(Arch. Madrid/InfoCatólica) El cardenal recuerda que el Santo Padre explicó que « Jesús le gustaba estar con la gente, compartir sus anhelos, los problemas y preocupaciones. En la Santa Misa nos encontramos con muchas personas, pero ¿las vemos en verdad como hermanos y hermanas? ¿La Eucaristía nos lleva a salir al encuentro de los pobres, de los enfermos, de los marginados, viendo en ellos el rostro de Jesús?’».
«Nos alentaba el Papa a reconocernos pecadores y a vivir de forma coherente con nuestra fe: ‘La Eucaristía no es un mero recuerdo de algunos dichos de Jesús. Es la obra y el don de Cristo presente allí, que sale a nuestro encuentro y nos alimenta con su Palabra y con su vida’».
«Desearía», dice el Cardenal, «que estas tres consideraciones –el sentido de la fraternidad y de la caridad; el reconocernos pecadores, que nos lleva al sacramento de la Penitencia; y la acción evangelizadora, que nace del encuentro con Jesucristo- fueran las tres líneas esenciales de la celebración del Corpus Christi de este año 2014».
El arzobispo de Madrid asegura que «estamos viviendo un año de gracia, que ha contemplado la canonización de dos Pontífices: san Juan XXIII y san Juan Pablo II y aguarda la pronta beatificación de Pablo VI. A ellos me encomiendo para que intercedan especialmente por el pueblo de Madrid, y para que la celebración del Corpus Christi –fiesta del amor fraterno- nos lleve a vivir más intensamente la caridad; a compartir por amor de Dios todo lo nuestro con los necesitados; nos ayude a convertirnos de nuevo gracias al sacramento de la Reconciliación; y a ser testigos de Cristo en el seno de nuestra sociedad. Hoy más que nunca el mundo necesita de nuestra fe, vivida con alegría y con esperanza; de nuestra palabra, que les acerque a la salvación que nos trae Jesucristo; y de nuestra actuación enraizada en el Evangelio, en la vida familiar, profesional y social».
Y añade:
«La celebración de la Eucaristía, fiesta del Amor de Dios, debe llevarnos a realizar obras de fe, a actuar en todo momento con la coherencia propia de un cristiano. Esas obras de fe darán a los que nos rodean las razones de nuestra esperanza en un momento histórico en el que, por muy diversas causas –sociales, culturales y económicas- tantos de nuestros conciudadanos viven en la incertidumbre, la falta de futuro y el desasosiego».
«Encontraremos en la Eucaristía, asegura, la fuerza y la razón de nuestra esperanza, porque en ella se nos da la Esperanza misma: Jesucristo nuestro Señor realmente presente en las Especies Eucarísticas».
El cardenal invita a todos los diocesanos a participar el domingo en la Santa Misa que se celebrará en la Plaza de la Catedral, y a acompañar al Señor «en su recorrido por las calles de nuestra ciudad»; «para unos será la ocasión de adorar públicamente a Jesús Sacramentado; para otros, quizás sin fe, o con la fe debilitada, esta fiesta puede ser el medio para un encuentro con Cristo».
Concluye pidiendo a la Virgen «que nos aliente y nos bendiga en esta tarea».
Vigilia eucarística y Misa con procesión
La Catedral de Santa María la Real de la Almudena acogerá la tradicional celebración de una Vigilia Eucarística. Dará comienzo a las 21,00 horas de este sábado, 21 de junio.
Al día siguiente, domingo 22, se celebrará una solemne Eucaristía a las 19,00 horas en la Plaza de la Almudena. Al finalizar la Misa, dará comienzo la tradicional Procesión con el Santísimo por las calles de la ciudad. El recorrido previsto para este año es el tradicional: salida desde la Plaza de la Almudena, pasando por las calles Bailén, Mayor y Sol, donde se impartirá la Bendición con el Santísimo. A continuación, el Santísimo será llevado, de regreso por la calle Arenal, hasta la Real Iglesia Parroquial de San Ginés, donde se procederá a su reserva.