(RV) En el camino de Radio María, afirmó el Pontífice, la providencia divina siempre los ha asistido:
«En el llevar adelante su misión se han confiado de la Providencia, que nunca les ha hecho faltar los medios para las necesidades cotidianas: para la modernización de las tecnologías, para disponer de instrumentos al paso con los tiempos, y para el desarrollo de la Radio, primero en Italia y luego en tantos países del mundo, con una sutileza y una rapidez sorprendente. Al respecto, el desafío es mantener el estilo de sobriedad, no obstante la búsqueda de los instrumentos adecuados».
Asimismo, el Obispo de Roma resaltó el trabajo que esta cadena de emisoras está desarrollando en diversas partes del mundo, en diversas culturas, lenguas y tradiciones, constituyéndose de este modo, en buena noticia para todos, incluso para aquellos que por primera vez entran en contacto con el mensaje evangélico. En este sentido, el Sucesor de Pedro los animó a perseverar en su misión promoviendo el amor a la Iglesia y la devoción a la Madre de Dios:
«Por eso, los invito a perseverar en su compromiso, que se ha convertido en una verdadera misión, con fidelidad al Evangelio y al Magisterio de la Iglesia y en escucha de la sociedad y de las personas, especialmente de los más pobres y marginados, de tal modo ser para todos sus oyentes un punto de referencia y un apoyo. De hecho, difundiendo el Evangelio y la devoción a la Medre de Jesús, promoviendo el amor a la Iglesia y a la oración, se ofrece un «canal» valido para escuchar bellas reflexiones, para aprender a rezar, para profundizar los contenidos de la fe que edifican y amplían los horizontes».
«La Radio, de este modo», afirmó el Papa, «se convierte en un medio que no comunica solo un conjunto de noticias, de ideas, de música sin un hilo conductor, y que podría solo buscar distraer y tal vez divertir, pero se hace un medio de primer orden para vehicular la esperanza, aquella verdadera que deriva de la salvación traída por Cristo el Señor, y para ofrecer buena compañía a muchas personas que tienen necesidad».
Por ello, dijo el Santo Padre es importante reflexionar sobre aquello que podría ser llamado «el carisma de Radio María», es decir, el servicio que ofrecen a la Iglesia y a la sociedad civil, privilegiando en sus programas radiofónicos un amplio espacio a la oración y abriendo las puertas al Señor. «Es necesario por eso amar con el corazón de María para vivir y sentir en sintonía con la Iglesia. Por esto los animo a cultivar siempre el «jardín interior» de la oración, de la escucha de la palabra de Dios, y servirse de buenas lecturas profundizando su fe; en otras palabras, haciendo ustedes mismos lo que proponen a los demás con sus programas. Además, tengan siempre presente que ustedes donan algo grande y único: la esperanza cristiana, que es más que una simple consolación espiritual, porque se funda sobre la potencia de la Resurrección, testimoniada con la fe y las obras de caridad».
Antes de concluir su discurso, el Papa Francisco encomendó a la materna protección de María la Radio, las personas y las familias de aquellos que trabajan ahí, y todos los oyentes y radioescuchas. Finalmente los bendijo y les pidió que por favor, no se olviden de rezar por él.