(AIN/InfoCatólica) La Iglesia Católica en China tiene grandes necesidades para la formación de nuevas vocaciones y la construcción de templos ante el crecimiento del número de fieles en los últimos años. Los católicos chinos han pasado de ser 3 millones en 1980 a 12 en la actualidad.
Los católicos de China siguen bajo la presión del gobierno del Partido Comunista Chino, que a través de la Asociación Patriótica Católica China pretende crear una Iglesia autónoma e independiente, inconciliable con la doctrina católica. Sin embargo, a pesar de esta división, los cristianos del gigante asiático anhelan la unidad y la comunión con la Santa Sede.
La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada quiere ayudarles en su labor pastoral con un total de 700.000 euros, para cubrir así parte de estas necesidades. AIN no les deja solos y desde 1962 ofrece apoyo material. La campaña que pone en marcha ahora lleva por lema: «Para que todos sean Uno» (Jn 17,21),
Mons. Thaddeus Ma Daqin, actual obispo de Shangai, se encuentra en arrestro domiciliario desde el mismo día de su ordenación episcopal, el 7 julio de 2012. Durante la celebración desafió la política religiosa al renunciar a todos sus cargos en la Asociación Patriótica Católica China y al negarse a compartir el cáliz de la comunión con un obispo excomulgado por la Santa Sede.
El caso de Mons. Ma Daqin es un ejemplo de tantas personas que no quieren someterse a la autoridad del partido, y son arrestadas y obligadas a participar en sesiones de reeducación. También se han producido destrucciones de templos y cruces en iglesias, prohibiciones de actividades religiosas, multas y consagraciones episcopales ilícitas -sin el consentimiento del Vaticano-. Asunto que mina las relaciones Roma-Pekín desde hace más de 60 años.
Para el Santo Padre Francisco, igual que para sus predecesores, China es una cuestión prioritaria. En Roma, dos días después de su elección, afirmaba: «Nunca olvido rezar por los católicos de China, que han ofrecido tantos testimonios a la Iglesia Universal», interés que ha mostrado en varias ocasiones. Hay ciertos «signos prometedores» -como recientes ordenaciones de obispos aprobados tanto por China como por el Vaticano- que pueden infundir esperanzas de cambio.
Formación de vocaciones y construcción
El 48% de las ayudas (318.620 €) se destinan a formación, una tarea prioritaria. Hay demasiados pocos sacerdotes, y son muy jóvenes o muy ancianos. En China hay actualmente unas 5.000 religiosas, que necesitan de un sustento para poder hacer frente a su labor.
El 21% de los proyectos aprobados por AIN para ayudar a los católicos de China (137.500 €), son para apoyar la construcción y reconstrucción de iglesias, centros de catequesis, seminarios y conventos.
Por último, se destinan un 3% (22.150 €) de la ayuda a proporcionar medios de locomoción para la evangelización. También se aportaron partidas de ayuda a la evangelización en medios de comunicación (12%).
Toda la información sobre la campaña y los proyectos en ayudaalaiglesianecesitada.org