10 estrategias para que se comporten mejor los niños en Misa

Oímos al Señor Resucitado decir a Sto. Tomás en el evangelio del II Domingo de Pascua: “ ‘Dichosos los que crean sin haber visto’” (Jn. 20, 29). Los padres tenemos la responsabilidad de ayudar a nuestros hijos a encontrar esa dicha en la Iglesia Católica, a creer sin haber visto. Pero, aunque no vean a Cristo en persona, ven el comportamiento de sus padres. El primer paso es que los niños vean a sus padres practicando su fe, que se note que recibir a Dios verdaderamente presente en la Eucaristía los domingos y fiestas de guardar es más importante que acudir a un partido de fútbol, por ejemplo.

Hay padres que se molestan en llevar a sus hijos puntualmente a clases de catequesis pero que no les llevan a Misa los domingos. Sé por experiencia que no es muy agradable estar en Misa cuando uno o dos hijos se sienten inquietos [en mi parroquia le llaman algunos a mi hijo con cariño “the runner” (“el que corre”) aunque ya no corre tanto], pero creo también que la Eucaristía es Cristo mismo, fuente de gracia, y no quiero que se pierdan los bienes espirituales que Dios concede por medio de la Santa Misa.

¿Qué hacer para que en la Misa encuentren al Señor sin verle? ¿Qué hacer para que los más pequeñines se comporten lo bastante bien como para sacarle algo de provecho espiritual a la Misa?


A) Elegir una Misa más adecuada para los niños, si es posible

1) Ir a Misas en iglesias cuya arquitectura sea más acogedora para niños (con vestíbulos grandes sin muchas cosas que se puedan romper con facilidad o con capillas laterales, por ejemplo), variando de templo de vez en cuando (si es posible).

2) Ir a Misas a las que asistan más niños o niños mayores que conozcan, para que puedan ver e imitar el buen comportamiento de otros en Misa. Alabarles las cosas que hacen bien enseguida y recordarles después de Misa lo que hicieron bien. Recordarles lo mismo también justo antes de la siguiente Misa.

3) Ir a Misas con música y animarles a participar cantando (la música también ayuda a que los ruiditos de los niños no molesten tanto a los demás).

4) Ir a Misas celebradas por sacerdotes que conozcan o ayudarles a conocer y a respetar a los sacerdotes de la parroquia, saludándoles, por ejemplo, cuando haya oportunidad (en los EE.UU. los sacerdotes suelen estar a la puerta de la iglesia después de la Misa para saludar a la gente).

B) Durante la Misa
5) Sentarse en un buen lugar estratégico (cerca del altar para los que sean un poco mayores y puedan mantener su atención más tiempo, o cerca de la salida para los que necesitan pequeños cambios de escenario- usar el cuarto insonorizado para familias con niños si lo hay).

6) Darles un libro infantil de temas religiosos o sobre lo que está pasando en la Misa para ayudarles a pensar en el Señor.

7) Animarles a fijarse en las acciones de la Misa. Explicarles (si son bastante mayores) lo que está pasando en cada parte de la Misa para que entiendan el por qué de las acciones del sacerdote y de los demás. Contestar preguntas que tengan.

8) Ayudarles a comprender que lo que dice el sacerdote en la Misa es importante y tiene relevancia en nuestras vidas. Leer de antemano el Evangelio del día para contarles un poco sobre lo que oirán en Misa y hacerles unas preguntas para que las contesten después de Misa. A lo largo de la semana recordarles de vez en cuando de algo que aprendieron del Evangelio, por ejemplo.

C) En caso de que no se comporten bien

9) Llevarles afuera si hacen ruido, decirles claramente y específicamente el comportamiento que se espera de ellos [Tienes que quedarte a mi lado, no des patadas al banco, habla en voz baja, etc.]. Darles dos opciones para ayudarles a elegir portarse bien: “¿Vas a (comportamiento específico deseado) o (una consecuencia que no les guste)?". Volver a su sitio una vez calmados todos.`

10) Mantenerse firme castigando enseguida después de la Misa – “Te portaste mal (mencionar comportamiento específico) y por eso ahora… (consecuencia negativa, por ejemplo: ir al parque o tienes que quedarte unos minutos en tu cuarto para pensar sobre lo que hiciste mal).

