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11.11.23

La Palabra  para el Domingo - 12 de noviembre de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 12 de noviembre de 2023 sino sábado, 11. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.  



Mt 25, 1-13


1”Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio. 2 Cinco de ellas eran necias, y cinco prudentes. 3 Las necias, en efecto, al tomar sus lámparas, no se proveyeron de aceite;4 las prudentes, en cambio, junto con sus lámparas tomaron aceite en las alcuzas. 5 Como el novio tardara, se adormilaron todas y se durmieron.6 Mas a media noche se oyó un grito: “¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro!"7 Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. 8 Y las necias dijeron a las prudentes: “Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan.” 9 Pero las prudentes replicaron: “No, no sea que no alcance para nosotras y para vosotras; es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis.” 10 Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta. 11Más tarde llegaron las otras vírgenes diciendo: “¡Señor, señor, ábrenos!” 12 Pero él respondió: “En verdad os digo que no os conozco.” 13 Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora.`”
  

COMENTARIO

Cuando quiera llega Dios

En realidad, aunque muchas veces lo diga Cristo y otras tantas veces se nos repita, no parece que entendamos lo que quiere decir que en cualquier momento podemos ser llamados a la Casa del Padre. En cualquier momento se nos puede requerir para comparecer ante el tribunal de Dios y rendir, digamos, cuentas, de nuestra existencia, ver en qué consiste nuestro debe y nuestro haber y, en fin, resultar de una forma u otra,  juzgados.

Algo así les pasaba a aquellas doncellas que no parecían tener claro que cuando menos se lo esperaran podía llegar el novio y, así, entrar en la fiesta de bodas. Se confiaron más de la cuenta y fueron, como suele decirse, necias.

Es cierto que puede parecer que Dios tarda en llamarnos porque para todo el que anhela la vida eterna, el paso por esta vida le ha de parecer excesivamente extenso. Y la confianza en el no saber es, casi siempre, el peor enemigo que nos encontramos y quien nos provee de una especie de falta de razonabilidad que nos impele a no hacer lo que debemos.

La parábola de las diez vírgenes – PEREGRINO DE LO ABSOLUTO

Y, sin embargo, a pesar de nuestro actuar negligente (no prepararnos como deberíamos prepararnos) tendremos que comparecer exactamente igual ante el tribunal de Dios. En tal momento, seguramente, echaremos de menos no haber hecho lo que deberíamos haber hecho a su tiempo: perdonar cuando se nos ofendía, ofrecer ayuda a quien la necesitaba, acompañar a quien se encontraba en soledad y ser, en fin, fieles discípulos de Cristo como decíamos que lo éramos.

El aceite para las lámparas es como la fe para nuestro corazón de fieles cristianos. Si nos falta el mismo, difícilmente nos podrá iluminar a nosotros mismos y al prójimo y no servirá para lo que está preparado que sirva.

Por eso nos pide Cristo que velemos o, lo que es lo mismo, que estemos siempre preparados para la llamada de Dios. Y tal preparación sólo puede consistir en fortalecer nuestra fe y llevar a cabo un comportamiento adecuado y que se adecue a la misma. De otra forma, en primer lugar, no haremos lo que tenemos que hacer y, en segundo lugar, defraudaremos a Aquel que nos creó y que quiso, para nosotros, una vida acorde con su voluntad.
 

PRECES

Por todos aquellos que no se preparan para la llamada de Dios.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no quieren escuchar la llamada a la confesión de la fe.

Roguemos al Señor.

 
ORACIÓN

 
Padre Dios; ayúdanos a no olvidar que, en cualquier momento puedes llamarnos y lo que eso significa para nosotros y para nuestra vida.


Gracias, Señor, por poder transmitir esto.
 

El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 

Panecillo de hoy:

¡Cuánto nos conviene estar preparados ante la llamada de Dios!


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

4.11.23

La Palabra para el Domingo - 5 de noviembre de 2023

Resultado de imagen de SAnta BibliaComo es obvio, hoy no es domingo 5 de noviembre de 2023 sino sábado, 4. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.  

Mt 23, 1-12



“1 Entonces Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos 2 y les dijo: ‘En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. 3 Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen. 4 Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas. 5 Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; se hacen bien anchas las filacterias y bien largas las orlas del manto; 6 quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, 7 que se les salude en las plazas y que la gente les llame’“Rabbí’. 8 ‘Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar ‘Rabbí’ porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos. 9 Ni llaméis a nadie “Padre” vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo. 10 Ni tampoco os dejéis llamar ‘Directores’ porque uno solo es vuestro Director: el Cristo. 11 El mayor entre vosotros será vuestro servidor. 12 Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.”


