(Fides) La violación es uno de los crímenes más atroces durante las masacres registradas contra los cristianos en Orissa en 2008, cuando más de 400 aldeas fueron «limpiadas» de todos los cristianos, y más de 5.600 casas y 296 iglesias fueron quemadas, los muertos llegaron a alcanzar los 100 (aunque el Gobierno sólo reconoce 56), miles de heridos, varias mujeres violadas, 56.000 hombres, mujeres y niños quedaron sin hogar.
Sor Meena fue violada por varios hombres y humillada, obligada a desfilar medio desnuda por las calles, como un trofeo de la violencia.
De acuerdo con el «Consejo Global de Cristianos Indios» (GCIC) es una «parodia de la justicia», ya que «los 9 criminales estaban claramente implicados». «El veredicto de la Corte -, dice a la Agencia Fides Sajan K. George, presidente del GCIC - muestra la falta de sensibilidad de los jueces hacia este horrible crimen. El veredicto certifica el fracaso en todos los niveles de la documentación, la investigación, la persecución de los casos. El fallo es un caso claro de connivencia de los funcionarios con las fuerzas extremistas. Consagra su apoyo a la violencia y muestra un intento deliberado de hundir la justicia».
Según George, «la complicidad de la policía con los autores del crimen, que emerge de la investigación y la acción penal, indica un sesgo institucional contra la comunidad cristiana». El GCIC denuncia «el abandono deliberado de los deberes constitucionales obligatorios».
Impunidad de las masacres en Orissa
Fides ha comprobado que las cifras ofrecen una clara visión de la impunidad en las masacres de Orissa: aproximadamente 3.232 denuncias penales presentadas por los cristianos, la policía ha aceptado sólo 1.541. De estos, sólo 828 denuncias de personas se convirtieron en realidad a procesar. En 169 casos, los procedimientos se concluyeron con la absolución plena: en total las personas absueltas son 1.597 (y estos acusados son un número pequeño en comparación con la masa de gente que participó activamente en las masacres).
Las absoluciones, explican fuentes de Fides, a menudo se producen debido a que los principales testigos son amenazados, intimidados o asustados. 86 procesos han visto condenas muy leves. En otros 90 casos, las investigaciones aún están en curso, pero cuanto más tiempo pasa, menos son las posibilidades de obtener pruebas irrefutables.