En todo momento: Rezar y pedir el auxilio del Señor, de la Ssma. Virgen María y de los Ángeles Custodios de los niños.

Esta cita de S. Juan Bosco (que algo sabía sobre cómo mantener los niños más revoltosos de su comarca atentos en la Misa) es un gran consuelo en los momentos en que uno está a punto de darse por vencido: “La ayuda de Dios no falta cuando se trabaja de veras y con fe. El Señor siempre envía grandes socorros para las grandes necesidades.”

El Señor bendecirá nuestros esfuerzos si perseveramos con paciencia y poco a poco les veremos a nuestros hijos madurar en la fe si cooperamos con el Señor. Ponemos los medios, pero será Dios mismo el que se encargará de bendecirles abundantemente. Él está verdaderamente presente en la Eucaristía y merece la pena todo esfuerzo para llevar a nuestros hijos ante la Presencia de Aquel que dijo a sus apóstoles que dejaran a los niños acercarse a Él y los bendijo.

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Estación VI del Vía Lucis – Cristo Resucitado se aparece a sus discípulos

P Te adoramos, oh Cristo resucitado, y te bendecimos.
T Porque con tu Pascua has dado la vida al mundo.

Del Evangelio según San Lucas (Lc 24, 36-43)
Estaban hablando de estas cosas, cuando se presenta Jesús en medio de ellos y les dice: “Paz a vosotros". Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma. El les dijo: “¿Por qué os alarmáis?, ¿Por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo". Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: “¿tenéis ahí algo de comer?” Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. El lo tomó y comió delante de ellos.

Meditaciones del Catena Aurea de Sto. Tomás de Aquino

1) “La paz es un don y una cosa dulce, que sabemos proviene de Dios, […] según aquéllo de: “Él es nuestra paz” ( Ef 2,14). La paz es un bien recomendado a todos, pero observado por pocos. ¿Cuál es la causa de ello? Acaso el deseo del dominio, o la ambición, o la envidia, o el aborrecimiento del prójimo, o el desprecio, o alguna otra cosa que vemos a cada paso en los que desconocen al Señor. [..] En nosotros subsiste, según el espíritu de cada cual, por medio de la búsqueda y ejercicio de las virtudes, y según el cuerpo, en el equilibrio de los miembros y los elementos de que se forma. Lo primero se llama belleza, lo segundo salud.” (S. Cirilo)

2) “Porque como por medio de la palabra paz no se tranquilizó la turbación en los corazones de los discípulos, por otra parte les indica que Él era el Hijo de Dios que conocía los misterios del corazón; por lo que dice: ‘Y les dijo: ‘¿Por qué estáis conturbados y suben pensamientos a vuestros corazones?’”. (Sto. Tomás de Aquino)

3) “¿Qué pensamientos, sino los falsos y recelosos? Jesucristo hubiese perdido todo el fruto de su pasión si no hubiese resucitado verdaderamente. Como si el buen labrador dijese: Lo que allí he plantado lo encontraré, esto es, la fe que baja sobre el corazón porque viene de lo alto. Pero estos pensamientos de los discípulos no bajaban de lo alto, sino que subían a sus corazones del abismo, como brota la mala hierba de la tierra.” (S. Beda)

4) “Pero por sus fines especiales, el que había destruido la muerte no quiso borrar las señales de ella. En primer lugar, para confirmar la fe de la resurrección en sus discípulos; en segundo lugar, para poderlas presentar a su Padre cuando intercediese por nosotros, manifestándole la clase de muerte que había sufrido por nosotros; en tercer lugar, para demostrar siempre a los redimidos con su muerte la gran caridad que con ellos empleó, presentándoles las señales de su pasión; y finalmente, para probar la justicia con que serán condenados los impíos el día del juicio.” (S. Beda)

5) “Cuando comió parte de un pez asado, dio a entender que nuestra naturaleza está nadando en el mar de esta vida, y que el Señor, asándola en el fuego de su divinidad, y secando la humedad que había contraído mientras vivía en lo profundo de los abismos, hizo de ella una comida divina. Y así, por medio de ella preparó a Dios una comida suave, a pesar de que antes era tan detestable, y esto es lo que representa el panal de miel. También significa por medio del pez asado la vida activa, que consume nuestra humedad en las brasas de los trabajos, además por medio del panal de miel significa la contemplación de la dulzura de la palabra divina.” (Sto. Tomás de Aquino)

“Yo no intento comprender para creer, sino que creo para comprender.” (S. Anselmo)

Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]
: ¿Qué recomienda para ayudar a nuestros hijos a sacar mayor provecho de la Misa? ¿Qué estrategias cree que funcionan mejor?

