InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Categoría: Apostolado laico -La Palabra para el Domingo

8.04.23

La Palabra para el Domingo - 9 de abril de 2022

Resultado de imagen de SAnta BibliaComo es obvio, hoy no es domingo 9 de abril de 2023 sino sábado, 8. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.

  
Jn 20, 1-9


“1 El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro. 2 Echa a correr y llega donde Simón Pedro y donde el otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: ‘Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto.’ 3 Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. 4 Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. 5 Se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no entró. 6 Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el suelo, 7 y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte. 8 Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó, 9 pues hasta entonces no habían comprendido que según la Escritura Jesús debía resucitar de entre los muertos”.


COMENTARIO

 Y ¡Resucitó!

 
Aunque no podamos decir que sepamos lo que pensaron aquellos dos discípulos asustadizos (Pedro y Juan) no es poco cierto que podemos hacernos una idea de lo que pasó por sus corazones cuando aquella mujer, María Magdalena, entró corriendo donde estaban escondidos por miedo a los judíos, y les dijo que no estaba el cuerpo del Maestro. 

Aquella mujer, por cierto, amaba mucho a Jesús. Va al sepulcro cuando aún es de noche. Quiere visitar al Maestro y, seguramente, acabar de arreglar su cuerpo porque, por las prisas del viernes es posible que no terminaran las labores propias en tal caso. Y allí que acude, presurosa aprovechando las primeras horas del día.

Pero lo que encuentran no les gusta. En realidad, es posible que no acudiera ella sola al sepulcro porque el texto de San Juan pone en boca de María Magdalena “no sabemos dónde lo han puesto”. Serían, pues, las santas mujeres que acompañaron a Jesús en el tránsito de su Pasión las que fueran allí para hacer lo que tuvieran que hacer.

Los discípulos más arrojados, Juan y Pedro, el amado de Jesús y el primus inter pares (primero entre iguales) salen corriendo. Es decir, el más joven de ellos y quien sería el encargado por Jesús de dar forma a su Iglesia, no pueden resistir la situación: si, además de haberlo matado de aquella forma ahora robaban su cuerpo… 

Y resucitó al tercer día... - Parroquia San Pedro Apóstol (Málaga)

En realidad, aún no acababan de entender que todo lo que Jesús les había dicho muchas veces: moriría y, luego, resucitaría… al tercer día. Y aquel domingo era, precisamente, el tercer día. 

Pedro, que llega después de Juan, ve lo que ha pasado. Es, sin duda, el de más edad y llega más tarde que Juan pero tiene preeminencia entre los apóstoles y no duda lo más mínimo en entrar. Mientras, Juan se queda en la puerta esperando y, cuando entra dentro se da cuenta de que las telas que habían cubierto al Señor no están tiradas por tierra (propio de un robar el cuerpo) sino que estaban puestas tal como las habían dejado en el cuerpo como si hubiera “salido” del mismo de una forma misteriosa y maravillosa. Y eso le hace creer pues no es de extrañar que Jesús le hubiese dicho, en alguna ocasión (en confidencia de quien sabía tener mucha fe y confianza) que tal sería su Resurrección. Por eso creyó cuando vio pues se había confirmado todo lo dicho por el Maestro.


Y no es poco cierto que en los apóstoles discurriera, por sus corazones, una doble seguridad: Jesús había resucitado (como verían muy pronto y comprobarían por ellos mismos) sino que, además, eso confirmaba que todo lo que el Maestro había dicho se había cumplido y todo, pues, era verdad de la verdadera. No debe extrañarnos, por tanto, que todo el miedo que, hasta entonces, había dominado sus vidas (por miedo a sufrir muerte semejante a la de Jesús) se trocar en osadía, en alegría, en gozo y, en fin, en arrojo propio de quien ya no tiene más miedo sino que se da cuenta de que la vida eterna está a su alcance. Y, ante eso, no hay obstáculo alguno que se les pueda enfrentar.


PRECES

Por todos aquellos que no creen en la Resurrección de Cristo.

 

Roguemos al Señor.

