(Agencias/InfoCatólica) Los proabortistas de la ONU se han basado en el caso de Beatriz, nombre ficticio, que el pasado mes de mayo acudió a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de El Salvador para solicitar un amparo constitucional que le permitiera abortar debido a la enfermedad que padece.
La CSJ le denegó el aborto aduciendo que la constitución del país otorga protección a la persona humana «desde el instante de la concepción». «Los derechos de la madre no pueden privilegiarse sobres los del nasciturus, ni viceversa», dijeron los jueces.
Los «expertos» mienten
«El fallo de la CSJ expuso la salud física y mental de Beatriz a un grave riesgo que eventualmente podría amenazar su vida», han dicho los expertos de la ONU Anand Grover, Juan Méndez, Kamala Chandrakirana y Rashida Manjoo, faltando con ello a la verdad, ya que los expertos en salud del Instituto de Medicina Legal (IML) de El Salvador aseguraron que no había «una razón médica para suspender el embarazo» de la joven.
Además, los abortistas de la ONU han indicado que «contravino claramente las obligaciones contraídas por El Salvador en materia de Derechos Humanos» a través de la firma del Convenio Internacional de Derechos Económico, Sociales y Culturales.
«Una absoluta prohibición del aborto, cuando el resultado es un grave riesgo a la vida y a la salud de las mujeres, constituye una violación de las obligaciones estatales de prevenir la tortura, y el trato inhumano, degradante o cruel», han subrayado los asesores de Naciones Unidas, ignorando que no hay mayor tortura y riesgo para la vida que matar al no nacido.
Petición absurda
No obstante, los expertos de la ONU han celebrado la decisión del Gobierno de autorizar el parto inducido y han expresado su confianza en que el equipo médico que practicó la cesárea a Beatriz no sea sancionado por ello, lo cual no tiene sentido ya que no existe ley alguna en el país que sancione a un médico por practicar una cesárea.
Libros relacionados
El aborto: la vergüenza de nuestra época, VV.AA.
Novena de oración por la vida, Guillermo Juan Morado
El aborto provocado, Congregación para la Doctrina de la Fe
Vive, vive siempre, Fernando de Haro
El don de la vida, Congregación para la Doctrina de la Fe