COMENTARIO

Verdades más que importantes

El Hijo de Dios fue enviado al mundo para que se cumpliese la Ley de Dios. Y eso, en aquel mundo en el que le había tocado vivir, no era de lo más fácil ni sencillo.

El caso es que
sabía muy bien cómo eran aquellos que, se suponía, cuidaban al pueblo elegido por Dios, desde el punto de vista espiritual. No hacían las cosas, precisamente, como debían.

En muchas ocasiones se había visto obligado el Hijo de  Dios a leerles la cartilla a fariseos, escribas y demás. Y es que, conociendo como conocían la Ley de Dios, no le gustaba, para nada, que no hicieran lo que debían en tal materia y cargaran, sobre las espaldas de los fieles judíos, grandes pesos, muchas normas y leyes, que impedían que su vida de fe fuera fluida. Y eso, para Jesucristo, era hacer un flaco favor a los que debían alcanzar el Reino de Dios.

Casi podemos imaginar lo que pasaría por el corazón de Cristo cuando viera que los que estaban destinados por Dios a ser guías de su pueblo se comportaban como los que impedían que sus fieles hijos alcanzaran conocimiento verdadero y cierto acerca de la voluntad del Padre. Y es que era como negarles el Cielo.

De todas formas,
Jesucristo, abunda en lo que debe ser tenido en cuenta por todos aquellos que anhelan alcanzar la vida eterna. Y es que, por decirlo así, Dios no nos va a llevar, a arrebatar, del mundo para que entremos, sin más, en su definitivo Reino. No. Nosotros debemos ser buenos hijos suyos y, para eso, no hay que olvidar lo que no hay que olvidar.

Así, por ejemplo, debemos tener muy bien entendidos toda una serie de principios como, por ejemplo, el de saber quien es nuestro único Maestro (Cristo); también, quien es nuestro Padre del Cielo (Dios).

Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será  ensalzado.

Y entonces, justo después de decir que no caigamos en determinados comportamientos, siembra en el corazón de aquellos que le escuchan y, ahora, en el nuestro, los principios fundamentales que debe seguir todo discípulo suyo:


1. Servir.

2. Ser humildes.

Decir esto pudiera parecer, sólo, una declaración de intenciones. Es decir, debemos hacer eso y ya está.

Sin embargo,
hay mucho encerrado en hacer eso y no un simple cumpli-miento (el famoso cumplo y miento) y poco más…

Así, por ejemplo, servir al prójimo supone hacer lo mismo que hizo el Maestro Jesucristo cuando vivió entre aquellos otros nosotros. Eso hizo a lo largo de su vida y, al final, en la Última Cena donde manifestó que eso, lavar los pies (en un sentido básico y amplio del servicio) a sus discípulos, era lo que ellos debían hacer.

Pero también nos quería decir que debemos hacer algo a lo que no siempre estamos dispuestos: ser humildes.

La humildad es la verdadera piedra de toque del discípulo de Cristo. Y es que ser capaz de humillarse, de saberse el último de entre los hijos de Dios (nada ante el Padre y nada ante el prójimo) es lo mismo que reconocer lo que, verdaderamente, somos.  Y eso, como es fácil, comprender, no es siempre sencillo sino, en la mayoría de las ocasiones, casi imposible por cómo somos los seres humanos de egoístas y de soberbios…

De todas formas, no podemos olvidar lo que supone humillarse. Y supone ser enaltecido. Y tal enaltecimiento no creemos se refiera Jesucristo a lo que pueda suceder envida de quien actúe con humildad sino que eso acaecerá en el Cielo donde la recompensa es mayor cuanto mayor sea el buen comportarse del hijo de Dios en el mundo.

Vemos, por tanto, que 
Cristo nos previene contra aquellos comportamientos que puedan, en el fondo, causarnos daño y que nos pone sobre la pista de cómo debemos comportarnos y actuar.

No será, podríamos decir, porque no nos ha avisado…
  

PRECES 

Por todos aquellos que prefieren disimular su fe.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que ni quieren ser humildes y no quiere ser servidores.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a ser humildes y a servir al prójimo.

  
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

  
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 

Panecillo de hoy:

Ya dijo Dios que había que escuchar a Su Hijo. Pues eso… 


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

28.10.23

La Palabra para el Domingo - 29 de octubre de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 29 de octubre de 2023 sino sábado, 28. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.  