 
Por todos aquellos que no tienen esperanza en la vida eterna.

Roguemos al Señor.

 
ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a confiar en todo lo dicho y hecho por Jesucristo.


Gracias, Señor, por poder transmitir esto.


 
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

  
Eleuterio Fernández Guzmán

  

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

 
Panecillo de hoy:

 

Y resucitó como había dicho.


Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

1.04.23

La Palabra del Domingo - 2 de abril de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 2 de abril de 2023 sino sábado, 1. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.


Mt 27, 11-54

  

“11 Jesús compareció ante el procurador, y el procurador le preguntó: ‘¿Eres tú el Rey de los judíos?’ Respondió Jesús: ‘Sí, tú lo dices.’ 12 Y, mientras los sumos sacerdotes y los ancianos le acusaban, no respondió nada. 13 Entonces le dice Pilato: ‘¿No oyes de cuántas cosas te acusan?’ 14 Pero él a nada respondió, de suerte que el procurador estaba muy sorprendido. 15 Cada Fiesta, el procurador solía conceder al pueblo la libertad de un preso, el que quisieran. 16 Tenían a la sazón un preso famoso, llamado Barrabás. 17 Y cuando ellos estaban reunidos, les dijo Pilato: ‘¿A quién queréis que os suelte, a Barrabás o a Jesús, el llamado Cristo?’, 18 pues sabía que le habían entregado por envidia. 19 Mientras él estaba sentado en el tribunal, le mandó a decir su mujer: ‘No te metas con ese justo, porque hoy he sufrido mucho en sueños por su causa.’ 20 Pero los sumos sacerdotes y los ancianos lograron persuadir a la gente que pidiese la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús. 21 Y cuando el procurador les dijo: ‘¿A cuál de los dos queréis que os suelte?’, respondieron: ‘¡A Barrabás!’ 22 Díceles Pilato: ‘Y ¿qué voy a hacer con Jesús, el llamado Cristo?’ Y todos a una: ‘¡Sea crucificado!’ - 23  ‘Pero ¿qué mal ha hecho?’, preguntó Pilato. Mas ellos seguían gritando con más fuerza: ‘¡Sea crucificado!’ 24 Entonces Pilato, viendo que nada adelantaba, sino que más bien se promovía tumulto, tomó agua y se lavó las manos  delante de la gente diciendo: ‘Inocente soy de la sangre de este justo. Vosotros veréis.’ 25Y todo el pueblo respondió: ‘¡Su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!’ 26 Entonces, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarle, se lo entregó para que fuera crucificado. 27 Entonces los soldados del procurador llevaron consigo a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la  cohorte.28 Le desnudaron y le echaron encima un manto de púrpura; 29 y, trenzando una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y en su mano derecha una caña; y doblando la rodilla delante de él, le hacían burla diciendo: ‘¡Salve, Rey de los judíos!’; 30 y después de escupirle, cogieron la caña y le golpeaban en la cabeza.31 Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron sus ropas y le llevaron a crucificarle. 32 Al salir, encontraron a un hombre de Cirene llamado Simón, y le obligaron a llevar su cruz. 33 Llegados a un lugar llamado Gólgota, esto es, ‘Calvario’, 34 le dieron a beber vino mezclado con hiel; pero él, después de probarlo, no quiso beberlo. 35 Una vez que le crucificaron, se repartieron sus vestidos, echando a suertes. 36 Y se quedaron sentados allí para custodiarle. 37   Sobre su cabeza pusieron, por escrito, la causa de su condena: ‘Este es Jesús, el Rey de los judíos.’ 38Y al mismo tiempo que a él crucifican a dos salteadores, uno a la derecha y otro a la izquierda. 39 Los que pasaban por allí le insultaban, meneando la cabeza y diciendo: 40 ‘Tú que destruyes el Santuario y en tres días lo levantas, ¡sálvate a ti mismo, si eres Hijo de Dios, y baja de la cruz!’ 41   Igualmente los sumos sacerdotes junto con los escribas y los ancianos se burlaban de él diciendo: 42 ‘A otros salvó y a sí mismo no puede salvarse. Rey de Israel es: que baje ahora de la cruz, y creeremos en él. 43 Ha puesto su confianza en Dios; que le salve ahora, si es que de verdad le quiere; ya que dijo: “Soy Hijo de Dios."‘ 44 De la misma manera le injuriaban también los salteadores crucificados con él. 45 Desde la hora sexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona. 46 Y alrededor de la hora nona clamó Jesús con fuerte voz: = ‘¡Elí, Elí! ¿lemá sabactaní?’, = esto es: = ‘¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?’ = 47 Al oírlo algunos de los que estaban allí decían: ‘A Elías llama éste.’ 48 Y enseguida uno de ellos fue corriendo a tomar una esponja, la empapó en vinagre y, sujetándola a una caña, le ofrecía de beber. 49 Pero los otros dijeron: ‘Deja, vamos a ver si viene Elías a salvarle.’ 50Pero Jesús, dando de nuevo un fuerte grito, exhaló el espíritu. 51En esto, el velo del Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo; tembló la tierra y las rocas se hendieron. 52 Se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos difuntos resucitaron. 53 Y, saliendo de los sepulcros después de la resurrección de él, entraron en la Ciudad Santa y se aparecieron a muchos. 54 Por su parte, el centurión y los que con él estaban guardando a Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba, se llenaron de miedo y dijeron: ‘Verdaderamente éste era Hijo de Dios.’”
   



