(Daniel Rojas Delgado/InfoCatólica) Daniel Rojas ha entrevistado a Amparo Medina para InfoCatólica:
- Quienes luchan por legalizar el aborto lo hacen en nombre de los derechos humanos. ¿Por qué cuando militaba en la izquierda creía que el aborto era una ayuda a la mujer, que era algo progresista?
Porque buscábamos soluciones rápidas, de bajo costo y que no impliquen mucho compromiso para acabar cuanto antes con lo que creemos insolucionable. Por ello los grupo pro-aborto buscan lo que creen es lo mejor para la mujer, el aborto, sin dar ninguna alternativa más, dado que otras alternativas implican compromisos a mediano y largo plazo, como mejorar los sistemas de salud y de educación, nuevas políticas económicas en nuestros países; es decir mejorar la calidad de vida, lo que implica para otros, económicamente, menos ingresos y, para nosotros, mejores oportunidades. Trabajábamos con instituciones a las que eso no les interesa.
De manera general, desde los grupos feministas plantean el aborto como derecho humano desde dos perspectivas: una por intereses económicos, ya que es un gran negocio que deja sumas millonarias de dinero alrededor del mundo y, en segundo lugar, porque centras tu trabajo en la mujer que ya nació olvidando los derechos de aquella que está por nacer. No se quiere reconocer que todas tenemos derechos, incluida aquella que está viviendo en el vientre de otra mujer.
- ¿Cómo comenzó a trabajar para el Fondo de Población de la ONU?
He sido consultora de la ONU en varios procesos de educación, derechos humanos, mujer y el tema jóvenes. Siempre he estado relacionada desde la realización de consultorías, ya que mi área de trabajo ha sido el campo operativo, en relación directa con los grupos humanos. Inicié en el año 1990 con el proceso de los derechos de los niños, realizamos varias actividades como las votaciones infantiles, formación en participación y formación en democracia y ciudadanía, etc. Entre los años 2002 y 2004 apoyé procesos de salud sexual y reproductiva, Agenda local XXI, apropiación y género, etc.
- Hay una nota que circula por internet titulada “Rockefeller y el Che, un solo corazón”, en la que habla sobre cómo el imperialismo internacional del dinero coincide con el progresismo local. O sea, tanto la derecha como la izquierda buscan legalizar el aborto, cuando en realidad se supone que tienen distintos metas y distintos métodos. ¿Cómo ve hoy los argumentos con los que hasta hace poco justificaba el derecho al aborto?
Efectivamente, tanto la derecha como la izquierda buscan la legalización del aborto por intereses económicos, políticos y de dominio social. Nos han convencido que si eres hombre, te ves como hombre, biológicamente tu cuerpo te dice que eres un hombre ahora porque “tú decides”, puedes querer ser una mujer y hasta te operan contra natura por tú lo quieres y te dicen que es normal. Y que no sólo es normal sino que es un derecho. Si te convenzo que matar a tus hijos indefensos en tu vientre, descuartizarlos, contratar un sicario profesional que los mate sin que a ti te cause dolor y por pocos centavos... Si ya he sido capaz de convencerte de todo eso, ya te puedo convencer de todo: qué comprar, qué hacer, qué vestir, cómo vivir, siempre y cuando hagas lo que yo quiero, cuando yo quiera y me dejes muchos millones de dólares, no gastes mis recursos naturales y no te reproduzcas por que no eres de clase digna.
- Uno mira lo que pasa en Europa, por ejemplo, y ve cómo el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, niega que haya un “derecho humano al aborto” y preserva la objeción de conciencia. Algunos países ahora aprueban constituciones que defienden la vida desde la concepción, como la de Hungría, sancionada hace pocos meses. ¿Por qué, una vez más en la historia latinoamericana, nos vienen a ofrecer “teorías viejas” y un pseudo-progresismo, como lo es el derecho al aborto?
Porque las multinacionales del aborto y de la anticoncepción se han dado cuenta que en África y en América Latina está la fuente del negocio. Nuestra población es joven y muy rentable para sus campañas y sus intereses. Además, pueden chantajearnos a través de sus instituciones como el Banco Mundial, OMS, OPS, que nos brindan ayuda con préstamos que tienen entre sus ejes transversales temas como salud sexual reproductiva, género, aborto, etc. Además, por más de diez años han invertido mucho dinero captando “ingenuos” políticos que apoyan esas políticas, financiado ONG´s que cumplen sus mandatos, profesionales y grupos o asociaciones civiles que viven y lucran del dinero de la cultura de la muerte.
- Las charlas cotidianas revelan lo alejadas que están las prácticas y la mentalidad de los argentinos de los postulados más profundos y menos conocidos que propone la perspectiva de género. ¿Por qué cree que fue tan fácil aceptar los discursos de la perspectiva de género? Hoy en Argentina ya es casi de uso corriente hablar de violencia de género en vez de violencia doméstica, por ejemplo.
Lamentablemente, es importante reconocer que callamos y no hicimos nada por muchos años. Ellos han entrado a nuestras escuelas y colegios y formado a nuestros hijos, mientras nosotros intentábamos creer que no pasaba nada. Por otro lado, el nombre de las instituciones como la OMS, OPS, ONU, etc. tienen mucho prestigio en nuestros países e ingenuamente creemos que sus políticas son las adecuadas y que son de nuestro beneficio y en muchos casos no es así.
- La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal, Seguro y Gratuito considera la necesidad de legalizar y despenalizar el aborto en Argentina como "una cuestión de salud pública, de justicia social y de derechos humanos de las mujeres". ¿Qué responde?
