(Fides) Según la reconstrucción de los hechos enviada a la Agencia Fides, la noche del sábado, 20 de julio, la abuela de la niña y sus familiares, al no encontrarla, se dirigieron a la policía. La búsqueda de la policía y de muchos voluntarios, llevaron al hallazgo del pequeño cuerpo sin vida. Los médicos han confirmado que la niña fue violada y herida en varias partes del cuerpo. Después de la investigación inicial, la policía ha detenido a varios sospechosos del crimen.
El episodio ha provocado el horror y la indignación de la opinión pública. La Iglesia Católica ha hecho un rotundo llamamiento a la movilización. En una entrevista con la Agencia Fides, el Arzobispo de Calcuta, Mons. Thomas D'Souza, ha asegurado estar «triste y conmocionado por un acto tan horrible e inhumano», y ha asegurado su solidaridad con la familia diciendo: «La Iglesia hará todo lo posible para relanzar una reflexión pública para detener estos actos contra la dignidad humana».
«La violación o la agresión de menores - explica - son siempre actos terribles. Estos episodios son relatados por los medios de comunicación en las noticias de todo el país, pero este caso, que se refiere a una niña de sólo tres años, es un signo de barbarie que hay que combatir».
Por eso, el arzobispo convoca a toda la ciudad para una «movilización social, civil y religiosa. Vamos a hablar con las instituciones, con el gobierno y la administración civil, así como con los líderes religiosos, con quienes tenemos excelentes relaciones. No sólo para protestar, sino para provocar una reflexión conjunta y la adopción de una estrategia común», ha remarcado. En particular, «como Iglesia Católica en el último año hemos organizado reuniones con otras comunidades religiosas para generar un verdadero despertar de la conciencia. Las religiones pueden ayudar en el trabajo de formación de las conciencias» .
El arzobispo emérito de Calcuta, Mons. Lukas Sirkar, también ha hablando sobre el tema, asegurando a Fides «las oraciones de la comunidad católica por la niña y su familia». «Que sea cristiana o no cristiana no es importante», explica. «Como cristianos defendemos el valor supremo y la dignidad de todas las personas, especialmente de los pequeños y los débiles»