COMENTARIO

Pasión; Su Pasión
  
Todo estaba escrito. 

Desde hacía muchos siglos, los profetas y otras personas que se encargaron, mediando la inspiración del Espíritu Santo y, así, de Dios mismo, de escribir acerca de las tribulaciones del pueblo escogido por el Creador, habían dejado dicho, de muchas formas, lo que tenía que pasar. 

Y, en efecto, estaba pasando. 

Sobre este momento de la vida del Hijo de  Dios se ha dicho y escrito mucho porque muy importantes fueron aquellos acontecimientos para la vida de la humanidad. 

Cristo es apresado de forma indigna. Indignamente fue entregado por un apóstol indigno que entregó su alma al Diablo por unas monedas y  por no ver en Jesús al Mesías liberador-guerrero que estaban esperando muchos que, con ánimo vengativo esperaban la liberación política y social del pueblo judío.

Pero Jesús no había venido a este mundo a traer un Reino de muerte sino de paz y no de venganza sino de amor y misericordia. Y por eso estaba pasando lo que estaba pasando. 

Aquellos que lo entregan a las autoridades romanas saben que no pueden matar, por las buenas, a nadie. Y el procurador, aquel personaje dubitativo y cobarde que no quiere enfrentarse al poder de los sacerdotes judíos, es la persona ideal para conseguir el fin buscado que no es otro que acabar con la vida física de Aquel que enseñaba como ellos no sabían enseñar: con autoridad.

Todo aquel proceso judicial, como sabemos, estaba plagado de irregularidades. No importaba, eso, a quien buscaba la desaparición de Jesús y, menos aún, para los que las normas romanas no les importaban absolutamente nada. El caso era acusar a Jesús de tal forma que no pudiera sentenciarse otra cosa que no fuera su muerte… y muerte de cruz, además, infamante para el reo. 

Pasión de nuestro Señor Jesucristo según San Juan - InfoVaticana

Pero todo, como decimos, estaba escrito y se tenía que cumplir.

Jesús sabe que nada de lo que diga podrá hacer cambiar de idea a los que le persiguen. Había predicado, muchas veces, en las calles de Jerusalén, en el Templo de la Ciudad Santa. Sabían, pues, lo que pensaba porque escucharon, los que debían escuchar sabiendo lo que decía, y lo que escucharon no les gustó nada. Iba contra mucho de lo establecido porque lo establecido por el hombre no era lo establecido por Dios Creador, su Padre. 

Lo que pasó luego, tras aquel impresentable proceso, tiene mucho que ver con Dios, con Jesucristo y con la salvación de la humanidad caída. 

