(Mar Velasco/La Razón) El número de peregrinos que hacen a pie o en bicicleta el Camino de Santiago, corazón cultural de Europa, se ha cuadruplicado en los últimos veinte años: de unos 2.500 peregrinos en 1986 a más de 100.000 en 2006. A este incremento contribuye, sin duda, el boca a boca, la experiencia personal y el relato de cada peregrino, pero también la difusión mediática : las peregrinaciones se organizan desde los propios santuarios, pero también reviven gracias a los foros y redes sociales de internet como Facebook o MySpace. Así, la divulgación de las apariciones de la Virgen de Medjugorje en Bosnia (1981) logró sumar ese destino a otros hitos marianos de larga tradición como Lourdes, en Francia; Fátima, en Portugal, o Czestochowa, en Polonia.
En Inglaterra, la catedral de Canterbury, escenario del martirio de santo Tomás Beckett, sigue siendo el principal foco de peregrinación, pero le sigue de cerca el santuario anglicano y católico de Nuestra Señora de Walsingham. Según datos recogidos por el diario argentino “La Nación”, unas 250.000 personas visitan anualmente este rincón del condado de Norfolk.
Cada mes de marzo, los 120 kilómetros que separan la abadía de Melrose, en Escocia, de la de Lindisfarne, en el condado inglés de Northumberland, se pueblan de cientos de fieles de todas las edades que, portando la tradicional cruz celta, rinden homenaje a San Cutberto, el monje anglosajón protector de la región. Esta ruta se abrió en 1997, el mismo año en el que se inauguraron los 643 kilómetros del Camino de San Olav, conocido como la versión nórdica del Camino de Santiago.
Del mismo modo, las comunidades protestantes ecuménicas en Taizé o Borgoña atraen cada año a cientos de miles de jóvenes. La fe, contra viento y marea, sigue viva en los caminos de Europa.
“Si no estás en camino te aburguesas”
Pedro Judez, Comisario en Cataluña de los Guías y Scouts de Europa (un movimiento católico con más de 50.000 miembros en Europa) destaca el sentido religioso del caminar. “Los scouts decimos que la ruta entra por los pies”, asegura. “Al caminar hacemos como Abraham, que sale de su casa, su comunidad, y se lanza a los caminos; si no estás en camino te aburguesas, te encierras en tus cosas”, afirma. “En el mundo scout, los niños o lobatos juegan, los adolescentes o scouts acampan, pero los adultos, los rovers, peregrinan, haciendo vivac cada noche en un sitio distinto, como hacía el pueblo de Israel. También María se lanza a caminar para ayudar a Isabel, y por eso la Virgen de la Visitación es nuestra patrona. Quien camina no engorda, el maná de Dios le alimenta, no se carga con pesos innecesarios. Por eso, un joven scout, cuando hace su “Larga Pista”, lleva comida para un solo día”.