Mañana –Vía Lucis VII – Cristo Resucitado da el poder de perdonar los pecados – “ ‘a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados” (Jn. 20, 23)

16 comentarios

  
JCA
¡Uf! Este artículo me lo guardo sin dudar en el disco duro, a ver si ayuda a lidiar con ellos.
25/04/09 2:12 AM
  
rosa
yo quedaba en los primeros bancos cerca dl coro...y siempre terminaban dormidos.
25/04/09 3:39 AM
  
María Lourdes
JCA, ¡Ánimo!, que todo esfuerzo para acercar a nuestros hijos al Señor merece la pena y con el tiempo maduran y sacan más y más de la Misa. Eso lo veo en mi hijo, un niño con toda la sana energía que corresponde a su edad, que se fija cada vez más en lo que pasa y me hace muchas preguntas.

En fin, cada padre es un experto en lo que funciona y no funciona con sus hijos según la edad de los niños, pero espero que alguna de las estrategias mencionadas en el artículo o por otros lectores le ayuden. Me alegro que lleve a sus hijos a Misa (así parece ser por su comentario), les deseo todo lo mejor a usted y a su familia.
25/04/09 6:32 AM
  
María Lourdes
Rosa, le agradezco que compartió su experiencia. ¡Qué bendición del Señor que pudo encontrar algo que le permitiera oír Misa con mayor tranquilidad! A mis hijos también les encanta ver el coro de cerca, pero rara vez se duermen.

A veces mis hijos requieren diferentes estrategias (por no tener la misma personalidad) y mi esposo y yo acabamos sentándonos en diferentes partes de la iglesia, cada uno con uno de nuestros hijos. Menos mal que a los sacerdotes de nuestra parroquia les encanta ver a los niños en la Misa y tienen una paciencia admirable.
25/04/09 6:52 AM
  
Ana
A nosotros nos dividian y además por edades que encajasen menos y con hermanos que jugasen menos entre ellos.Al final cuando ya no había tanto niño os padres se sentaban en sitios separados por la costumbre de años. en la parroquia nuestra los niños llevan juguetes,galletas ,bolsas de ganchitos y la verdad es que hay bastante jaleo pero al cura que es hijo de una familia muy numerosa parece no inmutarle .
Agradezco los recuerdos diarios de que seguimos a un resucitado¿Lo demuestra nuestro gesto?¿Lo mostramos a los demás? no sólo hay que hablar de El, creo que debemos mostrarselo a los que nos rodean
25/04/09 12:26 PM
  
Josafat
Pues yo personalmente encontraba espantoso que me llevarán de niño todos los domingos a Misa, acabé hasta las narices.

Yo creo que esta es una de las razones por las que se me hace cuestra arriba tener que ir cada Domingo a Misa.
25/04/09 12:42 PM
  
María Lourdes
Ana, sí que ayuda mucho separar a los niños. Tengo recuerdos de eso en mi familia y mi esposo y yo no sentamos tampoco a los niños juntos.

Alguna vez he dejado llevar juguetes a mis hijos, pero de peluche para que no hicieran ruido. El problema para mí ha sido que a veces son causa de disputa.

También entiendo que la comida ayude a algunos niños a calmarse, pero prefiero que mis hijos tengan la costumbre de no comer en la hora que dura una Misa dominical, para que se vayen acostumbrando a cierto ayuno eucarístico y comprendan así un poco mejor la importancia de recibir a Cristo en la Comunión.

La actitud de su sacerdote es maravillosa. Una vez un sacerdote me dijo al salir de Misa que mis hijos necesitaban más supervisión para que no rompieran nada en la recién renovada capilla, y eso cuando mi esposo y yo creíamos que se habían portado muy bien en esa ocasión y las decoraciones eran azulejos en la pared. No volvimos allí para no molestar ni poner nervioso al sacerdote.

