(Agencias/InfoCatólica) Un grupo de madres en huelga de hambre por la liberación de sus hijos opositores encarcelados huyó de la Catedral Metropolitana de Managua, tras el ataque ejecutado por las llamadas "turbas sandinistas", que junto con la Policía de Nicaragua mantenían sitiado el templo.
El grupo de nueve personas, en su mayoría mujeres, una de las cuales lleva un niño que padece una grave enfermedad, abandonó el templo católico horas después del ataque en el que fueron agredidos a golpes un sacerdote y una monja, mientras que la edificación sufrió daños menores.
«Tuvimos que desalojar por motivos de seguridad, ya no se puede continuar allí. Ahora ya estamos a salvo, estamos lejos, gracias a Dios estamos a salvo», comunicó la manifestante Dulce Briceño, en un vídeo que divulgó en las redes sociales.
La archidiócesis emitió el siguiente comunicado.
Más iglesias sitiadas
La Policía nicaragüense mantiene sitiada la parroquia San Miguel Arcángel, en la ciudad de Masaya (Pacífico), donde otras once mujeres realizan la huelga de hambre para tener una «Navidad sin presos políticos».
En dicha parroquia se encuentran atrapados, con ayuno forzoso, otras cinco personas, entre ellas el padre diabético Edwin Román, quien es sobrino del héroe nacional Augusto C. Sandino.
Román, quien ha sufrido varios desmayos, ha dicho que se sienten como «rehenes», ya que el cerco policial impide la entrada de ayuda humanitaria, y el Gobierno ha cortado los suministros de luz y energía.
Un informe de la situación emitido por el sacerdote en el día de ayer confirmó que el estado de salud de las mujeres se está deteriorando.
Grupos de la oposición aseguran que al menos 16 templos católicos se encuentran sitiados por policías o grupos oficialistas, de ellos dos son catedrales, incluida la de Managua, además de la parroquia de Masaya.