(Fides/InfoCatólica) La mayoría son varones adolescentes de edades entre los 15 y 17 años que viajan solos, pero también hay muchas madres jóvenes con niños de diferentes edades, así como niños no acompañados de tan sólo 12 años, y que han sido separados de sus padres.
Durante este año que acaba de terminar, de México y Estados Unidos han sido deportados más de 18.000 niños y adolescentes que ahora se encuentra viviendo en las mismas condiciones de pobreza y violencia que habían dejado en Centroamérica.
Muchos niños han denunciado casos de abuso y violencia sufrida por los traficantes de personas, maltratos verbales y físicos por parte del personal de las cárceles, así como la privación de alimentos también.
La Ong ha denunciado el hecho de que un gran número de niños migrantes y de sus familias no consiguen cruzar la frontera con Estados Unidos, son arrestados en México y enviados de regreso a El Salvador, Guatemala y Honduras, los países de origen más común.