(Efe/InfoCatólica) Mons. Twal se refirió a la violencia que tiene lugar en Siria y mostró el pleno apoyo y «compasión con las víctimas» del conflicto, al tiempo que destacó que la Iglesia Católica «ha colaborado en acoger a 250.000 refugiados sirios en Jordania».
En un mensaje leído íntegramente en francés, el prelado se refirió asimismo a la reciente decisión de la Asamblea General de la ONU de otorgar a Palestina el reconocimiento como estado observador de la organización, una medida que calificó de «paso encaminado a la paz y la estabilidad en la región».
«Israel puede ahora negociar en igualdad de términos de estado a estado por el bien de todos», destacó.
Y habló de que «existe una necesidad urgente de encontrar una 'solución justa y pacífica a la cuestión palestina', considerada por los patriarcas y obispos católicos en Oriente Medio que se reunieron a principios de diciembre, como la causa de todos los conflictos en la región», aunque no explicaron en qué sentido la situación de Siria tiene algo que ver con dicha «cuestión».
En opinión del Patriarca Latino, el presidente estadounidense, Barack Obama, debe empujar durante su segundo mandato al frente de la Casa Blanca a que haya una acción inmediata que permita una solución de dos estados al conflicto palestino-israelí.
Y recordó su reciente visita a la franja de Gaza, donde se encontró con una comunidad que apenas supera el millar de cristianos y donde denunció las «severas restricciones y la deshumanización de la vida cotidiana de los 1,6 millones de personas, lo que genera sentimientos de odio y hostilidad hacia Israel».
Vandalismo contra lugares sagrados
Sobre los ataques de vandalismo a lugares y santuarios cristianos en Tierra Santa, protagonizados por radicales judíos y musulmanes en el último año, el patriarca prefirió rehusar emplear el término de «persecución».
«También hay ataques contra mezquitas y sinagogas al mismo tiempo», declaró a Efe aunque no obstante, reconoció que «el vandalismo es un radicalismo religioso que sentimos que se hace más y más fuerte».
Por primera vez junto al discurso navideño el Patriarcado Latino de Jerusalén entregó a los medios internacionales una lista de dichos ataques contra lugares y santuarios religiosos cristianos, judíos y musulmanes, así como los posibles sospechosos de los mismos y entre los que se vanaglorió que «nos se encuentra ningún cristiano».
«Para mí es un problema de educación. Hacemos un llamamiento a los responsables de las escuelas», dijo a Efe al insistir en que el fenómeno debe ser combatido desde la educación, y no sólo de la responsabilidad de las autoridades.
Antes de transmitir su mensaje de paz y esperanza a la cristiandad y al mundo entero, expresó su preocupación como «líder cristiano en Oriente Medio por lo que sucede en Siria, Palestina, Egipto, Gaza».
Concluyó con un llamamiento al mundo a no desvincularse de las serias dificultades que vive la región: «Nuestro mensaje debe ser de paz para todos y esperamos que la comunidad internacional tenga más conciencia de los problemas que vivimos aquí y esperamos más solidaridad y oraciones para la paz que tanta falta nos hace».