"Hago un último llamamiento al Gobierno nigeriano para que use todos los recursos a su disposición para definir y neutralizar claramente el problema, como han hecho otras naciones", dijo Oritsejafor.
"El liderazgo de la Iglesia -prosiguió- ha ejercido, hasta ahora, una inmensa contención sobre millones de nigerianos intranquilos y ofendidos, pero ya no puede garantizar esa cooperación si no se detiene inmediatamente esta tendencia terrorista".
Boko Haram ha incrementado en los últimos tiempos sus ataques contra iglesias en el norte del país, de mayoría musulmana.
El pasado domingo, al menos 18 cristianos murieron en un atentado cuando asistían a una misa en el campus de la Universidad de Bayero, en la ciudad de Kano (norte de Nigeria).
La advertencia de la CAN se divulgó después de que el subinspector general de la Policía, Mohamed Abubakar, ordenara a las fuerzas de seguridad reforzar la protección de las sedes de los medios de comunicación, después de que Boko Haram atacara el pasado 26 de abril en Abuya el diario "Thisday", donde murieron 5 personas.
"Soy consciente de la amenaza a los medios por la banda de criminales que causa problemas en algunas partes del país. He pedido a todos los comisarios de policía de los estados que ofrezcan seguridad a los periodistas y las sedes de los medios", indicó Abubakar en un foro celebrado ayer en Abuya.
El grupo terrorista amenazó este miércoles con nuevos ataques a medios de comunicación de Nigeria a través de un vídeo colgado en el portal Youtube, en el que muestra también el atentado del pasado jueves contra la sede de "Thisday".
Boko Haram, cuyo nombre significa "la educación no islámica es pecado", pretende imponer la ley islámica en Nigeria, de mayoría musulmana en el norte, y cristiana en el sur.
Desde el inicio de su campaña violenta en 2009, la secta ha asesinado a unas 1.200 personas, la mayoría en ataques perpetrados en el norte de Nigeria, según el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas nigerianas, Oluseyi Petinrin.
Con más de 150 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por sus profundas diferencias políticas, religiosas y territoriales.
(Efe) "Hago un último llamamiento al Gobierno nigeriano para que use todos los recursos a su disposición para definir y neutralizar claramente el problema, como han hecho otras naciones", dijo Oritsejafor.
"El liderazgo de la Iglesia -prosiguió- ha ejercido, hasta ahora, una inmensa contención sobre millones de nigerianos intranquilos y ofendidos, pero ya no puede garantizar esa cooperación si no se detiene inmediatamente esta tendencia terrorista".
Boko Haram ha incrementado en los últimos tiempos sus ataques contra iglesias en el norte del país, de mayoría musulmana.
El pasado domingo, al menos 18 cristianos murieron en un atentado cuando asistían a un culto en el campus de la Universidad de Bayero, en la ciudad de Kano (norte de Nigeria).
La advertencia de la CAN se divulgó después de que el subinspector general de la Policía, Mohamed Abubakar, ordenara a las fuerzas de seguridad reforzar la protección de las sedes de los medios de comunicación, una vez que Boko Haram atacara el pasado 26 de abril en Abuya el diario "Thisday", donde murieron 5 personas.
"Soy consciente de la amenaza a los medios por la banda de criminales que causa problemas en algunas partes del país. He pedido a todos los comisarios de policía de los estados que ofrezcan seguridad a los periodistas y las sedes de los medios", indicó Abubakar en un foro celebrado ayer en Abuya.
El grupo terrorista amenazó este miércoles con nuevos ataques a medios de comunicación de Nigeria a través de un vídeo colgado en el portal Youtube, en el que muestra también el atentado del pasado jueves contra la sede de "Thisday".
Boko Haram, cuyo nombre significa "la educación no islámica es pecado", pretende imponer la ley islámica en Nigeria, de mayoría musulmana en el norte, y cristiana en el sur.
Desde el inicio de su campaña violenta en 2009, la secta ha asesinado a unas 1.200 personas, la mayoría en ataques perpetrados en el norte de Nigeria, según el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas nigerianas, Oluseyi Petinrin.