Sugerencias saludables para sacerdotes... y para todos (y II)

Solo en segundo lugar, después de haber revisado nuestra vida personal, nuestras instituciones, nuestros procedimientos, podremos preocuparnos sin presunción de los métodos y objetivos pastorales. Entiendo que una pastoral sincera, evangélica y eclesial, una pastoral realmente cristiana, tiene que insistir de manera positiva, sin temores de ninguna clase, de manera convincente y armoniosa, en aquellos puntos de nuestra fe que están hoy más olvidados o son más duramente cuestionados.
Si el verdadero Pastor es Jesús, el punto de vista de la verdadera pastoral tendrá que ser preguntarnos, no qué es lo que la gente va a aceptar con más facilidad, sino lo que ahora mismo, en estas mismas circunstancias haría o diría Jesús, el buen Pastor ¿cómo acogería Jesús a esta persona, qué le diría, como le ayudaría a descubrir el Reino de Dios y aceptar sus dones?

En concreto, pienso que nuestra pastoral tiene que ser una pastoral hecha en clave de servicio, de ofrecimiento, en un exquisito respeto a la libertad y a los caminos de cada uno. Sin juzgar, sin regañar, sin querer imponer reglamentaciones y ordenamientos secundarios y contingentes. A partir de una acogida humilde y servicial, nuestra predicación tendría que privilegiar todo lo referente al conocimiento y a la aceptación de Dios como Creador y Salvador de nuestra vida.

Necesitamos ayudar a nuestra gente a vivir en la convicción de que somos criaturas, que tenemos que vivir como criaturas, en la alabanza, en la gratitud, en la obediencia, en la confianza, en el amor. Esa es la verdad, la única verdad. Todo lo demás son ficciones que no nos pueden salvar. Hemos de asentar la consistencia de la fe y la coherencia de la vida de nuestros cristianos en unas pocas convicciones muy claras y muy firmes: la adoración, la imitación y el seguimiento de Cristo, la esperanza y el deseo de la vida eterna, la primacía de la caridad como norma suprema y efectiva de nuestro comportamiento.

De esta manera conseguiremos que nuestra pastoral sea una continua recuperación del rostro de Jesús, de su palabra, de sus hechos, de su presencia iluminadora y santificadora. Para lograrlo tendremos que utilizar mucho más y recurrir con más frecuencia a los evangelios, a la tradición y la comunión de la Iglesia, al ejercicio personal y comunitario de la caridad.

En la actualidad hablamos demasiado de la Iglesia. Queremos recuperar el respeto y la credibilidad de la Iglesia. Es una pretensión justa. Pero para conseguirlo, en vez de entrar directamente en la cuestión tendremos que aprender a presentar el ser de la Iglesia como resultado de la fe en Jesús. Es Jesús quien nos salva y no la Iglesia. Jesús y no la Iglesia tiene que ser el centro de nuestra predicación. Invitamos a creer en Jesús y en el Dios de Jesús, no en la Iglesia. Cuando una persona cree sinceramente en Jesucristo le resulta muy fácil creer en la Iglesia y amarla como familia de Jesús. A pesar de los pecados de los cristianos. Cuando no existe esta fe en Jesús y en el Dios de la salvación, es inútil creer que crean en nosotros y nos traten con respeto.

Con frecuencia entendemos mal y practicamos peor el buen deseo de renovar y rejuvenecer nuestra Iglesia. Hemos hablado mucho del “aggiornamento” y de la necesidad de renovar las estructuras y el lenguaje de la Iglesia. Pero no siempre lo hemos entendido bien. La juventud y el vigor de la Iglesia no vienen de la adaptación de nuestra doctrina y de nuestras costumbres a los gustos y los usos del mundo contemporáneo, sino de la proximidad real y vital de nuestras mentes y nuestros corazones con Jesucristo, que es la fuente viva y siempre joven de la vida de la Iglesia. En una dialéctica rectamente comprendida es la Iglesia, con la fuerza del Espíritu Santo, la que tiene que renovar y rejuvenecer constantemente al mundo.