Mt 22, 34-40
  

“34 Mas los fariseos, al enterarse de que había tapado la boca a los saduceos, se reunieron en grupo, 35 y uno de ellos le preguntó con ánimo de ponerle a prueba: 36 ‘Maestro, ¿Cuál es el mandamiento mayor de la Ley?’37 El le dijo: ‘Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.  38 Este es el mayor y el primer mandamiento. 39 El segundo es semejante a éste: ’Amarás a tu prójimo como a ti mismo.’ 40 De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas’.”

 

COMENTARIO

No conocer a Cristo es, verdaderamente, una mala cosa

 
Los que no querían a Jesús porque, como a otros profetas de otros tiempos, lo querían bien alejado de sus realidades mundanas y espirituales, que el Maestro demostrara una y otra vez que no tenían razón en la apreciación de la Ley de Dios no era de su particular y egoísta gusto.

Sin embargo, Jesús había venido al mundo a cumplir de forma total con la voluntad y la Palabra de Dios y no iba a dejar de hacerlo por los intereses de unos u otros porque bien sabía el Hijo de Dios que el mundo, entonces también, era cambiante y el pensamiento del individuo que tenía fe parecía adaptarse en exceso a los cambios del siglo.

Fariseos, saduceos… todos ellos querían ver a Jesús alejado de sus vidas. Siempre que podían le planteaban preguntas para ver si caía en alguna de sus trampas. El caso es que, al parecer, se negaban a creer (aún viendo lo que hacía y decía) que aquel a quien perseguían era, nada más y nada menos, que el Mesías. Y así les iba pues solían ir a por lana y salir trasquilados.

Ahora le preguntan a Jesús por algo, para ellos, elemental y que, por supuesto, no podía ignorar Quien todo lo había hecho.

Cuál es el mandamiento más grande de la Ley? | La Banda Diario

Es síntoma de gran despiste querer que el Mesías les diga qué es lo más importante de la Ley de Dios; síntoma, además, de gran ceguera.

Toda la norma divina, todas aquellas normas que ellos, aquellos que le perseguían, habían elaborado a través de los tiempos basándose en la Ley de Dios, pendían, como de un hilo, de dos principios fundamentales. A ellos, al parecer, no les debían parecer importantes.

Eran cosas sencillas porque, por elementales, nadie podía ignorar. Eran, además, propias de quienes aceptan la voluntad de Dios… si la aceptan, claro está.

Amar a Dios sobre todas las cosas era, por decirlo así, lo básico. Pero, para decir que se ama a Dios por encima de todo y con todo el corazón no basta con decirlo sino que se ha de notar en la vida de quien así habla o dice. Y eso era en lo que fallaban muchos de los que perseguían a Jesús: decían con la boca pero no hacían con sus obras porque no actuaban con misericordia sino con odio, por ejemplo.

Y, además, lo otro: amar al prójimo como a uno mismo…

¡Qué difícil es amar a los enemigos o quien algo te debe!

Aquellos que le preguntaban entendían, seguramente, lo que decía Jesús. Lo entendían porque estaba escrito en sus corazones por Dios mismos. Ellos, sin embargo, lo escondían como si se tratase de algo malo. Y lo escondían porque no les convenía, por ejemplo, perdonar a quien odiaban o porque, sencillamente, no tenían ánimo para, muchas veces, ser misericordiosos…

Ley y Palabra de Dios; Mesías y cumplimiento de una y seguimiento de la otra: demasiado difícil para quien había hecho a Dios estrado de sus pies… y no al revés.

PRECES
 
Por todos aquellos que no aceptan la primacía de la Ley de Dios en sus vidas.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que no aman al prójimo como a sí mismos.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a cumplir tu santa y benevolente Ley.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 

 

Eleuterio Fernández Guzmán

 

Panecillos de meditación

 

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

Cumplir la Voluntad de Dios y no otra cosa es lo que se pide a sus hijos. 


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

21.10.23

La Palabra  para el Domingo - 22 de octubre de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 22 de octubre de 2023 sino sábado, 21. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.  


Mt 22, 15-21



“15 Entonces los fariseos se fueron y celebraron consejo sobre la forma de sorprenderle en alguna palabra. 16  Y le envían sus discípulos, junto con los herodianos, a decirle: ‘Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con franqueza y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas.17 Dinos, pues, qué te parece, ¿es lícito pagar tributo al César o no?’18 Mas Jesús, conociendo su malicia, dijo: ‘Hipócritas, ¿por qué me tentáis? 19 Mostradme la moneda del tributo.’ Ellos le presentaron un denario. 20 Y les dice: ‘¿De quién es esta imagen y la inscripción?’ 21 Dícenle: ‘Del César.’ Entonces les dice: ‘Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios.’”