Aquel hombre romano, aquel soldado que se dio cuenta de que el hombre que colgaba en la cruz era el Hijo de Dios hizo un gran favor al ser humano: supo apreciar la verdad en medio de aquel caos de sangre  muerte. Aquel soldado, por eso mismo, quedó justificado y nosotros, si somos capaces de darnos cuenta de eso y lo que eso significa para nosotros, también lo seremos. 
 

PRECES  

Pidamos a Dios Por todos aquellos que no ven en la muerte de Jesús la redención de la humanidad. 

Roguemos al Señor.
  
Pidamos a Dios Por todos aquellos que no creen que la sangre de Cristo salvar al mundo. 

Roguemos al Señor.

ORACIÓN
  
Padre Dios; ayúdanos a agradecer la muerte de tu Hijo porque por su sangre redimiste al mundo.

 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 
Eleuterio Fernández Guzmán 

  

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

Su Pasión y, con ella, nuestra salvación eterna.


Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

25.03.23

La Palabra para el Domingo - 26 de marzo de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 26 de marzo de 2023 sino sábado, 25. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.



Jn 11, 3-7.17.20-27.33b-45



“3 Las hermanas enviaron a decir a Jesús: ‘Señor, aquel a quien tú quieres, está enfermo.’ 4 Al oírlo Jesús, dijo: ‘Esta enfermedad no es de muerte, es para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.’ 5 Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. 6 Cuando se enteró de que estaba enfermo, permaneció dos días más en el lugar donde se encontraba. 7 Al cabo de ellos, dice a sus discípulos: ‘Volvamos de nuevo a Judea.’ 

17 Cuando llegó Jesús, se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro. 

20 Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa. 21 Dijo Marta a Jesús: ‘Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. 22 Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá.’ 23 Le dice Jesús: ‘Tu hermano resucitará.’ 24 Le respondió Marta: ‘Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día.’  25 Jesús le respondió: ‘Yo soy la resurrección. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; 26 y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás.  ¿Crees esto?’ 27 Le dice ella: ‘Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo.’ 

33 Viéndola llorar Jesús y que también lloraban los judíos que la acompañaban, se conmovió interiormente, se turbó 34 y dijo: ‘¿Dónde lo habéis puesto?’ Le responden: ‘Señor, ven y lo verás.’ 35 Jesús se echó a llorar. 36 Los judíos entonces decían: ‘Mirad cómo le quería.’ 37 Pero algunos de ellos dijeron: ‘Este, que abrió los ojos del ciego, ¿no podía haber hecho que éste no muriera?’ 38 Entonces Jesús se conmovió de nuevo en su interior y fue al sepulcro. Era una cueva, y tenía puesta encima una piedra. 39 Dice Jesús: ‘Quitad la piedra.’ Le responde Marta, la hermana del muerto: ‘Señor, ya huele; es el cuarto día.’ 40 Le dice Jesús: ‘¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?’ 41 Quitaron, pues, la piedra. Entonces Jesús levantó los ojos a lo alto y dijo: ‘Padre, te doy gracias por haberme escuchado. 42 Ya sabía yo que tú siempre me escuchas; pero lo he dicho por estos que me rodean, para que crean que tú me has enviado.’ 43 Dicho esto, gritó con fuerte voz: ‘¡Lázaro, sal fuera!’ 44 Y salió el muerto, atado de pies y manos con vendas y envuelto el rostro en un sudario. Jesús les dice: ‘Desatadlo y dejadle andar.’ 45 Muchos de los judíos que habían venido a casa de María, viendo lo que había hecho, creyeron en él.”      


 
COMENTARIO

 
Testimonio de amor 

 
El Hijo de Dios era Dios mismo pero era Dios mismo hecho hombre. Por eso, le afectaban también aquellas situaciones que, humanamente hablando, podían afectarle. No estaba, por eso mismo, tan por encima del ser humano que ni sintiese ni padeciese. Y el caso de Lázaro, su buen amigo, dice mucho acerca de eso. 

