Un posible Patrono de Internet enseña a leer con discernimiento

S. Isidoro (560-636) era el menor de cuatro hermanos que llegaron a la santidad (Santos Leandro, Fulgencio y Florentina) tras quedarse huérfanos cuando Isidoro era todavía niño.

Su hermano, S. Leandro, le educó, aunque se cuenta que S. Isidoro huyó dos veces de casa. El santo comenzó a tomarse más en serio sus estudios cuando se fijó en cómo las cuerdas de un pozo erosinaban una piedra de la misma forma en que la voluntad y la conciencia pueden vencer las dificultades.

Sucedió a su hermano Leandro como obispo de Sevilla, sede que ocupó 37 años luchando contra el arrianismo y en la que fundó uno de los primeros seminarios, en el que enseñaba personalmente a los seminaristas. Era muy generoso y repartió todos sus bienes entre los pobres antes de morir.

¿Por qué proponen muchos como Patrono de Internet a este santo del s. VI?

La principal razón es que este Doctor de la Iglesia creó el primer buscador temático y primer diccionario enciclopédico universal en 20 tomos: “De los orígenes” (ahora “De las etimologías”), explicando la etimología de todas las cosas conocidas en su tiempo en los campos que trató: medicina, ley, geografía, estudios naturales, historia, etc.. Esa obra fue muy consultada hasta mediados del s. XVI. Además encontró tiempo para escribir un diccionario de sinónimos, sobre astronomía, geografía, historia, además de temas eclesiásticos.

Se podría decir que escuchó la invitación de Jesús Resucitado a Sto. Tomás que narra el evangelio del III Domingo de Pascua: “ ‘Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona.” (Lc. 24, 39) y como Sto. Tomás no se limitó a observar todo a nivel natural, sino que iluminado por el Señor dió también a conocer a otros en su diócesis las verdades sobrenaturales para que todos pudieran reconocer a su Señor y Dios:

“La oración nos purifica, la lectura nos instruye. Ambos son buenos cuando ambos son posibles. Si no, la oración es mejor que la lectura. Si un hombre quiere estar siempre en la compañía de Dios, debe rezar regularmente y leer regularmente. Cuando oramos, hablamos a Dios; cuando leemos, Dios nos habla.

“Todo crecimiento espiritual viene de la lectura y la reflexión. Por la lectura aprendemos lo que no sabíamos; por la reflexión retenemos lo que aprendemos. Leer las Sagradas Escrituras concede dos beneficios: entrena la mente a comprenderlas; vuelve la atención del hombre de la necedad del mundo y lleva al amor de Dios.

El lector concienzudo se preocupará más de llevar a cabo lo que lee que de simplemente adquirir conocimiento. […]el aprendimiento que no está apoyado por la gracia puede entrar por nuestras orejas; nunca llega al corazón.” (Libro de las máximas)

Quiera el Señor que los católicos que usamos el Internet lo hagamos con el mismo deseo santo de conocer y dar conocer la Verdad que S. Isidoro de Sevilla, a pesar de nuestras imperfecciones, para llegar al amor de Dios. Si buscamos ante todo al Señor, Él se hará presente para nosotros hasta en esta vida, ayudándonos a superar nuestros defectos como hizo con Sto. Tomás y S. Isidoro. Con confianza, pues, pidámosle: “Señor, ilumina mi vida", como canta Fernando Leiva en este vídeo:

Letra de “Señor, ilumina mi vida” por Fernando Leiva V.

Señor, ilumina mi vida. / Señor, muéstrame el camino,
que yo espero en ti / y no quiero seguir / un día más sin ti.

Señor, nuevamente he venido. / Como ves, vuelvo arrepentido.
Ya ves, volví a fallar. / Se resiente mi ser / y me ahoga este llorar.

Quisiera que abrieras mi corazón en dos y lo llenes de amor.

Señor, lléname de esperanza / y haz crecer en mí la confianza…
Sentir que Tú estás aquí / tan cerca de mí / y que puedo ser feliz.

Quisiera que abrieras / mi corazón en dos / y lo llenes de amor

Sentir que tú estas aquí / tan dentro de mí / y que puedo ser feliz.

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Estación VIII del Vía Lucis – Cristo Resucitado se aparece a Sto. Tomás

P Te adoramos, oh Cristo resucitado, y te bendecimos.
T Porque con tu Pascua has dado la vida al mundo.

Del Evangelio de San Juan (Jn 20, 24-29)

Tomás, uno de los Doce, llamado e Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: “Hemos visto al Señor” Pero él les contestó: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo". A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: “Paz a vosotros". Luego dijo a Tomás: “Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente". Contestó Tomás: “Señor mío y Dios mío!". Jesús le dijo: “¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto".

