(Aica) El cardenal Müller se encuentra en Chile para participar en dos conferencias magistrales relacionadas con los desafíos de la familia y el rol de las universidades católicas, invitado por la Pontificia Universidad Católica.
Invitado por los obispos chilenos presidió la eucaristía inaugural de la Asamblea episcopal y concelebraron el nuncio apostólico, monseñor Ivo Scapolo, el arzobispo de Santiago y presidente de la Conferencia Episcopal, cardenal Ricardo Ezzati, y el obispo de Melipilla y secretario general del Episcopado, monseñor Cristián Contreras Villarroel.
El purpurado comenzó su homilía relatando la historia de los inicios del cristianismo, haciendo hincapié en la Iglesia perseguida y señaló que la Iglesia es sorprendente, sobre todo por la manera en que Dios confió su mensaje al mundo. «Jesús nunca escribió un libro ni dejó nada físico relacionado con su persona. En cambio, entregó sus enseñanzas a sus discípulos, específicamente a doce hombres comunes y corrientes, y les dijo que evangelizaran a todo el mundo» y agregó que aunque para nosotros pueda resultar extraño, «sean cuales sean sus razones, el Señor no sigue el plan de ‘marketing’ del mundo con todos sus métodos ruidosos y molestos. No escribió un libro, sino que fundó una comunidad, la Iglesia, que es su cuerpo. Requiere mucha confianza para entender cómo un método tan poco probable podría tener éxito».
Una purificación dolorosa e inquietante
El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe expresó palabras de esperanza para aquellos que se preguntan por las causas de la disminución en el número de fieles.
«Hoy, una purificación dolorosa está en curso, pero, al igual que el día en que Jesús derribó las mesas, la purificación es dolorosa e inquietante. Que haga su trabajo. Mantengámonos fieles y no nos desanimemos. Algunos se fueron, pero nosotros permanezcamos fieles, en diálogo con Jesús en su Iglesia».
Para finalizar, el cardenal destacó que «el trabajo de la Iglesia no es reflejar las opiniones de sus miembros. La tarea de la Iglesia es reflejar los puntos de vista de su Cabeza y fundador: Jesucristo».
Al término de la misa, el presidente de la Conferencia Episcopal chilena, cardenal Ricardo Ezzati, agradeció la visita de la autoridad vaticana y el iluminador encuentro que sostuvo con los pastores durante la mañana. En nombre de los obispos, el arzobispo de Santiago obsequió al cardenal Müller una artesanía que representa la tradición religiosa chilena de Cuasimodo.
- Discurso completo del cardenal Müller a los obispos de Chile en la inauguración de su 110ª Asamblea Plenaria