Cuando le llega la noticia de la muerte de su amigo Lázaro, con quien debió jugar en su infancia por aquellas tierras de Betania, no es de extrañar que, en un determinado momento, se echara a llorar por la muerte del amigo. Ni era de extrañar ni hubiera sido mínimamente normal que quien sabe de la muerte de un buen amigo haga como si nada hubiese sucedido. Y Jesucristo no era de tal tipo de personas. 

Sin embargo, también sabe Jesús que, como Enviado de Dios, puede hacer lo que la voluntad de su Padre quiera que no es otra cosa devolver a la vida a Lázaro, hermano de Marta y de María. Y es que un testimonio de amor como éste es muy propio de quien tiene entrañas de misericordia como Cristo tenía y tiene. 

LA RESURRECCIÓN DE LÁZARO

Es posible que Jesús pensara, a tenor de su tierno corazón, según lo que sigue:
 
“Cuántas veces me he enfrentado al fin de la vida física, en cuántas ocasiones he tenido que ver partir al otro lado del Reino, al verdadero, donde habita mi Padre, a vecinos, a familiares, a mis amigos, cuántas veces he querido que esto tuviera remedio y cuántas veces sabía que aún no era el momento, que la voluntad de Abbá era otra, que cuando Él quisiera esto tendría solución como era en aquel naciente Paraíso donde sus primeros hijos sucumbieron a la codicia y al querer más de lo que podían entender y comprender. 

Pero Lázaro… amigo, los recuerdos acuden a mi corazón como un torrente que, desbocado, me inunda de bien y de paz y siento, como si fuera ahora mismo, tu voz llamándome en los juegos infantiles, cuando todo quedaba tan lejos, cuando tanta distancia había entre reír y sufrir, en nuestra juventud… ahora. Lázaro… cómo no acudir, cómo no deshacer ese fin que parece que te ha llegado. 

Pero ¡no!, así no. Mi interior se conmueve, amigo, y tengo que hacerlo. 

Ahora, sí, ahora ha llegado ese momento en que la gloria de mi Padre será patente, ahora, quizá, comprendan el bien que les espera si cambian su corazón y sucumben a tu Palabra que es la vida. 

Ya sé que todos esperan de mí algún hecho extraordinario, Padre, por un amigo como Lázaro, Padre, eso ya lo sé. Que vean, así, tu gloria. Por eso te pido que los comprendas, que perdones su ansia de signos. Estos que me has dado son así… Tú bien lo sabes. Te pido que manifiestes tu voluntad de salvación; por eso yo te invocaré, para que sepan que eres Tú quien actúas a través de mí, que sólo soy tu instrumento, que el resultado de todo será reclamo para la fidelidad que Tú reclamas como Tú has cumplido siempre con ellos, aunque te lo hayan puesto muy difícil muchas, muchas, muchas veces, Padre. 

Por eso, Abbá amado, yo te ruego humildemente, mansamente, que consueles la tristeza de sus conocidos, también la mía; que transformes en risas sus llantos, que puedan salir de la tiniebla que ha cubierto su corazón; que la luz, tu luz, renueve su esperanza con el bienestar de tu Gracia, que, si es posible, sea, de nuevo, renovado tu pacto con tus hijos, que sólo la vida sea vida, que la Verdad la vean, que sepan que el amor tiene cauce por donde discurrir; que contigo tus ovejas tienen donde guarecerse y que pueden, contigo, renovar su existir, volver a tu seno.”

 
Si fue así o no lo fue, eso sólo Dios lo sabe, pero a nosotros nos sirve y nos vale más que bien para darnos cuenta del amor de Cristo por sus amigos. 
 
PRECES
 
Pidamos a Dios por todos aquellos que no creen en su salvación eterna. 

Roguemos al Señor.
 
Pidamos a Dios por todos aquellos que no se quieren dejar curar el corazón por Jesucristo. 

Roguemos al Señor. 

ORACIÓN
 
Padre Dios; ayúdanos a ser pequeños en la fe y revélanos lo importante.

 Gracias, Señor, por poder transmitir esto.
 
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.
 

Eleuterio Fernández Guzmán 

 

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

La verdad es que el Amor todo lo puede. 


Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

18.03.23

La Palabra para el Domingo - 19 de marzo de 2023

Resultado de imagen de SAnta Biblia

Como es obvio, hoy no es domingo 19 de marzo de 2023 sino sábado, 18. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.

APROVECHO PARA FELICITAR, EN EL DÍA DE MAÑANA, 19 DE MARZO, A TODOS LOS PADRES, PADRES. Y ME REFIERO A LOS QUE SON ESO Y NO PROGENITORES 1 O 2 O CUALQUIER OTRA VERBORREA PROGRE QUE TANTO ABUNDA HOY DÍA Y QUE TANTO PRETENDE TERGIVERSAR LA VERDAD Y LA NATURALEZA DE LAS COSAS. ¡FELICIDADES, PUES, A LOS PADRES Y QUIEN SE SIENTA PROGENITOR 1 QUE SE LO HAGA VER PORQUE TIENE UN PROBLEMA MUY GRANDE…!


Jn 9, 1. 6-9. 13-17. 34-38


“1 Vio, al pasar, a un hombre ciego de nacimiento.    

6 Dicho esto, escupió en tierra, hizo barro con la saliva, y untó con el barro los ojos del ciego 7y le dijo: ‘Vete, lávate en la piscina de Siloé’ (que quiere decir Enviado). Él fue, se lavó y volvió ya viendo.  8 Los vecinos y los que solían verle antes, pues era mendigo, decían: ‘¿No es éste el que se sentaba para mendigar?’ 9 Unos decían: ‘Es él’. ‘No, decían otros, sino que es uno que se le parece.’ Pero él decía: ‘Soy yo.’      

13 Lo llevan donde los fariseos al que antes era ciego. 14 Pero era sábado el día en que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. 15 Los fariseos a su vez le preguntaron cómo había recobrado la vista. Él les dijo: ‘Me puso barro sobre los ojos, me lavé y veo.’ 16 Algunos fariseos decían: ‘Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado.’ Otros decían: ‘Pero, ¿cómo puede un pecador realizar semejantes señales?’ Y había disensión entre ellos. 17       Entonces le dicen otra vez al ciego: ‘¿Y tú qué dices de él, ya que te ha abierto los ojos?’ El respondió: ‘Que es un profeta.’ 

34 Ellos le respondieron: ‘Has nacido todo entero en pecado ¿y nos da lecciones a nosotros?’ Y le echaron fuera. 35 Jesús se enteró de que le habían echado fuera y, encontrándose con él, le dijo: ‘¿Tú crees en el Hijo del hombre?’ 36     El respondió: ‘¿Y quién es, Señor, para que crea en él?’ 37 Jesús le dijo: ‘Le has visto; el que está hablando contigo, ése es.’  38 El entonces dijo: ‘Creo, Señor.’ Y se postró ante él.”

    


COMENTARIO

Cuando el sentido de la Ley es otro 

Sabía Jesús que muchos de los que consideraban maestros y sabios andaban algo equivocados en el sentido que Dios le daba a su Ley pues no se trataba, aquí, de lo que los hombres pudieran interpretar sino de lo que el Todopoderoso quería decir con la misma. No le importaba poner sobre la mesa lo que quería decir el Creador. Eso, sin duda alguna, le reportaba enemigos que, luego, hicieron valer su enemistad en el momento que más les convino y que todos conocemos… 

Está bien que Jesús revele su persona, que es Quien es, a una persona que era un excluido de la sociedad. Por eso se hace ver como el Hijo del hombre o, lo que es lo mismo, como el Mesías pues sólo el Enviado de Dios puede hacer según qué tipo de cosas y decir según qué tipo de palabras y que los demás entiendan que están ante Él. 

Pero antes habían pasado muchas cosas. 

