InfoCatólica / Razones para nuestra esperanza / Archivos para: Diciembre 2013

30.12.13

Penumbras masónicas –2

Comentario crítico del libro: Fernando Amado, En penumbras. La Masonería uruguaya (1973-2008), Editorial Fin de Siglo, Montevideo, 2008, 9ª edición.

3. La condena de la Iglesia católica a la Masonería

Ahora comentaré el comienzo del Capítulo IV, titulado “La Iglesia católica y su adversario de todas las horas: la Masonería”. Citaré el texto del autor en letra itálica, intercalando mis comentarios en letra normal.

1. ¿Ser católico y ser masón, es posible?
1.1 La condena universal de la Iglesia católica

Lo primero que debemos señalar es que la respuesta a esta pregunta nos introduce en un terreno harto sinuoso, de múltiples y variadas respuestas.”
(p. 77)

En realidad, no es así. Esa pregunta admite sólo dos respuestas: “Sí” (la respuesta masónica) o “No” (la respuesta católica).

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28.12.13

Penumbras masónicas –1

Comentario crítico del libro: Fernando Amado, En penumbras. La Masonería uruguaya (1973-2008), Editorial Fin de Siglo, Montevideo, 2008, 9ª edición.

1. Un libro filo-masónico

En el Prefacio del libro en cuestión, que fue un best-seller a escala uruguaya, el autor dice que el objetivo de su libro es “desmitificar las fantasías que se tejen alrededor de la (institución masónica)… e intentar desnudar la verdadera esencia de la orden.” (p. 15). Intenta presentar su trabajo como una investigación objetiva y desapasionada: “El escritor e investigador no debe pertenecer al colectivo que piensa analizar. No sería leal con el lector.” (pp. 15-16).

No obstante, el autor reconoce su fascinación por la masonería: “Lo cierto es que cada día que pasaba quería saber más y más sobre la realidad de la Masonería, una institución que había logrado despertar en mí un interés tan impresionante que sólo podía compararse con mi gran amor: la política. Era todo un mundo nuevo y fascinante a la vez” (p. 15).

El lector puede comprobar fácilmente que esa fascinación anuló en buena medida el sentido crítico del autor, quien, a lo largo de toda su obra, se esfuerza por justificar todos los defectos y errores de la masonería, terminando siempre por absolverla. Estamos, pues, ante un libro evidentemente filo-masónico. Como prueba, me limitaré a citar dos textos, contenidos al comienzo y al final del libro, respectivamente.

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26.12.13

Cuando pasen los siglos (Fernando Díaz Gallinal)

Cuando pasen los siglos, los pobladores de la Tierra se olvidarán de que existió una vez el Premio Nobel. Se olvidarán de Bill Gates y de la guerra de las Colas, de Internet y del Puente Aéreo. Nadie sabrá entonces a cuánto cotizaban los bonos del tesoro estadounidense el 1° de marzo de 1996, ni qué eran los bonos del Tesoro, ni los Estados Unidos. Nadie sabrá tampoco que había una empresa llamada UTE, que nos cobraba la electricidad tres veces más de lo normal y por qué eso era así.

Se borrarán, con los siglos, las huellas de Atilio García y de Severino Varela en el Estadio, y las del Estadio Centenario en Montevideo, y las de Montevideo en Uruguay, y las de Uruguay en América. Se terminarán de diluir en los espacios las ondas que llevaron las voces de Solé, Heber Pinto, Víctor Hugo y el Toto da Silveira –y así se perderá la memoria de lo que fuimos.

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22.12.13

¡Feliz Navidad!

“Dios, infinitamente perfecto y bienaventurado en Sí mismo, en un designio de pura bondad ha creado libremente al hombre para hacerlo partícipe de su vida bienaventurada. En la plenitud de los tiempos, Dios Padre envió a su Hijo como Redentor y Salvador de los hombres caídos en el pecado, convocándolos en su Iglesia, y haciéndolos hijos suyos de adopción por obra del Espíritu Santo y herederos de su eterna bienaventuranza.” (Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1).

“Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en Él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él.” (Juan 3,16-17).

“Yo estoy crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí: la vida que sigo viviendo en la carne, la vivo en la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí.” (Gálatas 2,19-20).

Que en esta Navidad la luz de la fe en la Buena Noticia de Jesucristo, el Hijo de Dios encarnado, muerto y resucitado para nuestra salvación, ilumine nuestras mentes y corazones, haciéndonos conocer el infinito amor de Dios por nosotros y sentir la alegría de ser hijos de Dios.

¡Feliz Navidad y feliz Año Nuevo!

Daniel Iglesias Grèzes


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18.12.13

La Iglesia y el mundo moderno (G. K. Chesterton)

2 de julio de 1919

Un artículo en el Daily Express, el otro día, tratando de los obispados vacantes, observaba que el Primer Ministro era un excelente juez en esa materia, porque, siendo él mismo un “no conformista”, se encontraba fuera de la política de la Iglesia de Inglaterra. El principio es interesante y valdría la pena preguntar si los “no conformistas” se lo aplicarían a sí mismos. El Papa está fuera de la política de la Conferencia de Wesley y debería, por lo tanto, cubrir a su placer los púlpitos metodistas. El moderador de la Scottish Assembly (Asamblea Escocesa) debería presidir imparcialmente a todos los sectores presbiterianos. El General de los jesuitas parecería igualmente indicado para cumplir esa función, sea por nominación o en persona. Cuando el Gran Lama del Tibet haya mediado despóticamente en las querellas que hoy dividen al mundo de la Ciencia Cristiana, y el Sheik-ul-Islam haya nombrado o depuesto a todos los ángeles y arcángeles de la Iglesia Católica y Apostólica de Irving, la gente podría comenzar a percibir que hay una falacia en el argumento de la imparcialidad. Imparcialidad significa, en el mejor de los casos, indiferencia a todo y, más a menudo, hostilidad hacia todos. Después de esa experiencia, comenzarían a entender por qué esos anglicanos que más creen en la Iglesia, creen menos en la Iglesia Establecida, y cómo ellos quieren desestablecerla para poder salvarla.

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