(Aica/InfoCatólica) En una decisión que sólo él conocía, el Pontífice anunció su renuncia durante el Consistorio público para las canonizaciones de los 800 mártires de Otranto, la Madre Laura, la primera santa colombiana, y la Madre Lupita de México.
En un discurso en latín Benedicto XVI explicó:
«Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino. Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro».
El entonces Santo Padre precisó ese día que desde el 28 de febrero de 2013 este año, a partir de las 20h (hora local), la sede de Pedro quedaba vacante.