(Asia News) La advertencia se produce tan sólo horas después de la última devastación realizada por los jihadistas sunitas, que destruyeron el monasterio de Mar Elian al-Sheikh en Siria. Anteriormente multitud de sitios arqueológicos están siendo objeto de destrucción total o parcial. Palmira, con la decapitación del arquero histórico Khaled al-Asaad, ruinas romanas y las áreas que se remontan a la época asirio-babilónica, en un intento de borrar las culturas, religiones y herencias milenarias.
Hasta ahora, los gobiernos y los organismos internacionales han tratado sólo de limitar el tráfico de los restos arqueológicos y de la antigüedad caído en manos del Estado islámico. Sólo la venta de bienes manufacturados, junto con el comercio del petróleo, son una importante fuente de ingresos del «Califato».
«No hemos visto nada como esto desde la Segunda Guerra Mundial», dijo Irina Bokova, estamos en la presencia «del ataque más grave, la destrucción más brutal y sistemática de patrimonio de la humanidad». Si nos fijamos en las fotos e imágenes actuales de los sitios tomadas por satélites, añade el experto, ya no se puede reconocer ningún lugar, sino sólo «cientos de agujeros». Detener el tráfico de piezas arqueológicas, advierte la responsable de la UNESCO, debe ser una «prioridad» para todos.