de los padres
«Hay niñas con pene y niños con vulva», aseguraba este tiempo atrás una campaña publicitaria de Chrysalis en Navarra y en el País Vasco. ¿Cómo valora el intento de imponer estas opiniones no corroboradas por la ciencia?
Lo que está sucediendo en Navarra va más allá de que alguien desde Estados Unidos haya financiado cuatro pósters en las marquesinas de los autobuses. Se trata de una provocación en toda regla que busca la reacción a la contra.
El problema que hay ahora mismo en Navarra es que se quiere subvertir la voluntad de educación de los padres.
Otro ámbito, es que aún en contra de los informes médicos se van a poder aplicar determinados protocolos que fomentan la transexualidad y eso es, gravísimo porque se están vulnerando los derechos de los menores.
¿Qué opinión le merece que se haya impedido una campaña de respuesta con el lema «si naces hombre eres hombre»?
Esa campaña viene a indicar cual es el talante democrático de quién dirige la mancomunidad y eso dice mucho del poco talante democrático, que tampoco nos sorprende, de Bildu.
¿Qué nuevas leyes y normas autonómicas están afectando al derecho de los padres a educar a sus hijos en Navarra?
Ahora mismo, se está intentando aplicar un protocolo sobre la transexualidad en los colegios que depende de un real decreto de salud sexual y reproductiva. En el Parlamento de Navarra se está tramitando una proposición de ley foral que va a dar rango de ley a esas cuestiones.
El protocolo no es obligatorio y vulnera varios principios constitucionales pero cuando tenga rango de ley la cosa va a ser bastante diferente.
¿Qué pueden hacer los padres y la sociedad en general ante estas leyes?
Los padres con esas leyes deben ser insumisos, decir que no se van a aplicar. Los colegios deben decir si van a ceder ante esa presión porque a los padres es un tema que nos interesa.
¿Cómo afectan estas leyes a los centros educativos?
Pues de ellos va a depender. Yo quiero saber qué va a hacer el centro al que llevo a mis hijos y lo quiero saber cuanto antes porque si van a cumplir ese protocolo me preocuparé de que mis hijos no vayan a ese colegio, sea un centro público o privado.
Por último, en toda España se están promoviendo leyes de carácter adoctrinador en ideología de género. ¿Cómo cree que deben reaccionar los centros con ideario propio y, sobre todo, los padres de sus alumnos?
Con valentía. El problema que tienen los colegios sobre todo los concertados es un problema de economía, están atados económicamente y no se dan cuenta de que la libertad sólo tiene un camino y no es el de la sumisión económica. Esto a muchos centros les va a pasar factura.