La virtud de la PUREZA. La fecundidad matrimonial (4-4)

Última entrega de la hermosa virtud de la pureza.

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1 comentario

  
Sancho
Esa distinción entre métodos naturales y artificiales me parece una hipocresía, puesto que el objetivo es el mismo. También puede darse el caso de que alguno de los cónyuges pueda transmitir alguna enfermedad al otro durante la relación sexual, por lo que sea indicado el uso del preservativo para evitarlo. El avance de la medicina en general se debe en gran medida al desarrollo de métodos artificiales, sin que a nadie razonable se le ocurra pensar que deberían prohibirse por el hecho de ser artificiales. Otra cosa es, como ocurre con algunos anticonceptivos hormonales, que tengán efectos secundarios indeseables y peligrosos.

En cuanto al caso de Onán, en la Biblia no dice que fuese castigado por usar un método anticonceptivo, sino por no querer dar descendencia a su hermano fallecido para quedarse con su herencia.

En mi opinión, en este asunto debería aplicarse lo que san Pablo recomienda para la limosna: “Que cada uno dé conforme a lo que ha resuelto en su corazón, no de mala gana o por la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría” (2 Cor 9,7). No obstante, me atengo a lo que mande la Iglesia.
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Creo que debe estudiar moral...; tiene varios errores en pocos párrafos.
Menos mal que se atiene a lo que mande la Iglesia. Dios lo guarde. PJOR
28/09/19 2:58 PM

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