Es verdad que la Iglesia y los cristianos recibimos muchas cosas del progreso de la sociedad y de las adquisiciones de los hombres, pero este enriquecimiento no pasa de lo circunstancial y funcional. En lo más profundo, en las intenciones y aspiraciones de los corazones, en la rectitud y claridad de las conciencias, en la justicia de las actuaciones, es la Iglesia y los dones del Espíritu los que son luz y fermento para el mundo, garantía de justicia y de progreso. De esta manera podremos vivir en el mundo sin ser de este mundo, podremos mantenernos ciudadanos del cielo en un mundo cerrado sobre sí mismo, para llegar a ser testigos de la vida eterna de Dios en un mundo que quiere vivir encerrado en sus propias tinieblas. La obra de la evangelización tiene que ser muy amplia y requiere la participación de la Iglesia entera. Cada uno tiene su misión propia en la gran movilización evangelizadora. Los Obispos, los sacerdotes y religiosos, los seglares, los jóvenes y los adultos, todos tenemos nuestro sitio en este gran despliegue apostólico. Es preciso reconstruir la humanidad entera en su verdad.

Actualmente estamos descubriendo y sufriendo las consecuencias de una realización práctica y coherente de la visión del hombre sin Dios. Poco a poco nuestra sociedad va sacando las consecuencias de la secularización radical y van apareciendo las consecuencias de una cultura atea, donde el hombre pretende darse el tratamiento de dios de si mismo. Por eso no podremos articular una respuesta adecuada ni podremos devolver al hombre el respeto a su propia identidad, si no nos centramos en el esfuerzo concordante para que llegue a reconocerse como “interlocutor de Dios” y candidato a la vida eterna. Ningún mal se puede restaurar sin devolver al hombre el reconocimiento de si mismo como criado a imagen y semejanza de Dios. La verdad de Dios y nuestra relación con El es el gran tema de la evangelización. Este fue sin duda el centro de la predicación y de la vida de Jesús, esta es también la misión permanente de la Iglesia. Esta es, en en estos momentos, la misión apremiante y honrosa de cada uno de nosotros.

24 comentarios

  
Enseñando el crimen
ESCANDALO EN LA COPE
La COPE ha hecho hoy una APOLOGÍA DEL ABORTO en boca de Jiménez Losantos y Pedro J. Ramirez, pidiendo una ley de plazos.
Jimenez Losantos ha dicho que hasta la Iglesia autoriza a abortar a monjas violadas, y que como no va a abortar una niña de 17 años violada.

Lo peor es como "venden" el producto a los oyentes: contra el aborto radical de ZP, un aborto moderado y regulado por una buena ley.

¡Que asco de programa!
08/07/08 10:01 AM
  
Unitas
Es una ocasión para escuchar el audio entero, desde la web de COPE, la tertulia y las opiniones de PedroJ. Ramírez, Francisco Marhuenda -Paco le llama siempre Federico- y Tomás Cuesta. Pedro, ciertamente en favor de una legislación reguladora del aborto como derecho -supuestos y plazos, entendí yo- e interpretación sesgada de la sentencia del TC: hay un conflicto entre el derecho a la vida del no nacido y el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo ¡¡¡!!! Tomás apenas opinó, salvo para decir a Paco que no mezclase temas jurídicos con temas morales y que sí había que tener una ley reguladora del aborto. Paco defendió el derecho absoluto a la vida del no nacido pero y no supo explicar que en los casos excepcionales -aborto, malformación del feto, riesgo vida madre- sin despenalizar el aborto las circunstancias atenuantes o eximentes servirían -de hecho, antes de la ley despenalizadora española así era en no pocos casos- para hacer justicia y no aplicar la estricta pena debida a la madre que abortase. Federico se equivocó cuando PedroJ. le puso frente al caso de la violación, y soltó ese despropósito que denuncia el comentarista, pero dijo que lo bueno sería proteger el derecho a la vida de todos los no nacidos, y regular protección a madres en apuros y facilitar adopción de niños "no deseados", y también incidió en que poner plazos al coladero actual del supuesto de "riesgo para la salud psíquica de la madre" sería mejor que dejarlo como está, y en eso estoy de acuerdo. En conjunto, más me dolió la falta de formación o de capacidad de reacción de Paco Marhuenda que el modo de llevar la conversación Federico J.L.
08/07/08 11:34 AM
  