Meditaciones sacadas del Catena Aurea de Sto. Tomás de Aquino

1) “No fue casualidad que aquel discípulo elegido estuviese ausente, sino obra de la divina clemencia, para que mientras el discípulo incrédulo palpaba en el cuerpo de su Maestro las heridas, curara en nosotros las de nuestra infidelidad. Más provechosa nos ha sido para nuestra fe la incredulidad de Tomás, que la fe de todos los discípulos, porque mientras él, tocando, es restablecido en la fe, nuestro espíritu se confirma en ella, deponiendo toda duda.” (S. Gregorio)

2) “Considera la clemencia del Creador, que por salvar su alma se aparece y se acerca, enseñando sus heridas. Sin duda que los discípulos que lo anunciaban, y el mismo Jesús que lo había prometido, eran dignos de fe. Pero, sin embargo, porque Tomás lo exigía, el Señor no le desoyó. No se le aparece al momento, sino pasados ocho días, para que, advertido entre tanto por los discípulos, se inflamara más su deseo y fuera más fiel en adelante.” (S. Crisóstomo)

3)“Podía, si hubiera querido, haber hecho desaparecer de su cuerpo resucitado y glorificado todas las señales de sus heridas; pero El sabía por qué las conservaba. Pues así como convenció a Tomás, que no creyó sin haber tocado y visto, así las enseñará a sus enemigos…” (S. Agustín)

4) “Tomás, viendo y tocando al hombre, le confesaba Dios, a quien no veía ni tocaba. Pero por lo que veía y tocaba, depuesta toda duda, creía…” (S. Agustín)

5) “Aquel que primero se había mostrado infiel, después de tocar el costado del Señor se convierte en el mejor teólogo, pues disertó sobre las dos naturalezas de Cristo en una sola persona porque diciendo “Señor mío", confesó la naturaleza humana y diciendo “Dios mío” confesó la divina y un solo Dios y Señor.” (Sto. Tomás de Aquino)


Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]
: S. Isidoro de Sevilla no es oficialmente el santo patrono de Internet. ¿Le parece un buen patrono de Internet o conoce algún otro santo que crea ser más adecuado? ¿Qué cualidades cree que debe tener un patrono de Internet?

Mañana –Vía Lucis IX – Cristo Resucitado se aparece junto al lago de Tiberíades – “Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado” (Lc. 24, 42)

3 comentarios

  
María Lourdes
En 2001, Zenit anunció: "La Iglesia avanza en la búsqueda de un patrón para Internet". La asamblea del Consejo Pontificio para las Comunicaciones propuso, además de a S. Isidoro de Sevilla, a S. Pablo, Apóstol, a S. Maxilimiano Kolbe y al Beato Tito Brandsma.

En 2003, Zenit anunció: "Patrono de Intenet: El arcángel S. Gabriel, primero en un sondeo". Los resultados del sondeo fueron llevados ante la Congregación para la Causa de los santos. Un sondeo italiano incluía a los santos italianos S. Juan Bosco y Sta. Clara como propuestas.

Se pueden ver los resultados del sondeo con información sobre los 6 santos más votados en este enlace, que incluye en segundo lugar a Sta. Tecla, a S. Isidoro de Sevilla en tercer lugar. Otros santos en la lista: Sta. Rita, S. Andrés, S. Pedro Regalado.

Que yo sepa, todavía no ha sido declarado ningún santo oficialmente "Patrono de Internet".
27/04/09 1:17 PM
  
María Lourdes
Añadí la cita de S. Isidoro de Sevilla sobre la oración y la lectura.

Más información sobre el santo y su hermano S. Leandro en este interesante comentario del lector Manuel Pérez Peña [enviado a "sarmientosdelavid(arroba)gmail(punto)com"]:
"San Isidoro junto con sus hermanos se celebran hoy en el misal propio de la diócesis de Sevilla, aunque todos procedían de Cartagena, una población que hoy pertenece a la provincia de Murcia, en España. Tanto él como su hermano Leandro fueron obispos de Sevilla, y su hermano Fulgencio, obispo de Écija (un pueblo de Sevilla que en la antigüedad tuvo su propia diócesis).

A pesar de que ha pasado a la historia como San Isidoro de Sevilla y murió aquí ostentando tal cargo, sin embargo está enterrado en León, una población al norte de España que dista de aquí unos 700 kilómetros (unas 500 millas, aproximadamente). Su cuerpo fue trasladado allí por el rey Fernando I como botín exigido a los moros que entonces estaban en Sevilla (que no fue reconquistada hasta 1248) y que lo entregaron para ser trasladado al norte de España en el siglo XI. Desde entonces no ha vuelto aquí, aunque su hermano San Leandro sí está enterrado en la Catedral de Sevilla.

El cuadro que Vd. ha adjuntado al artículo es una obra de uno de los grandes pintores del barroco sevillano, Bartolomé Esteban Murillo de 1655 y que se encuentra hoy en el rico tesoro de la Catedral de Sevilla. Hay otro cuadro de su hermano San Leandro, pareja con este.

Como curiosidad en este cuadro se ve que en el libro que sostiene San Leandro puede leerse: “Credite, o goti, consubstantialem patri” (creed, godos, en la consustancialidad con el Padre) que precisamente viene a reflejar lo que indica en el artículo, de cómo tuvieron que luchar contra el arrianismo."

27/04/09 1:29 PM
  
María Lourdes
Manuel Pérez Peña, me alegro mucho que contribuyó esa información, mostrando cómo este "Doctor Universal de la Iglesia" ha viajado mucho en España tanto en vida como tras su muerte y que el recuerdo de Él y de su hermano S. Leandro sigue muy vivo en Sevilla. Un saludo.
27/04/09 1:40 PM

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