(InfoCatólica) Mons. Cruz ha visto la pérdida del boxeador como un signo que tiene que colgar los guantes de boxeo. "Estamos muy contentos de que haya encontrado su camino después de su conversión espiritual", dijo Mons. Cruz, "pero debería dejar de boxear ahora y continuar inspirando a la gente solo con sus otras actividades".
Sin embargo, Pacquiao no parece estar dispuesto a dejar su carrera ni la oportunidad de recuperar el título. "Espero que no se desmayen o desanimen", dijo a sus fans después de la pelea. "Yo puedo pelear. Todavía puedo pelear."
El boxeador reconoció recientemente que su vida había entrado en una pendiente peligrosa debido al alcohol, el juego y el adulterio. Su mujer estuvo cerca de pedir el divorcio en noviembre pasado. Pacquiao asegura haber recibido la gracia de la conversión y desde entonces dedica buena parte del tiempo que no pasa entrenando a asistir a clases de Biblia.