(EP/InfoCatólica) Para el prelado vasco, el mal causado «siempre debe ser reparado» y, además, requiere también «esa altura moral de saber pedir perdón por el daño causado».
«Aquí no caben disecciones», ha indicado, para añadir que «no podemos hablar de males que se han infringido justamente y otros injustamente». A su juicio, todo acto de violencia o terrorismo «es siempre reprobable».