(VIS/InfoCatólica) «El martes pasado –ha afirmado el cardenal– anuncié ante esta asamblea la decisión del Santo Padre de enviar una delegación a Damasco para expresar su solidaridad, la del Sínodo y la de toda la Iglesia a la población de Siria que desgraciadamente, desde hace tiempo vive,una trágica situación de sufrimiento, y manifestar nuestra cercanía espiritual a los hermanos y hermanas cristianas de ese país, junto al aliento a cuantos están comprometidos en la búsqueda de una solución respetuosa de los derechos y los deberes de todos». El Secretrario de Estado ha recordado que
«es muy vivo el deseo de expresar la cercanía de la Santa Sede y de la Iglesia universal, a través de una delegación que vaya a Damasco, en los tiempos y modalidades que serán anunciadas, después de ser definidas a la luz de los contactos y de los preparativos que se están efectuando. Considerada la gravedad de la situación, la visita será postergada, probablemente hasta después de la conclusión del Sínodo; y, se modificará, de alguna forma la composición de la delegación, debido también a los compromisos de sus miembros».
El purpurado ha explicado que «la contribución de los donativos personales de los Padres Sinodales, junto a los de la Santa Sede será enviada a Siria, después del Sínodo, como gesto de solidaridad fraternal a toda la población. Ante todo prosigue la tarea de la oración que el Señor acoge siempre y a la que os invito a uniros con confianza renovada».