(EP/InfoCatólica) Las primeras tres detenciones se llevaron a cabo el pasado día 17, acusados de un delito contra la libertad de culto y ocupación de un templo religioso. El 3 de marzo se produjeron otras dos detenciones.
Los detenidos prestaron declaración para esclarecer su participación en estos hechos, recogidos como delito en los artículos 523 y 524 del Código Penal, que se refieren a la irrupción en un templo o lugar de culto para ofender los sentimientos religiosos, y a los que, con violencia, interrumpen las ceremonias o manifestaciones de confesiones religiosas.
Por su parte, el Obispado de Mallorca presentó una denuncia por los hechos ocurridos en la parroquia de Santo Miquel de Palma, cuando un grupo de manifestantes irrumpió para «perturbar» e «interrumpir» la celebración eucarística.