(Zenit) «Digo que las condiciones de Benedicto XVI no despiertan ninguna preocupación particular. Naturalmente se sienten los efectos de la vejez en una gradual y creciente fragilidad física, como sucede en toda persona anciana a medida que pasan los años», dijo el portavoz. Y añadió: «Su mente está perfectamente lúcida como hemos visto todos en su reciente y extraordinaria entrevista».
Mons. Georg señala a la revista BenEssere que Benedicto XVI «está sereno, en paz con Dios, con él mismo y con el mundo, se interesa por todo y conserva su sentido del humor sutil y fino».
La frase enfatizada por diversos medios es cuando Mons. Georg asegura: «Es un hombre de avanzada edad, aunque muy lúcido, que en abril cumplirá 89 años, es como una vela que se extingue, lenta y serenamente».
El papa emérito vive en el monasterio Mater Ecclesiae ubicado dentro del Vaticano, y como indicó despedirse cuando dejó su encargo, quiere pasar los últimos días de su peregrinación en la tierra dedicado a la oración y al estudio.
Otra información que favoreció el rumor sobre una mala salud del papa emérito, fue que se concluyó la construcción de una nueva capilla en la parte inferior de la basílica de San Pedro, en las llamadas Grutas Vaticanas, donde cada una de ellas tiene la tumba con los restos mortales de un pontífice.
La tumba recién concluida no lleva nombre alguno, pero debería ser para el próximo papa que fallezca. «Vi la nueva capilla casi por caso» le indicó a Zenit el periodista Antoine Marie Izoard, de la agencia I-Media, que dio primero la noticia.
La nueva está al lado de la capilla de Juan Pablo I, cerca también de la capilla de San Juan Pablo II que hoy está libre, ya que los restos mortales del papa santo polaco fueron llevados a la parte superior de la basílica. Además las reliquias de Pablo VI, por ser ya beato, podrían se trasladadas a la basílica, quedando así libre otra la capilla más.