(Fides) En la Misa participaron refugiados que viven en Kenia provenientes de Uganda, Ruanda, Burundi, República Democrática del Congo, Somalia, Etiopía, Eritrea, Sudan y Sudan del Sur.
Mons. Pante ha exhortado a los refugiados a no perder la esperanza a pesar de las dificultades que deben afrontar cada día, y ha recordado: «Dios controla la situación. Estad firmes en la fe y creed en Él. Recordad que incluso Jesucristo buscó refugio en África».
El obispo además ha lanzado un llamamiento a los keniatas para que eviten el tribalismo y el racismo, y en lugar de ello ayuden a los refugiados a acceder a la escuela y al trabajo.
Mons. Pante por último ha pedido al gobierno de Kenia que permita la repatriación voluntaria de los somalíes que deseen regresar a su patria, pero que no expulse por la fuerza a los somalíes que no desean marcharse. Kenya ha decidido cerrar el campamento de Dadaab, que acoge a 350.000 refugiados somalíes, tras los recientes atentados terroristas atribuidos a los Shabaab de Somalia.
Según el Alto Comisionado ONU para los Refugiados (ACNUR) Kenya acoge 600.000 refugiados. De los 50 millones de refugiados en todo el mundo, Kenya es el cuarto País de acogida como número total de refugiados, después de Pakistán, Irán y Alemania.