(InfoCatólica) Mons. Reig articula su Carta en siete apartados: 1) Algunas cuestiones relevantes; 2) Algunas medidas preventivas necesarias; 3) Sobre los abusos contra jóvenes y adultos vulnerables; 4) Las redes de corrupción; 5) candidatos al sacerdocio; 6) Algunas líneas de acción; y 7) Conclusión: esperanza e invitación a la oración.
El Obispo de Alcalá de Henares subraya en su carta la tolerancia cero respecto a los abusos, con todo lo que esto implica; al mismo tiempo insiste en la necesidad de acoger y ayudar, en todos los aspectos, a las víctimas y a sus familias, y recuerda también la vital importancia de implementar medidas preventivas.
Mons. Reig advierte explícitamente en su Carta que en ella se refiere exclusivamente a algunas cosas que acontecen, en algunas ocasiones, en la Iglesia, por lo que sería una manipulación de sus palabras generalizar sus afirmaciones.
Por otra parte, el Obispo de Alcalá de Henares anuncia, entre otras cosas, la creación, por parte de la página web del Obispado, de un portal específico sobre los abusos sexuales a los menores y adultos vulnerables (www.obispadoalcala.org/abusos.html). También informa de la creación de un Servicio de Asistencia Pastoral a las posibles víctimas de abusos sexuales, sus familias y comunidades, vinculado al Centro de Orientación Familiar (COF) Regina Familiae (www.cofalcala.com) de la Diócesis Complutense.
Mons. Reig también hace público que el Obispado de Alcalá de Henares organizará sendas jornadas para sacerdotes y para laicos y seminaristas que impartirá un especialista en la materia; en su momento se anunciará fecha, hora, lugar y ponente de dichas jornadas.
El obispo Reig también subraya el don que significa la multitud de sacerdotes, diáconos y religiosos beneméritos que, con la asistencia del Espíritu Santo, permanecen fieles a su vocación al servicio de Dios, de la Iglesia y del prójimo; y explica que sería injusto propiciar un clima generalizado de sospecha.
Por último, el Obispo de Alcalá de Henares, en su Carta ruega a Dios, por intercesión de la Sagrada Familia y de los santos mártires Pelayo y María Goretti, pidiendo para todos el don de un corazón puro, misericordioso y justo, es decir, anclado en el Amor y la Verdad.