Si el aborto solucionara problemas de salud pública en Estados Unidos o en España ya se hubieran solucionados los problemas de las mujeres, o en México ya habría una mejor calidad de vida para nosotras. El llamado "aborto seguro" en los países que se ha legalizado ha empeorado la situación de las mujeres, empezando porque siempre muere alguien y, en algunos casos, mueren las dos, tanto la bebé como la madre, si la criatura abortada es una nena. El único que se beneficia de estas muertes es el abortero o sicario que gana dinero matando inocentes.
En todo este tiempo yo no he conocido a ninguna mujer a la que luego de abortar le hayan regalado un título, tenga casa, auto, dinero o haya mejorado su calidad de vida, que tenga hoy mejores servicios de salud en su comunidad o que el sistema educativo le haya abierto las puertas por abortar. Esos argumentos no son más que argumentos falsos que buscan dar tranquilidad a las mujeres para calmar sus conciencias y aborten. Luego que abortas te das cuenta que quedas peor, violada en el cuerpo y en tu alma, pobre económicamente y emocionalmente, excluida del sistema educativo, de tu vida y de la de tu pareja que se limitó a "respetar tu decisión", dejarte sola y pagar el aborto.
- Dicha campaña afirma que el aborto inseguro "pone en peligro la vida y la salud de las adolescentes y las mujeres más pobres". Es decir que es injusto que sólo las mujeres adineradas puedan abortar.
En el tema de la pobreza es más grave todavía el argumento, porque las mismas que defienden el derecho de los animales, defienden el derecho a asesinar niños. Las mismas que hablan del derecho a la madre tierra, defienden el derecho a asesinar un ser vivo indefenso. Los mismos que pagan escuelas para sus mascotas, jamás han dado un centavo o hacen algo por los niños que ni siquiera tienen un lápiz para la escuela; hacen dietas y ni siquiera piensan en aquellos que ni siquiera tienen un pan para llevarse a la boca. Son los mismos que llenan sus armarios de ropa que ni usan y se quejan de los pobres, jamás hacen nada por ayudarlos, pero al mismo estilo nazi piden que no se reproduzcan porque son indignos de compartir el mismo espacio con nosotros.
- ¿Cómo cree que es la actitud de los católicos o de las distintas sociedades frente al aborto? ¿Somos conscientes de las consecuencias de ver el mundo en clave de género?
En la mayoría de los casos nuestra actitud es temerosa y de silencio, creo personalmente que son muy pocos los que estamos comprometidos, lo podemos ver en las marchas, en las convocatorias de formación y de apoyo. Tenemos mucho miedo de hablar, de enfrentar estas mentiras, inclusive muchas veces tenemos vergüenza de decir que somos católicos.
Creemos en el fondo que ellos pueden tener la razón y no nos damos cuenta que más allá de sus razones, de su dinero, de la mentira de sus mal llamados derechos, lo que realmente está en juego es nuestra alma. Eso es muy serio y si no nos damos cuenta que nuestra salvación o nuestra condena eterna está en nuestras manos, con las decisiones que tomamos, que no sólo la oración es todo… Debemos ser católicos de acción. Hoy más que nunca el Señor necesita de apóstoles comprometidos y valientes. Todo esto está donde está porque no hemos hecho nada o muy poco.
- Usted misma contó alguna vez que buscó hacer dudar a los sacerdotes de su fe y, de esa forma, proponer nuevas alternativas a los católicos. ¿Qué sabe del fenómeno de organizaciones paralelas a la Iglesia católica, que promueven la agenda de género, tales como “Católicas por el Derecho a Decidir”?
Este tipo de organizaciones son estrategias que se buscan para engañar a quienes no conocen su fe de verdad. Está diseñada para católicos ignorantes de su fe y que no conocen la doctrina y cualquier cosa que convenga a sus intereses la aceptan. Por ejemplo: esos católicos que ya usan anticonceptivos porque creen que los hijos son una desgracia en sus vidas y no una bendición, o aquellos que viven sin casarse porque no quieren compromisos, quienes están ligados, etc., ellos obviamente van a buscar un Dios a su medida. Un Dios que se ajuste a sus pecados para acallar su conciencia y buscan los mismos argumentos que ellas les dan: es que económicamente no alcanza, debo estudiar, soy muy joven, debo darles lo mejor, etc. Buscamos acallar nuestra conciencia y en el fondo todos sabemos que existen cosas que están bien y otras que están mal, aunque eso me cause dolor o me exija esfuerzo y sacrificio.
- Anulan el discurso de la Iglesia con los calificativos: retrógrada, genocida, oscurantista, etc. ¿Por qué no convencemos? ¿Qué nos hace falta?
Esas estrategias de marketing son usadas para vender sus productos y proyectos, tienen el objetivo de descalificar al oponente, quitarle el respeto ante sus seguidores. Por ello es urgente y necesario que nos preparemos. No podemos ser católicos sin formación o providas y familia sin preparación. Nuestro compromiso debe estar unido a nuestro propósito de hacer las cosas como Dios se merece.
Debemos estudiar, leer, saber qué es lo que dice la doctrina de la Iglesia sobre esos temas, qué dice la ciencia, qué políticas se están trabajando, cómo están las leyes en nuestro país y además debemos informar a nuestros amigos, vecinos, hermanos. Debemos ser apóstoles comprometidos.
Juan Pablo II nos dijo una vez “¡no tengáis miedo!”, pues es el momento de dar la vida, por quién dio su vida por nosotros. Sin miedo, con compromiso y recordemos que Dios nunca se deja ganar en generosidad. Nada más importante que recordar que somos sólo pasajeros en este mundo. Nuestra Patria es el Cielo, tengamos nostalgia de Dios.