InfoCatólica / La Puerta de Damasco / Archivos para: Noviembre 2017

28.11.17

Homilías

Entre las responsabilidades que comporta el ministerio ordenado – de los obispos, presbíteros y diáconos - , ocupa un lugar destacado la predicación de la homilía. Para muchos cristianos, la homilía es – casi - la única explicación y comentario que escuchan sobre la Palabra de Dios, Palabra que tiene su principal instancia testimonial en la Escritura unida a la Tradición.

En mi tarea ministerial he intentado escribir las homilías – si no todas, sí casi todas – correspondientes a los tres ciclos litúrgicos: A, B y C. De ese esfuerzo han salido cinco libros: “La cercanía de Dios”, “El camino de la fe”, “El encuentro con Jesús”, “La humanidad de Dios” y “El camino del discípulo”. Esas publicaciones se han gestado en este blog e, indudablemente, han surgido de la obligación propia de tener que predicar en mi parroquia. Una obligación gozosa, por la que doy gracias a Dios.

El sacerdote Pablo Cervera Barranco nos ofrece, de nuevo, un gran servicio. Ha recogido en un volumen,  “El Año litúrgico predicado por Benedicto XVI. Ciclo B”, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 2017, 437 páginas, 22 euros, las homilías del papa Benedicto correspondientes a este inmediato ciclo litúrgico.

Son pequeñas obras maestras, como todo lo escrito por Benedicto XVI. En el futuro, no lejano; es decir, cuando se prepare una nueva edición de la “Liturgia de las Horas”, los textos de Benedicto XVI aparecerán, eso creo, con profusión en el Oficio de Lectura. Escribe con la hondura y con la claridad de un Padre de la Iglesia. En mi letanía particular - de personas admiradas - están Newman y Benedicto XVI, los dos muy seguidos, muy cercanos. Y está Juan Pablo II, no tanto por sus escritos, sino por su vida. Aunque sus escritos no sean desdeñables, porque son muy importantes doctrinalmente.

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6.11.17

A ciertas cosas, no hay derecho

Hay cosas que suceden sin más. Pero, entre las cosas que suceden, algunas de ellas se escapan a nuestra lógica, que nos mueve a reivindicar derechos y a exigir obligaciones. Otras lógicas no lo hacen. Uno no puede desear hacer comparecer al Universo porque un rayo haya caído sobre su casa. No podrá hacerlo. Y, si hubiese caído sobre una persona, tampoco.

Pero uno sí puede sentirse responsable si, por su culpa, se causa un enorme daño debido a la falta de cuidado que no es imputable a nadie, en principio, sino a uno mismo. No es sensato que, por satisfacer a saber qué gusto, alguien se permita tener una corte de tigres, o de leones o de lobos. Y no sé cómo se comportan los tigres, los leones o los lobos si se ven condenados a formar parte de la corte de alguien, presuntamente, irresponsable e irracional. Pero sí vemos qué pasa con ciertos perros.

Leer que una señora mayor, a la vuelta de Misa, se haya visto devorada por unos perros; saber que se debate, ahora, entre la vida y la muerte, es mucho más de lo que es posible soportar.

Cualquier mal – los incendios, las catástrofes, etc. – son evaluables en la medida en que los afectados sean tales, afectados, por la dejación de funciones de los responsables. Pero un monte quemado no es nada en comparación con una persona devorada por perros, no salvajes, sino, supuestamente, bajo control.

Hay gente que, si hay espectáculo, si es noticia, se apunta. Y, si no, no le importa, pasa. A algunas personas, hasta buenas, no les importan las personas, sino solo las causas, o solo el quedar bien. O a saber qué. Si hay un incendio enorme, no ahorran calificativos.

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2.11.17

No se la pierdan: “Red de libertad”

Todos asociamos Hollywood con el cine. También Bollywood, en la India, suena ya a cine. De estos últimos estudios ha salido el protagonista masculino, Ali Fazal, de la divertida película “La Reina Victoria y Abdul”, un filme que hace reír, sin duda, pero que, al mismo tiempo, ayuda a pensar.

