Tras la que envió el Papa a los obispos en febrero

Mons. Reig Pla publica una Carta Pastoral sobre los abusos sexuales a menores y adultos vulnerables

Mons. Juan Antonio Reig Pla, Obispo de Alcalá de Henares, ha hecho pública una Carta Pastoral bajo el título: «En defensa de la vida: sobre los abusos sexuales a menores y adultos vulnerables». Este documento viene a acoger otra Carta, en este caso del Papa Francisco, que el Romano Pontífice dirigió el pasado mes de febrero a los presidentes de las conferencias episcopales y a los superiores de los institutos de vida consagrada y sociedades de vida apostólica acerca de la Pontificia Comisión para la Tutela de Menores.

(InfoCatólica) Mons. Reig articula su Carta en siete apartados: 1) Algunas cuestiones relevantes; 2) Algunas medidas preventivas necesarias; 3) Sobre los abusos contra jóvenes y adultos vulnerables; 4) Las redes de corrupción; 5) candidatos al sacerdocio; 6) Algunas líneas de acción; y 7) Conclusión: esperanza e invitación a la oración.

El Obispo de Alcalá de Henares subraya en su carta la tolerancia cero respecto a los abusos, con todo lo que esto implica; al mismo tiempo insiste en la necesidad de acoger y ayudar, en todos los aspectos, a las víctimas y a sus familias, y recuerda también la vital importancia de implementar medidas preventivas.

Mons. Reig advierte explícitamente en su Carta que en ella se refiere exclusivamente a algunas cosas que acontecen, en algunas ocasiones, en la Iglesia, por lo que sería una manipulación de sus palabras generalizar sus afirmaciones.

Por otra parte, el Obispo de Alcalá de Henares anuncia, entre otras cosas, la creación, por parte de la página web del Obispado, de un portal específico sobre los abusos sexuales a los menores y adultos vulnerables (www.obispadoalcala.org/abusos.html). También informa de la creación de un Servicio de Asistencia Pastoral a las posibles víctimas de abusos sexuales, sus familias y comunidades, vinculado al Centro de Orientación Familiar (COF) Regina Familiae (www.cofalcala.com) de la Diócesis Complutense.

Mons. Reig también hace público que el Obispado de Alcalá de Henares organizará sendas jornadas para sacerdotes y para laicos y seminaristas que impartirá un especialista en la materia; en su momento se anunciará fecha, hora, lugar y ponente de dichas jornadas.

El obispo Reig también subraya  el don que significa la multitud de sacerdotes, diáconos y religiosos beneméritos que, con la asistencia del Espíritu Santo, permanecen fieles a su vocación al servicio de Dios, de la Iglesia y del prójimo; y explica que sería injusto propiciar un clima generalizado de sospecha.

Por último, el Obispo de Alcalá de Henares, en su Carta ruega a Dios, por intercesión de la Sagrada Familia y de los santos mártires Pelayo y María Goretti, pidiendo para todos el don de un corazón puro, misericordioso y justo, es decir, anclado en el Amor y la Verdad.

10 comentarios

Manuela
Asi se arreglan las cosas y no como hasta ahora, con condenas,demagogia o silencios, casi nadie quiere poner el cascabel al gato en la Iglesia ,gracias Monseñor ¡¡tu si que vales¡¡¡
11/03/15 9:47 AM
María isabel(Perú)
Padre,....este....¿no le parece raro que haya sido de varón a varón?
11/03/15 1:39 PM
Alvaro
María isabel(Perú):

¿Se refiere a que la mayor parte de los casos de abusos de menores en el seno de la Iglesia son de carácter homosexual?

Es un hecho cuya mención es "políticamente muy incorrecta", pero es algo real que puede considerarse "raro" o "normal" según se mire.

Es "raro" porque, siendo la inclinación homosexual muy minoritaria, su traducción en abusos debería ser igualmente minoritaria, no mayoritaria.

Pero puede entenderse como "normal" porque todo acto homosexual (el acto, no la mera tendencia) es siempre inmoral y pecaminoso: "los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados" (...) "Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual. No pueden recibir aprobación en ningún caso." (Catecismo, 2357)

Por ello, tales actos no pueden reencaminarse hacia una forma benigna (como pasa con los sacerdotes que, atraídos por una mujer, no logran mantener el celibato: pueden abandonar el sacerdocio y casarse). Si no se corta de raíz, el homosexualismo sacerdotal sólo puede llevar a una perversa espiral de pecado y corrupción.

Por eso, cuando se llega al abuso, debe haber detrás necesariamente una larga historia de concesiones al pecado, camino que es más fácil de recorrer por el homosexual porque la mayor capacidad de corromper la tiene precisamente el acto más perverso, el que lo es por su esencia y no solo por su circunstancia.

Un saludo.
11/03/15 3:28 PM
Guillermo P.F.
Álvaro, por esa misma lógica suya, las violaciones de adultos suelen ser aplastantemente de carácter heterosexual. Ni lo primero nos hace malos a los homosexuales ("intrínsecamente perversos", como les gusta decir), ni lo segundo le convierte a vd. automáticamente en un criminal. Vamos a ser sensatos, por favor.
12/03/15 12:03 PM
Alvaro
Guillermo P.F.

Veo que incurre vd en la sempiterna falacia de los lobbies gays, que identifican a las personas con sus actos, a los homosexuales con el homosexualismo. Así, verá que no he dicho en ningún momento que los homosexuales sean "intrínsecamente perversos" ni nada parecido.

Lo perverso no es la persona (siempre digna y respetable como tal), ni siquiera el mero hecho de su inclinación homosexual (contraria a la Ley natural y, por tanto, siempre desordenada y equiparable a cualquier tentación). Lo perverso es el acto en que ejercita o complace esa inclinación desordenada.