COMENTARIO 

Hay que dar a Dios lo que es de Dios
 
Seguramente la expresión de Jesús, lo que nos dice, en este texto del evangelio de San Mateo, es una de las más conocidas de las muchas que dijo a lo largo de su vida pública. Y de ella, además, se ha interpretado lo que tiene que ver con la vida, en general del creyente católico.

Sin embargo, siendo esto importante (y algo se dirá después) el caso es que el contexto en el que Jesús dice lo que dice tiene mucho que ver con la trampa y con el engaño aunque, de verdad, también tiene que ver con la ignorancia absoluta acerca de Quién era Jesús cuando habla al respecto del César y de Dios.

En cuanto a la trampa y al engaño, aquellos que querían perseguir a Jesús porque no entendían lo que decían y, también, porque creían que no les convenía para nada, buscan cogerlo en un renuncio. Por eso le preguntan acerca de los impuestos que los judíos han de pagar al invasor romano.

Adulan a Jesús. Aquellos que le preguntan al Maestro sobre qué deben hacer empiezan hablando sobre la veracidad de las palabras del Hijo de Dios. Y eso es verdad. Sin embargo, lo hacen porque quieren hacer ver a Jesús que estiman, en mucho, sus palabras y sus opiniones cuando, en realidad, tienen el peor pensamiento sobre Él. Y es que, en verdad, eran fariseos en todos los sentidos del término.

Dicen, también, una gran verdad: a Jesús no le importa lo que puedan decir los demás acerca de lo que dice. Y tal es así porque lo que dice es Palabra de Dios y eso, aunque ellos, al parecer, no lo saben, es la verdad más verdadera. Por eso a Jesús no le importa decir lo que tiene que decir acerca de la moneda que pide que le muestren.

El caso es que con aquella moneda Jesús sienta una doctrina que, desde entonces, ha valido para siempre.

Dad al César lo del César, y a Dios lo de Dios

Así, por ejemplo, nos dice que una cosa es el mundo y otra, muy distinta, Dios. Y a cada uno hay que dar lo que le corresponde.

Y es que al mundo hay que darle aquello que, en conciencia, le corresponde: desempeñamos una labor, un trabajo… pues hacer honradamente lo que debemos hacer; en la vida política… lo que nos corresponde de acuerdo con la doctrina católica; etc.

Pero a Dios no debemos olvidarlo. En primer lugar, porque es nuestro Creador; en segundo lugar porque decimos que es lo más importante por encima de todas las cosas y que lo amamos con todo el corazón, con toda el alma y con todas nuestras fuerzas.

Por tanto, a Dios debemos darle lo que, legítimamente le corresponde: amor y oración: entrega a su voluntad y petición o agradecimiento.

Lo que Jesús les dijo a los hipócritas que le preguntaban era que no podían olvidar a Dios y sólo ocuparse del mundo. Hacer eso era comportarse como malos hijos del Todopoderoso y eso Jesús no podía soportarlo ni quería callarlo.

Dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César… porque a cada cual le corresponde lo que le corresponde recibir. Y no podemos dejar de lado al Creador para atender, en exclusiva, al mundo porque supondría seguir un camino torcido hacia su definitivo Reino.

Y eso, lo que dijo Jesús, seguramente no gustó a quienes le habían preguntado. Ellos esperaban una respuesta más tibia… a su mismo nivel.


PRECES

 Por todos aquellos que no quieren separar al mundo de Dios.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que pretenden engañar a Dios en su corazón.

Roguemos al Señor.

ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a tenerte siempre presente y a no ceder a las asechanzas del Maligno en el mundo.

Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 
Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

Dar a Dios lo que es de Dios… es cierto que no siempre lo hacemos.


Para leer Fe y Obras.


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Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

14.10.23

La Palabra para el Domingo - 15 de octubre de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 15 de octubre de 2023 sino sábado, 14. Esto lo decimos porque publicamos hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario. 

