(La Voz de Galicia/InfoCatólica) Los ladrones –aún no se sabe cuántos eran– forzaron la puerta de entrada del templo de San Juan de Baños y se llevaron del interior un cáliz regalado a la Iglesia por el rey Alfonso XIII, conocido comúnmente como cáliz limosnero, que data de los años veinte del siglo pasado, y un copón de plata del siglo XVII.
“Es una lástima, porque nunca vamos a poder recuperar esos objetos”, aseguró ayer el canónigo archivero de la catedral de Ourense, Miguel Ángel González, quien sospecha que el destino de los cálices sea el de ser fundidos y, por tanto, destruidos. Eso sí, asegura que en una subasta ambos objetos podrían alcanzar un valor, cada uno, de 5.000 euros.
Tras el suceso, agentes del equipo de patrimonio de la Guardia Civil se trasladaron hasta la capilla en busca de evidencias. Por el momento, no hay sospechas sobre los autores del asalto, aunque los investigadores creen que podría estar relacionado con el que se registró el pasado fin de semana en otro templo del Xurés, en Lobios.
El representante del Obispado de Orense asegura que para ellos es imposible mejorar la seguridad en los recintos religiosos y demanda más vigilancia por parte de las fuerzas de seguridad. “Las iglesias son un blanco fácil porque muchas de ellas están en sitios aislados, pero la seguridad no es una cuestión nuestra, para eso existen unos cuerpos especializados”.