En nuestro reino gallego - no independentista - contamos con la creciente importancia del festival de “Cans”. Quizá comenzó como una broma, pero ya es algo más que una broma. Empieza – o ha empezado a serlo – algo serio.

La película “Red de Libertad” nos remite a otro paisaje, distinto pero no lejano: A Rodriwood. A una tierra de cine que es Ciudad Rodrigo. Más importante que Cans, quizá no de momento, pero llamada a emular a Cannes, a Bollywood y hasta a Hollywood. ¿Por qué no iba a serlo?

El director de “Red de Libertad” es Pablo Moreno Hernández, que como guionista y productor de cine tiene ya un curriculum importante: Largometrajes: “Talitá Kum” (2007), “Pablo de Tarso, el último viaje” (2009), “Crónicas del camino, historias de hospitaleros y peregrinos” (2010), “Un Dios prohibido” (2012), “Poveda” (2015), “Luz de Soledad” (2016).

Es un director que lo que hace, en cine, lo hace muy bien. Y, encima, con muy poco dinero. Y esa capacidad de mejorar la relación calidad-precio ha hecho grande no solo a Hollywood, sino también a Bollywood y, por supuesto, a nuestro Cans, que ya hace tiempo que ha dejado de ser, como he dicho, una broma.

La película, “Red de libertad”, es preciosa. La protagonista es una “monja”  - según el Derecho Canónico sería una integrante de una Sociedad de Vida Apostólica – dotada de una enorme personalidad, de una gran valentía y de una extraordinaria fe. La protagonista, Sor Elena, es toda una mujer y toda una santa. Y esa gran mujer está representada por una gran actriz que es Asunta Serna. Que brilla en su interpretación.

Pero Sor Elena no está sola. En torno a ella, y urdida por ella, hay una gran “Red de Libertad”. Una red que no “pasa” de lo que sucede en el mundo, sino que se implica. Una red que incorpora, en su afán de salvar a presos de la dictadura nazi, a todo hombre de bien. Y el hombre de bien no es, en principio, un héroe. Puede ser un cobarde o un colaboracionista, pero, al final, sale su parte buena.

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1.11.17

El sello

Me han dicho que la oficina de la Santa Sede - o del Estado Vaticano, que no es lo mismo, pero como si lo fuere-  encargada de estos menesteres, de sacar a la luz sellos, ha aprobado uno en el que, con una iconografía muy semejante a lo que entendemos por el Calvario - Cristo en la Cruz, al lado de María y de San Juan - va a publicar un sello postal con un Crucificado en el centro, con un fondo que sería la ciudad de Wittenberg, y con dos personajes, a un lado y a otro de la Cruz.

No se trata de La Virgen y de San Juan, ni de los dos ladrones, sino de Lutero, arrodillado, portando en sus manos la Biblia, y de Melanchton sosteniendo la “Confesión de Ausburgo".

Me ha llevado un tiempo creer que esto era posible, o que era verdad. Es muy comprensible desear que, en un mundo descreído y necesitado de justicia, los cristianos hagamos causa común. Es muy comprensible desear que los cristianos - protestantes y católicos - nos unamos en la defensa de la existencia de Dios, de la condición de seres creados por Él, y que defendamos, todos, la vigencia de los mandamientos.

La imagen del supuesto sello del Vaticano no me parece ni siquiera creíble. Estamos todos en España doloridos por la experiencia absurda de Cataluña. ¿Ustedes se imaginan un sello de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre con la bandera de España en el centro y a un lado y a otro, a los que han liderado el separatismo en esa Comunidad? Yo no. Y pensaría, si esa edición de sellos la financiase el Estado español, que algo fallaba. Algo muy esencial. Tanto como el sentido común.

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