(Citizengo/InfoCatólica) Así lo confirmó el mismo Castro el pasado martes:
«He recibido una solicitud del Ejecutivo, en cuanto a poder pronunciarnos acerca de la idea de legislar»
Por su parte, el portavoz de la Moneda, Marcelo Díaz, confirmó este lunes la intromisión por parte del Ejecutivo:
«El curso legislativo lo va fijando la comisión y el Gobierno. Nos parece que es un proyecto que tiene que seguir su marcha, en donde se tienen que manifestar los parlamentarios»
De esta manera se acaba el período de consultas que el gobierno y la misma cámara se habían autoconcedido. ’Casualmente’ faltaban por pasar por la comisión las asociaciones y los expertos provida. ¡Un atropello! «Votar y luego seguir escuchando es ilógico», señala Patricia Gonnelle, del Proyecto Esperanza.
Por su parte, las organizaciones feministas se han felicitado por el ‘acelerón’ del gobierno. «Ya era hora de dar un paso; el debate se estaba dilatando», señala María Antonieta Saa, presidente de la Fundación Miles, la principal organización impulsora de la legalización del aborto en Chile.
La decisión de acelerar la tramitación ha generado una enorme tensión en la Comisión de Salud. Los grupos opositores acusan a Castro de actuar al dictado del gobierno quebrando la legítima independencia del legislativo. Además, le acusan de romper un acuerdo pactado entre los grupos. Castro se defendió con mentiras:
«Aquí se trata simplemente de dar un primer paso, pero sobre la base de que la Cámara de Diputados tiene la voluntad de legislar y no de quedar en una posición impávida sin tener opinión sobre el grueso del proyecto de ley».
Falso. Lo acordado era escuchar antes de decidir. Y ese acuerdo ha sido violado. ¿Y qué pasará con los que quedan por declarar ante la comisión? Lo harán. Eso sí, después de que ya se haya votado su tramitación o no. O sea, en ‘barbecho’. Así lo explicaba Castro:
«En ningún caso se va a menoscabar a nadie en la comisión como algunos han proferido y que se reprogramará la asistencia de organismos que querían exponer sus posturas y no han podido hacerlo aún».
Por si había dudas de la intromisión del Ejecutivo, este martes acudirán al Congreso el nuevo ministro de Segpres, la ministra de Salud, la ministra del Sernam y la ministra de Justicia. «Todo un ‘desembarco’. Montesquieu no sólo ha muerto sino que su cadáver ha sido profanado», concluye Luis Losada, director de campañas de CitizenGO.
El diputado de la UDI, Javier Macaya, acusa al presidente de la Comisión y al gobierno de «falta de diálogo y poca flexibilidad» por no esperar a escuchar «a quien tiene algo que decir».
Por su parte, el diputado de Renovación Nacional, Jorge Rathgeb, ya ha anunciado que votará en contra por «fomentar la impunidad del violador». Sin embargo, el democristiano Mario Venegas, ha adelantado que votará a favor de las dos primeras causales: inviabilidad del feto y riesgo para la vida de la madre.
La plataforma ciudadana CitizenGO ha lanzado una campaña para que los ciudadanos chilenos escriban al presidente de la Comisión de Salud y a los diputados integrantes mostrando su queja por el atropello y pidiéndoles que defiendan la vida. Si quiere participar en la campaña, puede hacerlo aquí: http://www.citizengo.org/es/26252-no-al-aborto-chile