 
Mt 22, 1-14

  
1 Tomando Jesús de nuevo la palabra les habló en parábolas, diciendo:

2 ‘El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró el banquete de bodas de su hijo. 3 Envió sus siervos a llamar a los invitados a la boda, pero no quisieron venir.4 Envió todavía otros siervos, con este encargo: Decid a los invitados: ‘Mirad, mi banquete está preparado, se han  matado ya mis novillos y animales cebados, y todo está a punto; venid a la boda."’ 5 Pero ellos, sin hacer caso, se fueron el uno a su campo, el otro a su negocio; 6 y los demás agarraron a los siervos, los escarnecieron y los mataron. 7 Se airó el rey y, enviando sus tropas, dio muerte a aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad.8  Entonces dice a sus siervos: ‘La boda está preparada, pero los invitados no eran dignos. 9 Id, pues, a los cruces de los caminos y, a cuantos encontréis, invitadlos a la boda. 10 Los siervos salieron a los caminos, reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de comensales. 11 ‘Entró el rey a ver a los comensales, y al notar que había allí uno que no tenía traje de boda, 12  le dice: ’Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de boda?’ El se quedó callado. 13 Entonces el rey dijo a los sirvientes: ‘Atadle de pies y manos, y echadle a las tinieblas de fuera; allí será el  llanto y el rechinar de dientes.’14 Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.’”   

COMENTARIO

Dios nos llama para que acudamos

Es bien sabido que el Creador, que mantiene su Creación, quiere que estemos junto a Él. Nos llama, por tanto, cuando quiere llamarnos porque otra no puede ser la voluntad del Padre Eterno. 

También Jesús utiliza la parábola para referirse a Dios, a su definitivo Reino. Y nos habla de un banquete como expresión de la vida en el Cielo, como lo mejor que puede ser y suceder donde reina, en su definitivo Reino, el Todopoderoso. 

El banquete por excelencia es al que querríamos asistir en el Cielo. Allí, donde no hay dolor ni padecimiento alguno y donde la tristeza desaparece para siempre jamás, Dios está sentado a la mesa y espera nuestra llegada. Nos invita. Poco a poco va llamando a los que quiere que estén a su lado. Y envía a quien tiene por oportuno para llamarnos. 

El Creador no hace acepción de personas porque nos quiere a todos y a todos nos llama. Por eso, a lo largo de nuestra vida podemos optar por seguirlo o no seguirlo. Dios nos da libertad para hacer eso, incluso arriesgándose a que lo olvidemos y no queramos saber nada de Quien nos creó. 

Todo está preparado en el Cielo. Es más, está preparado siempre y para siempre porque a todos nos llega la hora de acudir ante el Padre y, de ser aceptados por nuestra limpieza de alma, pasar a su definitivo Reino. O, alternativamente, ir al Purgatorio hasta que estemos tan limpios de alma como Dios merece. 

Pero, el caso es que no siempre estamos dispuestos a seguir la voluntad de Dios y oscurecemos nuestro corazón sin querer, por eso, prepararnos para entrar en el banquete que el Creador nos tiene preparado. 

Muchos Son Los Llamados Y Pocos Los Escogidos. Mateo 22:14

El caso es que, incluso queriendo acudir es posible que no estemos convenientemente preparados por haber incurrido en actos pecaminosos o pensamientos del mismo jaez. Entonces Dios nos advierte para que sepamos a qué atenernos: tal forma de proceder no nos conviene nada de nada porque puede tener funestas consecuencias para nuestra vida eterna… o muerte eterna. 

A tal respecto, Jesús nos dice algo que es muy importante: Dios nos llama a todos, en efecto pero no todos acuden a la llamada. A los que sí acuden y responden positivamente a lo largo de una vida lo más cercana a lo que Dios quiere de nosotros, se les prepara un sitio en el banquete; a los que no responde positivamente sino todo lo contrario… a tales personas (a sus almas y, luego, tras la resurrección, a sus cuerpos y a sus almas) no les espera nada bueno. 

Habla Jesús del llanto y del rechinar de dientes. Y sólo puede deberse al Infierno y al destino que tienen aquellos que se empecinan en desoír la llamada de Dios a acudir a su banquete. ¿Dios nos llama y respondemos que no queremos acudir? 

Tal forma de ser y de actuar es gran ceguera que, además, no es nada conveniente para nosotros. 

Y, a pesar de eso, hay tanto ciego en el mundo…

 
PRECES

Por todos aquellos que no escuchan la Palabra de Dios.

Roguemos al Señor.

Por todos aquellos que miran para otro lado cuando Dios los llama.

Roguemos al Señor.

 
ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a estar atentos siempre a tu llamada y a seguirla.

 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

  
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 

Eleuterio Fernández Guzmán

Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 

Panecillo de hoy:

Ser llamados por Dios y no escuchar… en realidad es un mal negocio espiritual.


Para leer Fe y Obras.


Para leer 
Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.