JOSÉ RAMÓN
La Humanidad camina hacia criterios inmanentes, el individuo no existe, como creatura única y singular, hecha por Dios a su Imagen y Semejanza.- Existe la ESPECIE humana, poco más que los simios, y cuya existencia termina en el momento de la muerte, queda la especie que irá evolucionando hasta que un cataclismo o la propia evolución la haga desaparecer.-Los ctristianos tenemos que " predicar" lo contrario, con nuestro ejemplo y nuestra vida.-El socialismo dice quer ha abandonado el marxismo, pero sigue con los mismos principios de base.- Quizás pudan existir cristianos que estén cerca del socialismo en lo que pueda tener de ¿solidario?, cosa que no creo, pero no pueden olvidar que SOMOS OVEJAS DE UN PASTOR y no meros seres cuyo fin está en la muerte.- En esto último se basan cuando predican el aborto, libre o regulado, la eutanasia, disfrazada de muerte digna, etc. etc.-Gracias por sus enseñanzas.-José Ramón
08/07/08 11:46 AM
  
Eduardo Jariod
No he oído la tertulia, pero la evidente falta de formación en ciertas cuestiones de Federico Jiménez Losantos es notable, a veces hasta clamorosa. Sin duda, su agnosticismo no ayuda, lo cual no va en demérito de mi aprecio y admiración por su persona y su labor.

También es notable cómo se nos van colando gente indeseable en nuestros foros.
08/07/08 12:09 PM
  
THEBOXER
Monseñor, totalmente de acuerdo en que el centro de nuestra vida debe ser Jesús. Jesús entra en nosotros cada domingo, nos da la fuerza necesaria para vivir cada semana, y una plena comunicación con Él hace que nuestra vida cobre sentido y nos llene de Esperanza. No podría vivir sin su presencia en mí.
08/07/08 12:19 PM
  
Eduardo Jariod
Monseñor, todo lo que apunta es muy pertinente, pero como feligrés de a pie, y confesando mi ignorancia supina sobre estos temas, me parece que hay una asignatura pendiente que las instancias adecuadas dentro de la Iglesia deberían abordar con valentía. Se trata de la Iglesia de base, las parroquias. A pesar de los esfuerzos que realizan en sus actividades y de las dificultades objetivas que hallan para llevar a cabo su labor hoy día, la vida parroquial se caracteriza por una profunda mediocridad. Mediocridad espiritual, medicridad en la forma de abrirse a la comunidad, mediocridad en la forma en que sus miembros viven la fe. Insisto, hablo desde mi experiencia como feligrés de base, y me consta que es una experiencia calladamente compartida por otros. En ocasiones, pareciera que más que atraer a la comunidad persiguen expulsarla. Es una pena. No sabría proponer alternativas (doctores tiene la Iglesia), pero la superficialidad y la ineficiencia espiritual y práctica es grande en estos ámbitos en demasiadas ocasiones. Y si la base falla..., mal vamos.
08/07/08 12:39 PM
  
THEBOXER
Eduardo, tiene usted razón. En mi caso, y aunque me mudé de domicilio hace un tiempo, continúo yendo a mi Parroquia de siempre, porque aunque me quede un poquito más lejos, merece la pena. Merece la pena todo: los Curas, las Homilías, la iluminación (muy importante: hay algunas Parroquias que parecen velatorios, dan miedo), el ambiente...mi opinión es que cuendo encuentres una Iglesia donde se celebre Misa, y te gusta el Cura que la ofrece, porque te llega su mensaje, te hace reflexionar y sentir a Dios, es decir, lo hace presente, es ahí donde debes ir a escuchar Misa, aunque te quede más lejos de casa. Aunque Dios está en todas partes, creo que se debe vivir la Fé en aquellos lugares donde te sientas más cómodo, pues estarás mucho más abierto a escucharle, que en definitiva es de lo que se trata.
08/07/08 1:57 PM
  
Eduardo Jariod
Le envidio, THEBOXER, yo no he hallado ninguna en la que encontrar acomodo. Voy a la que me corresponde porque al fin y al cabo las homilías pueden oírse, pero vivo en un pueblo que, aunque grande, tiene muy pocas parroquias. Cuando me quiero confesar no dudo en recorrer 200 km., pues el sacerdote al que acudo está realmente lleno de la presencia del Señor. Sé que no hago bien; que quien perdona en el sacramento de la penitencia es el Señor, y no el cura de turno, que es un mero instrumento de la gracia, pero cuando sientes que al que acudes es diez veces más pecador que tú se me hace difícil. Lo dicho, le envidio sanamente. Y procure no romper los lazos que le vinculan con esa Parroquia. Sin duda, es la suya.
08/07/08 2:38 PM
  