Que Cristo Resucitado nos guíe en todo momento con Su Paz y Amor.
25/04/09 2:27 PM
  
María Lourdes
Josafat, gracias por su comentario. Es verdad que es una dificultad "obligar" a los niños a ir a Misa, pero para evitar eso se proponen estas estrategias para ayudar a los padres a disciplinar cuando es necesario, pero también mostrar a sus hijos un mayor aprecio por la Misa, a darse cuenta de que la mejor razón para ir a Misa es ir por amor del que nos Ama como nadie y se hace presente por nosotros en la Eucaristía.

Cada edad requiere un crecimiento en la fe, que idealmente se va desarrollando con el niño. De fijarse en los gestos y algunas palabras, veo a mi hijo fijarse más en el Evangelio, por ejemplo y me preguntá más el por qué de lo que hacemos y oímos. Por lo inquieto que puede ser mi hijo, les parecería a otros que no le gusta ir a Misa, pero pide ir y llora si parece que mi esposo y yo vamos a ir por separado para que se quede él en casa. Quiero hacer todo lo posible para que le siga gustando ir a Misa (aunque a veces tenga que castigarle).

Por cierto, creo que tiene bastante mérito que vaya a Misa los domingos cuando le cuesta hacerlo. Un saludo.
25/04/09 2:43 PM
  
unitas
Precioso articulo.
Cualquier gesto, por pequeño que sea, puede ayudar a los niños a descubrir la importancia de la santa misa. Recuerdo de mi niñez como una señora de mi pueblo nos hacia ver y sentir lo grande que es la Eucaristía. Ella con mucha paciencia cuidaba de sus nietas en la iglesia, les iba explicando en cada momento lo que se estaba haciendo. Hay una de esas explicaciones que se me han quedado clavada en el corazón y en la memoria: en el momento de la consagración decía “mira este es el momento más grande, Dios viene a estar con nosotros”
25/04/09 11:42 PM
  
María Lourdes
Unitas, me conmueven las palabras de la señora que menciona, pero sobre tódo que su ejemplo inspiró no sólo a sus nietas sino también al resto de la parroquia.

Me recuerda cómo S. Pascual Bailón, se caía de rodillas y decía: "¡Ahí viene!, ¡allí está!" en el momento de la Consagración, aunque estuviera pastoreando muy lejos de la iglesia. Sus últimas palabras justo antes de morir fueron: "¡Ah, qué hermoso momento!" cuando alguien le dijo que la campana anunciaba la Consagración.

También es importante recordar a los niños que el mismo Cristo está presente en los Sagrarios en que está reservada la Eucaristía, haciendo genuflexiones hacia el Sagrario al entrar y salir de la iglesia y al pasar delante del Sagrario. Que nuestra fe en Dios realmente presente en la Eucaristía de buen ejemplo a los demás. Un saludo.
26/04/09 4:23 AM
  
Elena Otero
Hola, me ha gustado mucho el articulo; intentaré volver a llevar a mis hijos a misa; cuando nacieron, los primeros meses los llevaba a menudo, pero hace tiempo que no voy porque no quiero que molesten.
Intentaré seguir sus consejos, y tener más paciencia, porque echo mucho de menos la voluntad que tenia antes para ir pronto los domingos a misa.
Muchas gracias,
saludos,
Elena.

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Elena, me alegra mucho que se esforzará a volver a Misa como solía hacer, ya que tenemos la obligación de asistir a Misa los domingos y días de precepto. Espero que su comentario anime a otras madres en situaciones parecidas.

Ya sabe que frecuentando los Sacramentos (como la Eucaristía y la Confesión Sacramental), no sólo damos buen ejemplo a los hijos que Dios ha puesto bajo nuestro cuidado, sino que también recibimos la gracia necesaria para cumplir nuestra vocación.

