(Fides/InfoCatólica) Nasir Saeed, Director de la ONG CLAAS, una organización sin fines de lucro que trabaja para lograr la libertad religiosa en Pakistán, envió un mensaje a la Agencia Fides, recordemos que hace poco fue rechazada una ley que establecía un límite de edad para las conversiones religiosas de las niñas al islam.
En el mensaje explica: «El tema de las conversiones religiosas forzadas es hoy una fuente de gran preocupación para las minorías religiosas en Pakistán, especialmente los cristianos y los hindúes, pero parece que falta voluntad política para resolverlo. Esto puede deberse a la inestabilidad política y a la presión de los grupos religiosos extremistas; todo ello está creando graves dificultades a las minorías religiosas. No hay una solución rápida a los problemas de las minorías porque el gobierno no les presta la debida atención, ya se trate de la discriminación en los programas escolares y universitarios, el trabajo, el matrimonio y el divorcio, el abuso de la ley de blasfemia o las conversiones forzadas.
Esto significa que el asunto no podrá ser llevado al Parlamento durante mucho tiempo y, desgraciadamente, los menores cristianos e hindúes seguirán sufriendo y siendo objeto de ataques y no habrá justicia».
Según los musulmanes no debe existir ninguna restricción de edad para la conversión al islam, los secuestradores y abusadores de niñas se amparan en este tipo de leyes para realizar raptos y matrimonios forzados con jovencitas adolescentes de otras religiones.
«Estas observaciones y sentencias de los tribunales alientan a los autores del secuestro de niñas menores de edad no musulmanas. No es la primera sentencia de este tipo que dictan los jueces del Tribunal Superior. Hay muchos otros, como los de los casos de Maira Shahbaz, Huma Younis, Nayab Gill o Shakina, una niña de 14 años que sigue bajo el poder de sus secuestradores, es una tendencia peligrosa, sobre todo cuando los jueces de los tribunales superiores dictan sentencias influenciadas por la sharia en lugar de defender la legislación vigente en el país, como la Ley de Restricción del Matrimonio Infantil (1929), que penaliza los matrimonios de niñas menores de 16 años. De este modo, los tribunales paquistaníes siguen ignorando incluso las normas internacionales.
Otras facciones de la sociedad pakistaní tienen la misma convicción y mentalidad, y la mayoría de los musulmanes están en contra de establecer una edad mínima para la conversión al Islam porque creen que una ley contra la conversión forzosa iría en contra del Corán y la Sunnah y podría crear malestar público.
En una situación tan difícil, es necesario luchar por la justicia y el cambio, trabajar duro de forma independiente, utilizar todas las plataformas y alianzas a nivel nacional e internacional. Es muy importante que sigamos recordando a Pakistán sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, especialmente con respecto a los niños, las mujeres y las minorías».