JUAN PEDRO
Eefectivamente, lo de la vida de las Parroquias es un problema hoy en día. Y coincido en que hay alguna que más que acercar a la gente, parece que se empeñan en echarla. Cierto es que la parroquia es de todos y todos somos un poco responsables de su funcionamiento, pero también es verdad que debe ser el Párroco el que lleve la iniciativa para atraer a la gente.
08/07/08 6:26 PM
  
Juan María
Querido Don Fernando, rece por la diócesis de Gerona. Necesitamos un buen pastor!!!
09/07/08 11:34 AM
  
THEBOXER
Eduardo, yo también me confieso, que es menos de lo que me gustaría, con aquella persona que me transmite confianza y, si no lo veo claro, pues no me confieso. Es un error, pues, como sabe, la confesión hace libre al hombre, y este siente el Perdón del Padre. En efecto que quien perdona es el Señor, pero es cierto que algunos párrocos deben esforzarse por trasmitir cercanía aunque sea la primera vez que te vean o escuchen (ahora se lleva más verte, sin privacidad).

Por otro lado, yo puedo presumir sanamente de que el Padre Luis, uno de los de mi Parroquia, es de aquellos que atraen la gente a la Iglesia; sus homilías son clases magistrales de Moral, Historia, Filosofía, Teología...una delicia. Para mí, el acontecimiento estrella de la semana es ir a Misa. Ir a Misa todos los domingos, y tratar de disfrutarla es, como dice Juan Pedro, una forma sencilla de hacer Iglesia.
09/07/08 12:26 PM
  
La Misa de Siempre
¿Que le parece, Monseñor Sebastian, esta rebelión Episcopal contra Pedro?
"LA JERARQUÍA SE OPONE A LOS FIELES.
09/07/08. Es el subtítulo de un artículo del diario francés Liberation.fr del día 7 de julio. Se refiere al episcopado francés pero, lamentablemente, ocurre en otros países. Hay algunos obispos con prejuicios absurdos hacia el latín y la misa clásica, acomodados a la mediocridad formal y teológica de una interpretación falsa del Concilio Vaticano II, incapaces de entender la grandeza y necesidad del magisterio de Benedicto XVI para sanar la Iglesia de la pobreza litúrgica y del relativismo doctrinal que campean en ella, soberbios ante la autoridad del Papa como fruto nefasto de ese postconcilio. Así es el perfil de quienes hoy obstaculizan las peticiones de los fieles.
Liberation.fr "
09/07/08 1:15 PM
  
Eduardo Jariod
Sin duda, la Eucarístía es nuestro alimento, y sin ella, como aquellos primeros cristianos revelaron, no podríamos vivir. Ése es el verdadero motivo de mi sed de Dios. A pesar de las dificultades que he expuesto, soy de Misa diaria. Aunque uno no se sienta bien o cómodo por las razones que sean (rivalidades internas entre ciertos miembros de la parroquia, protagonismos fuera de lugar o incluso la impiedad evidente de los llamados vulgarmente "beatos"), uno debe acudir a quien es la fuente de todo amor y de toda esperanza. Incluso en las peores condiciones, que los árboles no nos impidan ver el bosque, que es hermosísimo.
09/07/08 1:17 PM
  
Cuca
Monseñor, hay dos ideas que me parecen muy interesantes en su escrito. Una, relativa al “aggiornamento” que consiste, más que en adaptarse a los usos y costumbres del mundo, en ser precisamente luz del mundo, mediante la cercanía a Jesús y gracias a la acción del Espíritu Santo. Si los cristianos transparentásemos a Cristo, fuéramos puente y no muro para llegar a Él, las cosas cambiarían. Ya decía Gandhi que admiraba a Cristo pero que no le gustaban los cristianos.
La otra idea es que estamos descubriendo y sufriendo las consecuencias de la secularización, del hombre que es dios para sí mismo y excluye al Dios verdadero. Ya profetizó Nietzsche la tragedia que supondría para el hombre la muerte de Dios, su orfandad. Sin Dios, sin verdad, sin valores, sumergido en el más puro nihilismo, sin saber a qué atenerse, ni cuál es el sentido de la vida, el panorama resulta descorazonador.
¿No será posible una reacción hacia una vida más espiritual en la que Dios fuera el centro, ya que el vivir sin trascendencia, sólo de materialismo, está dando tan mal resultado?
09/07/08 4:22 PM
  
