(Aica/InfoCatólica) «Desde la gracia que es nuestra fortaleza, estamos invitados a superar el miedo que nos suscita la incertidumbre y la consciencia de nuestras limitaciones humanas, recordando además que el temor se disuelve ante la presencia de Cristo resucitado», expresó el cardenal Marc Ouellet en su Mensaje para el Día de Hispanoamérica 2017, celebrado el pasado 5 de marzo.
Esta Jornada, que se celebra en España desde 1959, pone el foco especialmente en el servicio que desarrollan los sacerdotes diocesanos españoles que son enviados a ejercer su ministerio sacerdotal en la Iglesia de Iberoamérica.
«Invito a los sacerdotes que sientan la llamada a la misión «ad gentes» a no tener miedo de lanzarse la Misión: un mundo necesitado de Dios los espera, ¡América Latina los espera!», escribió el cardenal Ouellet al mismo tiempo reconoció el valor de todos los misioneros españoles que, en la historia, encendieron la fe en América Latina, y reivindicó la Misión de la Iglesia en la actualidad, desde una visión creativa y adaptada a nuestros tiempos. «Nuestro mundo, hoy especialmente, necesita de discípulos misioneros que se atrevan a salir para llegar a todas las periferias existenciales que esperan la luz del Evangelio», afirmó en su mensaje el presidente de la PCAL.
El mensaje del purpurado estuvo en la línea del lema que acompañó la celebración de este año: «Vayan, sin miedo, para servir», tomado de las palabras del papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud 2013 de Río de Janeiro.
«Nuestro mundo necesita, -añade más adelante el cardenal Ouellet- de discípulos misioneros que se atrevan a salir para llegar a todas aquellas periferias existenciales que esperan la luz del Evangelio. De discípulos de Cristo que sepan «adelantarse, tomar la iniciativa sin miedo, salir al encuentro, buscar a los lejanos y llegar a los cruces de los caminos para invitar a los excluidos». Y esta Iglesia en salida es una que sabe acoger, que no levanta la voz para ahuyentar al pecador, sino para invitarlo, y no tiene miedo de mostrar el rostro tierno del Padre, y de abrir sus brazos a todo aquel que esté herido y necesitado de su amor y de su misericordia».
Refiriéndose al reto actual de la Iglesia, el purpurado afirma que la Iglesia vive hoy en un mundo marcado por graves carencias humanas y problemas de gran magnitud que la interpelan y «los discípulos de Cristo son enviados hoy a un mundo lacerado por el sufrimiento y por la indiferencia ante Dios, y cada vez más también por una activa y explícita hostilidad hacia el Mensaje de Cristo y hacia el estilo de vida cristiana. Y ante ello existe el riesgo de dejarse paralizar por el temor».
Y ante la tentación del miedo y también del egoísmo que amenaza hoy a los discípulos de Jesús, «se debe responder con un servicio alegre y generoso, que no teme al desprendimiento personal sino que encuentra en la donación de la propia existencia la vida plena», señaló el purpurado canadiense.
Porque «no hay servicio humano más hermoso y que dé mayor fruto que el anuncio gozoso de Cristo resucitado. ¿No es acaso ésta la condición que define al cristiano, la de ser servidor del Evangelio?» Y es en este servicio misionero – asegura el presidente de la PCAL – que está la clave de la mayor renovación que la Iglesia requiere en vista de su misión evangelizadora.
El Día de Hispanoamérica es la ocasión en la que la Iglesia en España, realiza una colecta destinada a ayudar a los sacerdotes españoles que misionan en América Latina. Actualmente hay 267 misioneros españoles en 20 países de Hispanoamérica. Perú es el país que más tiene, con 78 sacerdotes españoles.