(El Comercio) Los autores aprovecharon la noche para dejar su huella en dos de las iglesias más antiguas de Avilés y destrozar así el patrimonio histórico de la ciudad.
Las pintadas, que también fueron hechas en el edificio del Café Colón de la calle La Muralla, están realizadas en tonos morados y rosas, que son los utilizados de manera habitual por el movimiento feminista, aunque el párroco de San Nicolás descarta que haya sido alguna de las entidades o asociaciones que trabajan en esa línea las que hayan cometido los actos vandálicos. «Flaco favor le estarían haciendo a la causa. Las ideas se expresan de otra manera», apuntaba ayer Alfonso López.
El símbolo feminista se repite en los tres edificios y va acompañado de frases anticlericales como «no a la religión obligatoria» o «la iglesia que más ilumina es la que arde». Para el párroco estas frases, «no son lo importante porque son pura demagogia, ni siquiera son originales, lo peor es el daño que se ha hecho al patrimonio histórico avilesino».
Las iglesias de San Nicolás y San Antonio están catalogadas como bien de interés cultural por el Principado. «Nuestro muro está totalmente dañado por una pintada que ni siquiera podemos borrar», lamentaba ayer Alfonso López. Y es que ahora tienen que ser los técnicos de Patrimonio quien acudan a las iglesias para valorar los daños y establecer exactamente cómo y cuándo han de limpiarse las pintadas.
Otros de los mensajes plasmados en estos templos ya han podido ser limpiados al estar realizados en las puertas. «Te sientes desprotegido e indignado por la impunidad con la que hacen la gracia», recalca el párroco, que también hacía hincapié en la mala imagen que dan este tipo de actos para la ciudad, «ahora estaremos dos meses con las pintadas y es lo que verán los turistas, la de una ciudad sin ley. Atacar la cultura así es de talibanes».
Las pintadas de San Nicolás se repitieron en San Antonio, con los mismos lemas y símbolos, que tampoco podrán ser borrados sin permiso de Patrimonio. Mientras que en el edificio del Café Colón se limitaron a plasmar el símbolo feminista en todas las fachadas.