(InfoCatólica) La ley estatal, aprobada en 2013 y que tenía que entrar en vigor este miércoles tras un largo litigio legal, exige para todas las clínicas de aborto los mismos estándares que los de un hospital, unos requisitos que no cumplen la mayoría de estos centros.
Una parte de la restrictiva norma ya entró en vigor en 2013, obligando al cierre a más de la mitad de las 41 clínicas de aborto que existían en ese momento en el segundo estado más poblado de la nación norteamericana, con cerca de 27 millones de habitantes.
El cierre de nuevas clínicas dejaría desprovisto de este servicio mortal a extensos territorios del sur y del oeste del estado, lo cual es inaceptable para los defensores del holocausto abortista.
«Esto supondría una reducción de más del 75 % de las clínicas de Texas en tan solo dos años, creando una grave escasez de centros seguros y legales en un estado que tiene a más de cinco millones de mujeres en edad reproductiva», alegaron los abogados contrarios a la norma.
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, dijo por su parte que el estado seguirá abogando por «estándares médicos de alta calidad» y se mostró confiado en que el Supremo finalmente fallará a favor de la ley.
El estado tejano, y su intento de legislar a favor de los no nacidos, es uno de los referentes para el movimiento provida tanto en EE.UU como en el resto del mundo