THEBOXER
Sería tratar de trasmitir el mensaje de Jesús con nuestro ejemplo de comportamiento. Es decir, Apostolado Seglar. Eso es difícil con lo imperfectos que somos y pecados que cometemos, pero siempre es más un 30% (por ejemplo) de transparentar a Cristo, que nada. Y dejar que poco a poco Él vaya llenandote de su presencia.
09/07/08 5:48 PM
  
nocreoysoybuena
"En concreto, pienso que nuestra pastoral tiene que ser una pastoral hecha en clave de servicio, de ofrecimiento, en un exquisito respeto a la libertad y a los caminos de cada uno. Sin juzgar, sin regañar, sin querer imponer reglamentaciones y ordenamientos "
Sr. Monseñor. Esta frase suya me ha encantado y sería maravilloso que así fuese su labor pastoral. Me temo que no es así en la práctica, puesto que la iglesia católica lleva imponiendo sus dogmas desde su creación.
Pero si de verdad cree que ese sería el camino a seguir le animo a ello.
09/07/08 6:03 PM
  
Mons. Sebastián
Hola amigos, decís muchas cosas interesantes. Vamos a dar un repasito a vuestros comentarios.
-No oí lo que dijo la COPE acerca del aborto, o de los posibles cambios de legislación sobre el aborto. En cualquier caso, la doctrina de la Iglesia la tenemos muy clara y la hemos dicho en todos los tonos. Es cierto que a los que participan en la COPE se les podía pedir un mejor conocimiento de la doctrina católica en temas tan importantes. El Aborto voluntario es siempre un asesinato. Con agravantes. Por lo cual no es lícito nunca. A los problemas que se puedan plantear, como consecuencia de embarazos no queridos o con dificultades, hay que buscarles solución por otro camino, pero no matando al niño, que es el menos culpable. Curioso, ahora que gracias a Dios ganamos en sensibilidad contra los malos tratos a las mujeres, no quieren ni oir hablar de ese mal trato a los niños no nacidos que es triturarlos en el vientre de su madre. Una vez más NO SE QUIEREN ENTERAR.
- Yo también pienso que hoy en nuestra sociedad hay dos maneras de entender la vida profundamente distintas. La distinción más profunda no está en derechas e izquieradas sino en los que creemos en Dios y los que no solamente no creen sino que piensan que creer en Dios es malo y hace daño a la sociedad. Laicismo militante. Se quiera o no, de creer en Dios o no creer en El, nace una visión del mundo y de la vida bastante diferente, en muchas cosas opuestas. Yo creo que podemos convivir y tendríamos que convivir respetuosamente. Nos falta mucho. Hara falta tiempo y buena voluntad. A mi me gustaría que pudiéramos convivir con respeto unos y otros, que pudiéramos hablar y dar cada uno sus razones, buscando todos la verdad con humildad y sinceridad. El diálogo con los que no creen ayuda a creer más y mejor, nos ayuda a valorar más los bienes de la fe, a rezar por los que no creen, a ayudarles a deshacer malentendidos y caminar hacia el reconocimiento de Dios, si es que quieren buscar la verdad y acogerse a la paternidad de Dios.
- Lo que decís de las parroquias tiene bastante de verdad, lamentablemente. Pasa una cosa, o muchas cosas. Los sacerdotes, en muchas partes, son cada vez mayores. Muchos cristianos no van a sus parroquias sino que van a otras iglesias, a otras celebraciones. Otros muchos no van a nada, la gente que va suele ser también bastante mayor.... Claro, eso es la pregunta del millón, si fueramos capaces de poner nuestras parroquias en órbita, de modo que fueran comunidades cristianas vivas, orantes y operantes, tendríamos la Iglesia renovada. Pero eso tiene que ser el fin de mucho esfuerzo, de mucha oración, de mucho apostolado, de mucha unidad y de mucha conversión! Ahí estamos. Con confianza porque el Señor está con nosotros, y la Virgen María, y los santos. Que conste que hay mucha gente buena que no hace ruido, y se hacen muchas cosas buenas, pero es cierto que tenemos que ir a más. Una opinión, no tengais escrúpulo en ir donde os atiendan mejor, en las celebraciones, las homilías, las confesiones... estamos para servir y tenemos que hacerlo lo mejor posible.
- Para mi está claro que no debemos discutir lo que el Papa recomienda. Primero porque no conocemos la situación universal, a la cual tiene que responder el Papa en su gobierno. Segundo, porque él tiene una asistencia del Señor y del Espíritu Santo que nosotros no tenemos, Y luego porque en la Iglesia tiene que haber libertad para todo lo que es opinable. Si hay personas que quieren la Misa en latín, que la tengan, no hacen ningun mal a nadie. El caso es que todos pongamos el corazón en vivir la Eucaristía cada vez mejor, con más piedad, con más amor, con más frutos de caridad y de apostolado. Todas las demás discusiones son pérdidas de tiempo y de caridad.
- nocreoysoybuena, ¿no hay un poco de guasa en el nombrecito? Seguro que si creyera sería mejor y seguramente viviría más feliz. Yo puedo comprender que una persona no crea, puede haber muchas razones de tipo subjetivo, no entro en eso. Comprendo menos que alguien se jacte o presuma de no creer. A mi me suena como si alguien dijera "no veo nunca la luz del sol y sin embargo vivo a gusto", puede ser, pero no es muy normal, no? En fin perdone, no quiero ofender. Pero tampoco me parece honesto no decir claramente mi punto de vista. Para mí la existencia de Dios no es un adorno que se quita y no pasa nada. Es una afirmación clave y determinante en la visión del mundo y la comprensión de nuestra existencia, del ser de uno mismo, de la libertad, de la esperanza, del ideal de vida. El testimonio de Jesús es una parte importante del patrimonio de la humanidad, no podemos prescindir de él sin empobrecer nuestra vida. Comprendo, esto es lo quedice un cristiano. Vd. tiene otra manera de ver las cosas. Yo le deseo que sea muy auténtica y muy feliz. Y desde mi fe deseo que Dios la acompañe siempre y le salga al encuentro.
09/07/08 11:00 PM
  
