(Efe) El Papa recordó a los obispos su visita a Estados Unidos en 2008 para "animar a los Católicos de América tras el escándalo y desorientación causado por la crisis de los abusos sexuales" por parte de sacerdotes.
Benedicto XVI explicó como en aquella ocasión deseó conocer personalmente "el sufrimiento infligido a las víctimas", así como "los esfuerzos honestos realizados tanto para asegurar la seguridad de nuestros niños como para dar de manera apropiada y transparentemente respuestas a sus demandas".
Además agregó que espera que "los esfuerzos concienzudos de la Iglesia para afrontar esta realidad ayudarán a la comunidad a reconocer las causas, su extensión, y las consecuencias devastadoras de los abusos sexuales y responder con eficacia a este flagelo que afecta cada nivel de sociedad".
Pero fue entonces cuando subrayó que como "la Iglesia ha cumplido con normas exigentes, por lo que todas las instituciones, sin excepción, deberían cumplir las mismas normas".
Durante su viaje a Nueva York y Washington en 2008, después del escándalo por los numerosos abusos sexuales a menores por parte de curas, Benedicto XVI tuvo un encuentro con una representación de víctimas.