Cuando Jesús ve al ciego no puede, por menos, que acudir a socorrerlo pues era imposible que no lo hiciera. Sabía lo que suponía no disponer del sentido de la vista y Aquel que era Médico del alma no podía dejar de serlo, también, del cuerpo. Y le cura. El “problema” es que lo había hecho en sábado y ya sabemos que, según muchos, en aquel día de la semana no se podían hacer ciertas cosas porque la cerrazón de ciertos poderosos espirituales había llevado las cosas a un extremo, en exceso, extremoso… 

Pero Jesús es Señor del sábado y puede hacer lo que quiera, como quiera y cuando quiera. Si, además, tiene que ver con la misericordia y la necesidad ajena… nadie iba a impedir que hiciera lo bueno por cumplir unas normas que el hombre había establecido con corazón de piedra. 

Formación Pastoral para Laicos: IV Domingo de Cuaresma - A: Jesús cura a un  ciego de nacimiento
El caso es que aquellos llamados fariseos tienen al ciego por pecador. Han originado su ceguera en algún pecado cometido por sí mismo. No creen que le haya devuelto la vista uno que saben hace tales cosas en sábado. Puede, en ellos, la norma ante que la misericordia y el amor; antes dejar sufrir que procurar la sanación del enfermo. 

Pero el ciego, que sabe lo que ha pasado, entiende que un pecador (como llaman a Jesús aquellos fariseos por curar en sábado) no puede hacer tales cosas extraordinarias sino alguien que está bajo la protección directa de Dios y, como es de entender, no va a ser en una persona que peque en quien concurra tal circunstancia. 

Pero ellos, erre que erre, de ninguna de las maneras quieren cambiar su corazón y aceptar la verdad: ha llegado el Reino de Dios y viene de una forma muy distinta a como ellos imaginaron que vendría y eso, se diga lo que se diga, no era plato del gusto de muchos de ellos. 

Sin embargo, la fe de aquella persona pobre, humilde, de aquel ciego, es profunda y eso, para Jesucristo, era importante y mucho más. Le muestra Jesús que es Él el Hijo del hombre y, viendo lo que ha visto aquel pobre ciego, sólo puede creer. Cree, nunca mejor dicho, porque ha visto y porque se ha dado cuenta de que Aquel hombre es, sin duda alguna, el Enviado, el Ungido de Dios. 

PRECES

Pidamos a Dios por todos aquellos que no ven en Jesús al Enviado de Dios. 

Roguemos al Señor.
 
Pidamos a Dios por todos aquellos que prefieren seguir ciegos de espíritu y de alma. 

Roguemos al Señor.
 
ORACIÓN
 
Padre Dios; ayúdanos a ver siempre a Jesús como hermano nuestro y como Tú mismo hecho hombre.

 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.

 
El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.

 
Eleuterio Fernández Guzmán 

 

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

La Ley de Dios es el Amor. Así de sencillo. 


Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

 

11.03.23

La Palabra para el Domingo - 12 de marzo de 2023

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Como es obvio, hoy no es domingo 12 de marzo de 2023 sino sábado, 11. Esto lo decimos porque hemos publicado hoy el comentario del Evangelio que siempre hemos traído aquí en día, precisamente, domingo. Sin embargo, un amable lector, sacerdote, me hizo la sugerencia de poner el comentario del Evangelio del primer día de la semana el sábado porque, como es verdad y lamento no haberme dado cuenta, el texto del Evangelio de la Santa Misa del sábado por la tarde es el del día siguiente, domingo.


También lamento no haberme dado cuenta de que publicando este comentario a determinada hora de España aún es viernes en la América hispana. Por eso, y por cumplir con el horario y que las cosas sean razonables, es publicado este comentario ahora, a esta hora en España cuando ya es sábado en América. Y a lo mejor es posible que haya quien piense que decir esto no hace falta pero con franqueza digo que creo es necesario y más que necesario.