Mons. Sebastián
nocreoysoybuena, ayer no respondí a lo que me dice de mi frase. De verdad que lo pienso así y lo intento seriamente, aunque a lo mejor no lo cumplo. El lema de mi vida ha sido, "la verdad en la caridad", me parece una hermosa síntesis de la enseñanza de Jesús, inspirada en unos textos de San Pablo. Y cada vez lo veo más hermoso, más acertado, hay que tratar de vivir y relacionarse en la verdad, de lo contrario no nos relacionamos, la mentira, el disimulo, no solo engaña al prójimo, sino que nos oculta a nosotros, nos deforma, la no verdad es no-ser, no-estar, pero la suprema verdad es el amor, con toda su batería de contenidos, respeto, atención, ayuda, perdón, etc.etc. cuando nos salimos del ámbito del amor, las verdades dejan de ser verdaderas. les falta algo de su propio ser, porque lo que no es bueno no ha llegado a ser del todo. En fin, que sí, que tenemos que ir por ahí. Y estoy convencido de que mucha gente vive así. Y el colmo de todo eso es Dios. Dios es el Ser plenamente Verdad y plenamente Bondad, Amor. Si el Amor total no fuera posible, ¿como iban a ser posibles los amores pequeños? Si nuestros pequeños amores son buenos, cómo no va a ser bueno el Amor total? No tenga una idea tan mala de la Iglesia. Anunciamos, predicamos, pero no queremos imponer ni agobiar a nadie. Y si alguna vez lo hemos hecho, porque era ese el estilo de la epoca, hemos pedido perdón. Reconozca que muchos cristianos han muerto porque otros no toleraban su fe en Dios. Buenas tardes. Dios con todos.
10/07/08 9:24 PM
  
THEBOXER
En efecto, creo que el Amor Total de Dios se manifiesta a través de pequeños amores diarios. Es como una "retroalimentación" de Amor: yo amo a los demás, al prójimo, porque siento que Dios me ama, y Dios me ama porque amo a los demás. No es suficiente con amarle a Él: desea que manifiestes ese amor hacia tu prójimo. Creo que esa es la base de todo. Yo al menos, lo entiendo así.
11/07/08 12:25 PM
  
