(InfoCatólica) Madre Esperanza de Jesús, bautizada con el nombre de María Josefa Alhama Valera, nació el 30 de septiembre de 1893 en el Siscar, pedanía de Santomera (Murcia). Provenía de una familia humilde de jornaleros, siendo la mayor de 8 hermanos.
A la edad de 21 años decide ingresar como religiosa de clausura en las Hijas del Calvario de Villena, que poco después, en 1921, y debido a cuestiones de supervivencia, se fundirían con las Religiosas de María Inmaculada – Misioneras Claretianas.
En la Navidad de 1930 la Madre Esperanza fundó la Congregación de las Esclavas del Amor Misericordioso en Madrid, abriendo en poco tiempo varias casas para la acogida de pobres y niños en diferentes ciudades de España.
En 1936 se traslada a Roma con algunas religiosas, instalándose en vía Casilina, en la periferia de la ciudad, donde atendería a los heridos y a las víctimas de la segunda guerra mundial y ayudaría a las familias necesitadas de la zona. Durante esos años difíciles abre varias casas en Italia y sucesivamente en varios países de Europa y de América Latina.
El 15 de agosto de 1951 funda en Roma la Congregación de los Hijos del Amor Misericordioso, estableciéndose definitivamente, algunos días después, en la pequeña población de Collevalenza, de la diócesis de Orvieto-Todi y distante 70 Km de la ciudad de Asís.
Con el fin de difundir la devoción al Amor Misericordioso, construyó en Collevalenza el Santuario dedicado al Amor Misericordioso, cuya devoción se difundiría rápidamente sobre todo en Italia.
El 23 de noviembre de 1981, en ocasión de la fiesta de Cristo Rey, el Papa Juan Pablo II visitó el Santuario, siendo éste el primer viaje que hacia fuera de Roma después del atentado sufrido el 13 de mayo en la plaza de San Pedro.
La Madre Esperanza falleció en Collevalenza el 8 de febrero de 1983, con fama de santidad. Mujer de carácter excepcional y de gran corazón consagró y dedicó toda su vida al Señor y a la misión de darlo a conocer a todas las personas como un Padre y una tierna Madre; esta misma misión se la ha encomendado a las dos Congregaciones que ella fundó. Sus numerosos escritos contienen una profunda sabiduría, fruto de su íntima y personal experiencia mística.
El 23 de abril de 2002, la Iglesia, después de reconocer sus virtudes heroicas, la declaró Venerable, y el 5 de julio de 2013 el Papa Francisco ha aprobado el decreto para su Beatificación.