Un saludo, y siento mucho que haya tardado tanto en publicar su comentario.
21/07/11 11:28 PM
  
gaby
muy bueno, realmente necesito consejos, todavia mi peque es chica para explicarle mucho, tiene un año y medio , lo maximo k comprendera sera por mi actitud, pero les cuento que un sacerdote me dijo acerca de esta problematica: "No te preocupes, ella es tu Misa ahora, traela y haz lo que puedas, no te aflijas si no puedes escuchar atentamente todo, Dios sabe eso y tu esfuerzo también". yo preferentemente me voy al pasillo lateral, donde hay poca gente, y tengo salida rapida si necesito salir por los gritos, hay k tener paciencia

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Gaby, muchísimas gracias por haber compartido su experiencia y los consejos de ese sacerdote. Mi hija menor tiene más o menos la misma edad que su hija. Si no se toma una siesta durante la Misa, me suelo pasar parte del tiempo en el vestíbulo. Mi hijo tiene ahora 7 años y ya no se acuerda de haberse portado mal en Misa (aunque todavía le cueste sentarse quietecito :) ). Gracias a Dios, ha madurado a lo largo de los años y me alegro de haberle estado llevando a Misa, a pesar de los malos ratos que he pasado a veces. Gracias de nuevo por haber dejado su comentario (que siento mucho haber tardado tanto en publicar).
10/02/13 4:06 AM
  
reina pas
Mi bebe tiene casi dos años pero es muy inquieto, grita si mi esposo lo sostiene y si lo suelta camina por toda la iglesia hasta llegar al altar mayor, es un dolor de cabeza y salimos tristes y molestos hemos dialogado de ir en misas diferentes para no llevarlo y esperar q crezca.
08/04/15 5:52 AM
  
reina pas
Se necesita de mucha paciencia para llevarlos a misa pero debemos hacer lo posible y pedir sabiduría al Señor.
08/04/15 5:59 AM
  
Maria Lucia Camacho
Muy bueno el articulo. Justo estaba buscando algo que me de una luz sobre como actuar. Tengo una hija de 10 y uno de 3 años. La primera hace caras de aburrida y siempre me molesta esa actitud, aunque ya ante la insistencia de la fe y como se debe portar, creo que ha mejorado. El que no he podido controlar es a mi chiquito de 3 años, no se queda quieto ni un minuto por mas que le hablo antes de entrar en la iglesia y el repite todo lo que debe hacer, pero no lo hace, así que es muy incomodo para nosotros tener que decirle e insistirle toda la misa que no corra o que se quede callado. Cada día es mas difícil y yo por su puesto no puedo concentrarme. A veces me dan ganas de no llevarlos, pero se la importancia de llevarlos, de ir a misa en familia y de acercarlos a Dios. Asi que seguiré tratando con los consejos del articulo y de otros papás!
06/03/16 4:36 PM
  
Alma
Les quiero comentar mi experiencia. Yo twngo dos ninos de 3 y 4 anos.( se podran imaginar los terremotos que son.) Yo voy a misa casi todos los dias y aprovecho para llevar mis ninos cuando pyedo, pues en la iglesia hay un pre school y ellos asisten alli. La misa comienza antes que mus hijos comiencen sus clases.
Les quiero decir que no es nada facil, especialmente si son pequenos. Hay que tener mucha paciencia, no solo con ellos , si no la gente que se cree que nunca fueron ninos y que ellos no deben decir ni una palabra en misa. ( entiendo la otra parte tambien) , pero es un proceso. No dejen de asistir a misa y mucho menos dejar de llevar sus ninos. Esta esad es la mas importante pirque ellos estan formando y van a llevar esto en su corazon. Es asi como cuando estan aprendiendo a ir al bano. Es con paciencia. Los ninos son intelignetes y aprenden rapido. Mi hijo de 4 anos se porta muy bien. El de 3 aveces no se porta tambien, pero obedece cuando le digo que deje de hacer lobque esta haciendo. Todo es con tiempo y perseverancia.
La gente en la iglesia se me aceeca y me felicita y me dice que hago un buen trabajo con ellos. ( eso me da mas animo para seguirlos llevando). Entre mas tempranoblos llevemos mas cerca debDios ellos eataran.
Recuerdenobque decia Jesus dejad que los ninos vengan a mi. A Jesus le encanta ver a sus ninos en la iglesia. Si no los llevas chiquitos , despues te va a costar mas trabajo llevarlos cuando sean grandes. Hay que ensenar a amar a Dios. Ademas despues de misa yo los llevo al tabernaculo y oramos , les explico que Jesus esta alli. Ellos ahora entienden y van solitos a saludarlo. Como madre se me vienen las lagrimas al veelos ir a buscar a Jesus y oirlos orar.
Espero les sirva mi experiencia como testimonii.
02/01/17 10:52 PM

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