(Fides/VI/InfoCatólica) «El 25 de enero pasado -indicó Fides- Fouzia Bibi fue a hacer un encargo del propietario de la empresa a una localidad cercana. Al regresar, dos musulmanes armados con pistolas, Sher Maometto y Shabir Ali, personajes influyentes en el territorio, la raptaron, la encarcelaron en una habitación, la violaron y la torturaron repetidamente. La chica después fue abandonada sin sentido en el camino».
Según asegura la Asociación Evangélica de Desarrollo legal (Lead), Fouzia Bibi no recibió ningún tipo de ayuda por parte de la policía local cuando sus padres se presentaron para denunciar los hechos.
Los responsables de Lead indicaron que «después de haber recobrado el sentido, la chica volvió a casa y contó a su madre lo que había sucedido, indicando los nombres de los violadores». El padre, Malooka Masih, en compañía de algunos cristianos, «se presentó en la comisaría de Sarai Mughal (en la provincia de Punjab) para narrar lo sucedido y presentar una denuncia, pero el oficial en turno no quiso ni siquiera escucharlo».
Entonces, todos juntos fueron a visitar al padre Salem Gill, párroco de la Iglesia de Pattoki, que se puso en contacto con los responsables de Lead, quienes, el 29 de enero, pudieron entregar la denuncia basada en el artículo 376 del Código Penal del país, que castiga la violación.
Mientras espera la evolución de la denuncia, Malooka Masih indicó que los responsables del delito sexual (Sher Maometto y Shabir Ali) «están amenazando a los miembros de su familia».