De ahí que en mi comentario no haya hablado de "sacerdotes homosexuales" (ya que un sacerdote con esa inclinación puede perfectamente mantener su celibato y, con ello, vivir casta y santamente su sacerdocio) sino del "homosexualismo sacerdotal",en el que incurren los sacerdotes que cometen actos homosexuales.

(SIGO)
12/03/15 3:26 PM
Alvaro
Guillermo P.F.

Ni un marido, ni una esposa, ni un sacerdote, ni una monja, ni un obispo, ni un papa, etc... son personas "intrínsecamente virtuosas". Del mismo modo, ni un violador, ni un pederasta, ni un asesino, ni un ladrón, ni un homosexual (como vd dice que afirmamos), etc... son personas "intrínsecamente perversas" .

Como seres humanos somos todos intrínsecamente capaces de Dios, y como afectados por el Pecado Original somos todos intrínsecamente concupiscentes, con inclinación a pecar.

Pero somos LIBRES, y como tales, no somos intrínsecamente perversos ni virtuosos. Es el ejercicio de la libertad, a favor o en contra de Dios y de Su Plan, es la aceptación o el rechazo de Su Gracia, lo que nos santifica o nos pervierte.

O sea que vd se equivoca:
- "las violaciones de adultos suelen ser aplastantemente de carácter heterosexual"
Matizo: de carácter heterosexual desordenado.
La perversión derivada de la acumulación de actos desordenados es lo que puede llevar al crimen.

- "Ni lo primero nos hace malos a los homosexuales ("intrínsecamente perversos", como les gusta decir), ni lo segundo le convierte a vd. automáticamente en un criminal."
Los que cometan actos desordenados no "son malos", pero sí "cometen maldad", y con su acumulación, sí pueden llegar a pervertirse al punto de convertirse en criminales.

Evidentemente, criminal es el que comete un crimen, no el tentado a ello.

- "Vamos a ser sensatos, por favor."
Eso digo yo.

Un saludo.
12/03/15 4:34 PM
Alvaro
Por último, hacía una pequeña clasificación (más que nada para dar salida a mi habitual cuadrícula mental). Que alguien me corrija si me equivoco:

Acto sexual heterosexual:
- Sexo conyugal casto: ordenado, santificante.
- Resto de prácticas sexuales: desordenadas, corruptoras (no solo fuera del matrimonio: hay cosas como la anticoncepción que son desordenadas también dentro).

Acto sexual homosexual:
- Siempre desordenado: por tanto, siempre corruptor.

Celibato:
- Homosexuales: el celibato es a lo que están llamados, es la vía santificante de que disponen.
- Solteros y sacerdotes: también santificante.
- Casados: supongo que el celibato dentro del matrimonio es desordenado y por tanto corrompe. Lo considero desordenado ya que se cierra a la fertilidad, a la que está ordenado el matrimonio.

Un saludo.
12/03/15 5:51 PM
JOSÉ IGNACIO LESACA ESEVERRI
Muy buenos los comentarios y explicaciones de Álvaro. Solo una precisión: supongo que puede haber algunos casos (no será lo normal, pero puede haberlos: los ha habido) en que a un matrimonio Dios le pida que no tenga trato sexual. En esos casos, por tanto, no sería un comportamiento desordenado y no corrompería. Un saludo.
12/03/15 9:06 PM
Alvaro
De cinco comentarios sólo se han publicado tres (primero, tercero y quinto), lo que deja la explicación totalmente coja.

Por eso en el primero pone "(SIGO)" y luego no sigue (falta el segundo). Y por eso el quinto comienza con un "Por último, hacía una pequeña clasificación...", que completaba lo dicho en el cuarto, no publicado.

Qué quieren que les diga, así no hay quien se explique.

PD: En ese segundo y cuarto comentarios venía a decir que hay muchas formas de sexo heterosexual desordenado (entre ellas la violación), y que todas ellas corrompen, alejan de Dios.

Que en el sexo heterosexual sí existe una forma ordenada, que es el sexo conyugal, normalmente casto y por tanto santificante, pero que en el sexo homosexual no existe ninguna forma en que pueda considerarse su práctica como ordenada, y por tanto que acerque a Dios.

Y que esto es así porque el sexo heterosexual puede ser desordenado por su circunstancia, pero no lo es por su naturaleza, y que en cambio el sexo homosexual es desordenado por su naturaleza, lo que impide que pueda ser ordenado cualquiera sea la circunstancia.

Finalmente, citaba el punto 2359 del Catecismo (en www.vatican.va/archive/catechism_sp/p3s2c2a6_sp.html), texto que evidentemente va dirigido a personas a quienes no se considera "intrínsecamente perversas", es decir, incapaces del bien.

Así que, por favor, no confundamos el pecado con el pecador.

Un saludo.
13/03/15 10:15 AM
Alvaro
JOSÉ IGNACIO LESACA ESEVERRI

Evidentemente, Dios puede pedir abstinencia a un matrimonio en concreto, porque en su caso concreto eso sea lo mejor. En tal caso, lo santificante será evidentemente cumplir con esa abstinencia y no contravenirla.

Aun así, tal petición será la excepción, no la norma, ya que el designio general para el matrimonio es que esté abierto a la vida.

Pero no toda norma tiene una excepción que la confirma: en el caso de ese matrimonio, la petición de abstinencia no es contraria a la Ley Natural, a la sexualidad natural humana, como no lo es en el caso de los sacerdotes, las monjas, los novios, etc... a quienes se pide eso mismo.

Un saludo.
13/03/15 10:22 AM

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