El amor todo lo puede

Perdonó e intentó llevar a la fe en Cristo a quien secuestró, asesinó y abusó a su pequeña hija

Contra toda lógica del mundo y el corazón humano, la capacidad de amar y dar testimonio de su fe cruzó todo límite en la vida de esta excepcional madre. Clotilde Silva cuenta que la tarde del 27 de febrero del año 2008 en la localidad Isla Teja (Valdivia. Chile) todo parecía normal…

(Portaluz/InfoCatólica) «Los niños jugaban en la calle pues todos los vecinos se conocían –precisa–, casi como una gran familia, no existían dudas o desconfianza».

Era el estilo de vida en esta pequeña comunidad rural costera de Chile. Pero a medida que iba cayendo la noche y los niños regresaban a sus casas, se hizo evidente que algo había ocurrido con Sofía y Camila, dos pequeñas amigas de 6 y 7 años. Desaparecieron y nadie sabía dónde estaban.

Recuerda Clotilde que aunque su casa esa noche de incertidumbre por la ausencia de su hijita Sofía estaba llena de gente, sintió la intensa necesidad de refugiarse en el Espíritu Santo. Sin dudarlo se fue al baño, se arrodilló y rezó: «Prepárame Señor, dame fuerzas para afrontar lo que viene… Hoy veo que el Señor me tenía preparada de antes, estuve tranquila, serena», explica en esta entrevista exclusiva que ha concedido a Periódico Portaluz.

Fe probada en la cruz

En esa oración que elevaba a su «papito Dios» –como gusta llamarlo–, no sólo había abandono y confianza. Casi percibiendo lo que en ese instante podría estar viviendo su pequeña, recuerda que en su rezo suplicante continuó diciendo… «Señor, no permitas que Sofía sufra, cualquier cosa que ella tenga que pasar, pero que no sufra».

Al día siguiente, Clotilde partió hacia la Fiscalía para hacer los trámites legales en la denuncia de rigor por presunta desgracia. Pero al llegar su intuición materna de la noche anterior se consolidó en certeza. Habían encontrado los cuerpos de dos pequeñas... eran Sofía y Camila.

«Yo no quise verla –nos dice–, fue mi marido quien tuvo que pasar por ese momento; la prensa me preguntaba si yo había visto el cuerpo, pero no quise, me quedé con la imagen alegre y cariñosa de Sofía, así era mi hija y así quiero recordarla siempre».

Sin embargo el informe de la autopsia que se hizo a su pequeña Sofía fue para ella, señala, una prueba de que Dios había escuchado aquella súplica que le hiciera en el baño de su casa… «Todas las atrocidades que el asesino le hizo a mi Sofi, fueron post mortem. Dios protegió a mi hija de la maldad terrenal, y es algo que no dejo de agradecerle».

Testigo y apóstol del perdón

Fue de tal magnitud el impacto emocional del aberrante secuestro, asesinato y violación de ambas pequeñas en la comunidad, que pronto comenzaron a llamar al perpetrador «El chacal de Isla Teja». Pero en el corazón de Clotilde no había cabida para el odio ni apelativos, ella –nos confiesa– «deseaba enseñarle el camino hacia Cristo».

Así entonces en medio del proceso judicial, Clotilde tomó una decisión, que pocas madres tomarían en esa situación: Habló con su párroco, el padre Ivo Brasseur, pidiéndole su apoyo y ayuda para visitar en la cárcel al asesino.

«Yo quería verlo, mirarlo a los ojos y regalarle un Nuevo Testamento…el que era de Sofía. Decirle que ella lo leía y que yo se lo dejaba para que él también lo leyera, porque ahora tendría tiempo de conocer a Dios; y también quería que aprendiera a orar, para que pidiera por todos aquellos hombres que tuvieran la intención de hacer esa maldad… ese era mi deseo». (Clotilde no pudo concretar este anhelo de fe pues el asesino, ocho meses después de haber sido ingresado en el recinto penal de la zona, se suicidó).

El día que la comunidad se reunió en el cementerio para despedir a las niñas -comenta Clotilde-, la gente estaba eufórica y comenzó a gritar: «¡Qué lo maten, qué lo maten!». Ella, sin poder soportar aquel espectáculo, tomó un micrófono que había disponible en el lugar y dirigiéndose a la muchedumbre les dijo:

«Yo no quiero que lo maten, ¡no se debe hacer eso! ¿Qué se consigue con matar a esa persona?»… «No recuerdo todo lo que dije –nos comenta emocionada–, pero hablé muchas cosas, que después me di cuenta que fue el Señor quien me hizo hablar, él hizo que me levantara y hablara al público».

El triunfo del amor sobre el mal

Aquél día toda la comunidad de Isla Teja se había reunido y para Clotilde era un signo del amor de Dios y también una oportunidad de proclamarlo... «Llegaron personas de diferentes religiones, era como un templo maravilloso orando a Dios, unidos en una fe. Cuando me abrazaban, podía sentir en cada abrazo, cómo el Señor me sacaba el dolor y yo me aferré más a Cristo, pues él iba mitigando ese dolor con cada abrazo de las personas, era algo maravilloso. Nunca tomé tampoco tranquilizantes, no quise. Yo estaba con Dios y él estaba conmigo».

