(Efe) «Hemos visto intentos de provocaciones por parte de elementos radicales contra los manifestantes y no queremos que ellos aprovechen la oportunidad de atacar al desfile gay y amenazar así a las protestas, cuyos motivos apoyamos», indicaron los organizadores.
Hoy, por séptimo día consecutivo, varias decenas de miles de manifestantes volvieron a congregarse frente a la sede del Gobierno, en el centro de Sofía, y pidieron la dimisión del Ejecutivo, al que, entre otras cosas, acusan de proteger a la oligarquía.
Las protestas comenzaron el viernes pasado, tras un controvertido nombramiento del empresario Deylan Peevski, cuya familia controla importantes medios de comunicación y compañías del país, como director de los servicios secretos, y han sido cotidianas desde entonces.
En reacción al descontento de la población, el Parlamento canceló ayer esa designación.
La Iglesia Ortodoxa expresó recientemente su indignación y rechazo a la planeada marcha gay.