Pedro
Hola a todos:
Monseñor Sebastián, dice usted que la distinción más profunda está entre quienes creen en Dios y quienes piensan que creer en Dios es malo y hace daño a la sociedad. Pero hay en España un numeroso grupo de personas que viendo que la sociedad obtiene muchos beneficios de la Iglesia de Cristo, la odia mucho más que si fuese una institución irrelevante. Aun siendo mujeres, sienten más respeto por la religión islámica que maltrata y desprecia a la mujer considerándola muy inferior al hombre. Sienten más aprecio por una de las muchas ONGs podridas por la corrupción, quizá porque ellos o sus familiares meten ahí la mano o esperan meterla.
La forma de ofender las creencias y los símbolos sagrados de los católicos que algunos “artistas” han hecho en Extremadura y en otras regiones de España no nace del pensamiento, del que algunos carecen casi por completo (y estoy siendo generoso). Nace de un odio irracional, nace también de que saben que apelando a los instintos más sucios y bajos de muchos progresistas, obtendrán el aplauso y la subvención, cuanto más procaces y miserables se muestren, mejor para su bolsillo. Y estos comportamientos están en la izquierda de Zapatero y Llamazares. En la izquierda de un Zapatero que llevaba a sus hijas a un colegio de monjas y se jacta de no aportar a la Iglesia en el IRPF.
La izquierda española es la del próximo aborto de plazos que lo convertirá en un derecho de la mujer embarazada para matar a una criatura. La del matrimonio homosexual, la de la eutanasia...
Muchos saludos
11/07/08 1:56 PM
  
Madrileño
Monseñor Sebastian, una vez más me encanta leerle, creo que es un buen pastor.

Me quedo con lo que ha dicho del diálogo, sería muy bueno y enriquecedor que se de, sobre todo si es llevado a cabo por personas de las que se pueda aprender... Lo triste es que "nuestro" interlocutor (aquellos que no creen) no siempre busca la verdad si no el convencer, y no siempre ni siquiera a quien interpela si no al espectador, moverlo para su beneficio propio... en esas condiciones creo que el dialogo no es que sea difícil, es imposible.
12/07/08 12:39 PM
  
azahar
¡Qué hermoso lo que dice, Monseñor!

¿Cómo es posible que haya quién no comprenda, no entienda estas palabras? Son gratificantes, nos llena el espíritu y es nuestra razón de vivir, el sentido de nuestro paso por la vida terrenal, sino ¿qué nos queda?

El Amor nos conduce a Dios, porque Dios es Amor. Y ese Amor lo tenemos todos, todos en nuestro interior, sólo hace falta descubrirlo y no cerrar los ojos ante lo que es evidente.


13/07/08 1:34 PM
  
Un padre de familia
¡Vaya descubrimiento en esta tarde de domingo! Bendigo a Dios por usted,Don Fernando,por este su trabajo y por la claridad y caridadcon que se conduce. Coincido plenamente con usted en que lo principal del hecho cristiano es vivir como criatura del amor de Dios.No creo que encuentre mejor documento para compartir en familia este verano que sus escritos en este blog.Laus Deo.
13/07/08 7:53 PM
  
Mons. Sebastián
De verdad que el testimonio y la vida de Jesús son tan hondamente humanas (porque son divinas) que cuesta trabajo entender cómo hay personas que las rechazan. Eso tiene que ser motivo de agradecer a Dios el don de la fe. No creemos por ser mejores, sino que tenemos que ser mejores porque creemos, porque hemos conocido a Jesús y al Dios de Jesús. Muchas personas no creen o dejan de creer por malentendidos, por falta de verdadera información, por nuestros propios defectos, por desgracias de la vida, por eso no debemos juzgar a nadie, sino ayudar a todos a creer, con nuestras palabras y nuestras obras, con respeto y claridad a la vez. Hay gente que vive de la moda sin pararse a pensar con libertad y profundidad. Yo siempre aconsejo a los que de verdad buscan la verdad, que no se fijen en la conducta de los cristianos, sino que vayan directamente a la historia y a las enseñanzas de Jesús. Luego verán que hay mucha buena gente que apoya su vida y su bondad en El. Pero hay que buscar la verdad en Jesús, no en las anécdotas buenas o malas de los cristianos. En fin, que la vida es complicada. Tengo la impresión de que nuestro gobierno querría que en España todas las religiones fueran igualmente minoritarias, para que ninguna pudiera tener influencia en la sociedad ni en las convicciones de los ciudadanos. No quiere resistencias. Por eso se favorece al Islam. Si alguna vez volviera a dominar en España más de uno y más de una se iban a arrepentir... Me parece todo una ligereza y una falta de responsabilidad muy graves. Pero en fin, también las pruebas y las adversidades entran en los planes de Dios y pueden tener efectos saludables.
Un saludo para todos.
16/07/08 11:56 PM

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