Poder entregar su testimonio tras años de lo ocurrido, es para Clotilde una oportunidad que completa el dar razón de su fe… «Dios ha creado en mí un corazón sin rencor, sin odio hacia las personas. Yo soy una hija de Dios y debo actuar conforme al Señor, no como actúan los hombres. Él nos dice que tenemos que ser como niños y recibirlo. Cuando uno ama de verdad con el corazón, cuando tú abres tu corazón a Cristo, Dios te abre las puertas, tus ojos brillan de otra manera, pero cuando estás ciego, aunque tengas a tu lado la flor más linda no la vas a ver», sentencia.

Clotilde, firme en la fe, hoy sólo recuerda la alegría de su hija. Vive en paz y con esperanza. «Mi Sofi está conmigo y algún día voy a estar con ella», finaliza.

13 comentarios

abc
Creer o reventar. Nacemos para creer. Sólo para eso. Y creer es creer en lo que no veo y no entiendo; y vivir de acuerdo con eso que ni veo ni entiendo.
18/05/14 1:02 PM
MAURICIO GARCÍA
Señor tu valentía nos acompaña, y tu amor nos llena de perdón para ser verdaderos valiente en el perdón y para llenarnos de Espíritu Santo y ser verdaderos testigos del Amor tuyo hacia tus hijos, no importando sus graves pecados, sino viendo que tiene oportunidad en la vida y en el amor tuyo.
Bendice Señor mi corazón y llénalo de Espíritu Santo como llenaste de este santa Mujer para perdonar esta atrocidad es decir para ser imitadora de MAMITA MARÍA Y DE TI MI SEÑOR JESUS, aunque las ofensas que he recibido son mínimas, pero mi corazón necio las aumenta, SEÑOR AUMENTAME LA FE Y BENDICE A CLOTILDE (BENDITA TU QUE HAS CREÍDO) pues es un símbolo de la presencia de tu amor en este mundo hostil y sin perdón y dale los hijos que ella requiera para llevarlos por el camino de tu amor AMÉN
OREN POR ESTE PECADOR SERVIDOR DEL SEÑOR
18/05/14 1:35 PM
María de las Nieves
Hay corazones grandes ¡Bendita seas!
18/05/14 3:16 PM
María-Ar
Sin lugar a dudas, el Espíritu Santo actuó sobre ella y le dio la valentía necesaria para soportar tal dolor.
Un ejemplo de aceptación a la voluntad de Dios.
+
18/05/14 5:26 PM
Daniel Riquelme
El demonio creía que iba a triunfar sobre esas personas a través del asesino, pero solo logró llevar dos almas al cielo y volver heroica a una madre, quien bien se prepara también para el cielo.

Oro para que Dios haya perdonado al asesino, así la derrota del demonio, una vez más, será completa.

Saludos
18/05/14 10:14 PM
Jaime
¡Dios se apiade de ese hombre!
¡Dios bendiga a Cleotilde y me de su Fe y capacidad de amar!
18/05/14 10:24 PM
Eva Alvarez
ALABADO SEA DIOS. YA LA SANTISIMA TRINIDAD BENDIJO Y SANTIFICO A LA SEÑORA CLOTILDE SILVA Y A LAS PEQUEÑAS SOFIA Y CAMILA.Y PEDIMOS A LA SANTISIMA VIRGEN MARIA SU INTERCESION AL ESPIRITU SANTO PARA QUE NO SE COMETAN MAS ATROCIDADES COMO ESTA EN EL MUNDO ENTERO.
18/05/14 10:59 PM
Mario
Una Fe digna de un santo y sostenida por el Espíritu Santo, ya que nuestro corazón humano no podría solo con tanto dolor.
19/05/14 5:22 AM
Nèstor S.
YO QUIERO TENER UN CORAZÒN COMO EL DE DOÑA CLOTILDE PARA PERDONAR SIEMPRE.
GRACIAS¡
19/05/14 4:36 PM
enelya
que lindo que El Espiritu Santo le dio esa gracia de amor y perdon, y que hermoso es el Señor que ella fue dosil y se dejó llevar. Mucha gente podra no estar deacuerdo, pero la niña se fue al cielo, esta madre muy probablemente tlvz tb pueda irse al cielo, pero el joven que hizo este delito y a eso le suma su suicidio, pues espero que Dios no haya sido tan duro con él.
que gran ejemplo el de esta madre!!!
Que grande es Dios!!! alabado sea siempre su nombre.
19/05/14 6:22 PM
Gloria
Admirable la obra de Dios en el corazón de Clotilde, ella es ya una mártir. Que fe tan grande, digna de dar a conocer lo que nos relata.
20/05/14 3:12 AM
Lorena Garrido Andaur
Qué hermoso testimonio!! Sin duda que esta madre a través del dolir aprendió el verdadero amor. Jesús enseñó que debíamos amar a nuestros enemigas, uff que difícil.
Gran lección nos ha dejado. Dios bendiga su vida y muchos lleguen a conocer a Cristo pir su testimonio de vida.
Excelente artículo!
20/05/14 3:27 AM
ana
Esta es la Fe de un verdadero cristiano, si así actuaramos todos los que nos llamamos cristianos, este mundo sería muy diferente, esa es la Paz de los hijos de Dios, como El dijo no es la paz que da el mundo, es su Paz que no podemos cambiarla por nada. Quienes somos para juzgar, para eso existen leyes y solo el Señor conocía el corazón de este asesino y ojalá se haya arrepentido. Bendiciones a esta mamá y a su familia, que definitivamente tiene una Angelito en el cielo que orará por ella.
21/05/14 9:58 PM

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