(Actuall) Los cristianos en Inglaterra se encuentran bajo un ataque constante. Sus detractores son los musulmanes radicales, quienes con sus denuncias han logrado que varias iglesias locales no puedan hacer sonar las campanas el domingo y que no puedan entonar cánticos de alabanza a Dios al considerarlos una falta de respeto a otras comunidades.
El Centro Jurídico Cristiano, una organización inglesa para la defensa de los cristianos en la vida pública, ha denunciado los problemas que están teniendo varias iglesias británicas por las denuncias de vecinos musulmanes para que no emitan ningún tipo de sonido en los cultos de los domingos.
El caso más reciente ha sido en la iglesia ‘All Nation Centre‘ situada en el barrio de Kensington (Londres) cuando varios vecinos musulmanes se quejaron del ruido que provenía de la iglesia por lo que demandaban que «se silenciara de manera inmediata porque no respetaban el resto de costumbres de los vecinos no cristianos».
La iglesia ha estado en activo 45 años, pero la orden de reducción de ruido se emitió sin previo aviso y sin posibilidad de réplica. A pesar de que la orden ya ha entrado en vigor, ‘All Nation Centre» ha contado con la ayuda del abogado del Centro Jurídico Cristiano, Onn Sein Kon quien alarmado por los crecientes ataques a las iglesias, ha decidido llevar ante el juez este caso.
«Lo que realmente está pasando es la acción de los radicales para tratar de restringir la libertad de expresión y la libertad cristiana en este país. Haremos todo lo que podamos en el Centro Jurídico Cristiano para defender a los cristianos ante tal discriminación», afirma el abogado para el medio Beliefnet.
Sein Kon asegura que el número de iglesias denunciadas que acuden a la organización va en aumento y confirma que las denuncias proceden la mayoría de vecinos musulmanes quequieren cerrar las iglesias cristianas con el pretexto de que «hacen ruido».
«Defenderemos a las iglesias para que los radicales vean que sus denuncias no tendrán éxito. Estas comunidades cristianas dan un gran servicio a la población y que las silencien de esta manera es una gran discriminación», afirma el abogado.
Otro caso llamativo es el de la iglesia londinense ‘Immanuel House of Worship‘ que fue denunciada ante el gobierno local, por un solo vecino musulmán y logró que se emitiera una orden de reducción de ruido. La iglesia no podrá cantar ni tocar las campanas y tendrán que tener cuidado de no alzar la voz cuando vayan a entrar y salir en grupo del templo.
Todo esto ocurre en Inglaterra, un país cristiano desde antes de la Edad Media. Cristiano en sus piedras, iglesias e incluso instituciones, pero cada vez menos en sus personas. El 12,4% de los habitantes de Londres es musulmán. Y la población islámica creció desde 1,5 millones en 2001 a 2,7 en 2011. Actualmente el porcentaje de musulmanes en Inglaterra y Gales es del 5%.
El problema no sólo tanto el crecimiento de mahometanos, procedentes de la inmigración de países como Pakistán, sino sobre todo que no se integran en la sociedad británica. Y que apuestan por el radicalismo. Hay barrios enteros en ciudades de Inglaterra donde la policía no se atreve a entrar, porque lo que impera no son las leyes del país, sino la sharia o ley islámica.
Paralelamente se ha producido en las últimas décadas una alarmante descristianización del país. El número de cristianos baja, el de musulmanes aumenta. Y los más radicales de éstos últimos no se limitan a convivir sino que tratan de imponer sus costumbres silenciando a la religión cristiana.
Las iglesias silenciadas de EE.UU
Pero el Reino Unido no es un caso único. Los musulmanes también presionan a templos cristianos en EEUU. La «batalla del ruido» ha llegado también a las iglesias norteamericanas.
En Phoenix, en el estado de Arizona, la iglesia ‘Christ the King’ ha emprendido acciones legales después de que su reverendo Rick Painter, ha sido declarado culpable y condenado a tres años de libertad condicional y 10 días de prisión por hacer sonar campanas con un programa electrónico.
La denuncia la presentó también un vecino musulmán, y Painter fue condenado. Paradójicamente se aprobaban el circuito diario de los camiones de helado por la ciudad, que llevan música incorporada, y sin embargo nadie protesta.
La organización cristiana Alianza de la Defensa para la Libertad ha denunciado la discriminación que están sufriendo las iglesias en Europa y Estados Unidos para que se «mantengan calladas».
«Las iglesias no pueden ser castigadas por hacer sonar sus campanas- afirma el abogado de la organización, Erik Stanley- la ley está siendo muy abusiva para silenciar a las iglesias, que las campanas suenes o que se cante ha sido una tradición a lo largo de la historia y está claro que no superan el nivel de ruido permitido, si se compara con los locales nocturnos o incluso el camión de los helados que pasa todos los días».