Jn 4, 5-15. 19b-26.39a.40-42 



5 Llega, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, cerca de la heredad que Jacob dio a su hijo José. 6 Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, como se había fatigado del camino, estaba sentado junto al pozo. Era alrededor de la hora sexta. 7 Llega una mujer de Samaria a sacar agua. Jesús le dice: ‘Dame de beber.’ 8 Pues sus discípulos se habían ido a la ciudad a comprar comida. Le dice a la mujer samaritana: 9 ‘¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana?’ (Porque los judíos no se tratan  con los samaritanos.) 10 Jesús le respondió: ‘Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: “Dame de beber",  tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua viva.’ 11 Le dice la mujer: ‘Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes esa agua viva? 12 ¿Es que tú eres más que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?’ 13  Jesús le respondió: ‘Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed; 14  pero el que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé  se convertirá en él en fuente de agua que brota para vida eterna.’15 Le dice la mujer: ‘Señor, dame de esa agua, para que no tenga más sed y no tenga que venir aquí a sacarla.’.’19 Le dice la mujer: ‘Señor, veo que eres un profeta. 20 Nuestros padres adoraron en este monte y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.’ 21 Jesús le dice: ‘Créeme, mujer, que llega la hora en que, ni en este monte, ni en Jerusalén adoraréis al Padre. 22  Vosotros adoráis lo que no conocéis;  nosotros adoramos lo que conocemos,  porque la salvación viene de los judíos. 23 Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. 24 Dios es espíritu, y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad.’ 25 Le dice la mujer: ‘Sé que va a venir el Mesías, el llamado Cristo. Cuando venga, nos lo explicará todo.’ 26Jesús le dice: ‘Yo soy, el que te está hablando.’ 39 Muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por las palabras de la mujer que atestiguaba: ‘Me ha dicho todo lo que he hecho.’ 40 Cuando llegaron donde él los samaritanos, le rogaron que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. 41 Y fueron muchos más los que creyeron por sus palabras, 42 y decían a la mujer: ‘Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos oído y sabemos que éste es verdaderamente el Salvador del mundo.’

      
COMENTARIO

Cristo: Agua Viva 

Este texto del evangelio de san Juan es rico en principios cristianos y en formas de comprender al Hijo de Dios. 

En aquel pozo acudía la gente para proveerse de agua pues tal era la finalidad de este. Se iba a buscar un sustento material tan necesario como es el llamado líquido elemento, fundamental para la vida del ser humano. 

Vemos a Jesús cansado.  Como era hombre también acusaba el trabajo y el esfuerzo hecho. Por eso se sienta en aquel pozo. Pero como es Dios sabe que ha de cumplir con la misión para que fue enviado. Espera a quien va a recibir algo muy importante para su vida y para la de sus prójimos: el Agua Viva que no muere nunca y que llena el corazón de quien la bebe. 

Aquella mujer veía a Jesús como un judío y, como tal, no entendía cómo le pedía agua a ella, que era samaritana y, por eso mismo, no era bien vista por los miembros del pueblo elegido por Dios. Pero no entendía, todavía que Jesús había venido para hacer una llamada universal al Reino de Dios. 

Resulta curioso que aquella mujer cree en Jesús por lo que le dice acerca de la vida que, hasta entonces, había llevado. Entonces sabe que aquel hombre no es un hombre cualquiera sino que, en verdad, es el Enviado de Dios, el Mesías. Y, como es de esperar, corre a decir a los suyos que ha encontrado a quien tantos siglos llevaban esperando. 

Jesús y la mujer Samaritana. - Radio Poder de Cristo

Mientras llegan los discípulos. Ellos, como hombres y como judíos, se extrañan que hable con una mujer. Pero Jesús les vuelve a sorprender con algo que no comprenden acerca del alimento que tiene que darles y que no es otro que su propio cuerpo cuando llegue el momento oportuno. 

Ellos, sin embargo, aún no comprenden y siguen pensando mundanamente y no acaban de entender que de lo que ellos hacen sólo se obtendrá fruto cuando Dios quiera. Ahora toca sembrar. 

¿Qué hacen los vecinos de aquella mujer samaritana? 

En principio, algunos la creyeron pero otros necesitan ver para creer. Muy propio del ser humano. 

Acuden donde Jesús y le invitan a quedarse con ellos. Jesús acepta porque sabe que su misión es atraer a todas las ovejas al redil de Dios.

Ellos, como ven lo que hace y lo que dice, aceptan que es el Salvador aquel que tienen delante. 

Y Cristo, aquel Agua Viva que bebió la samaritana y los que la conocían, seguía sembrando con su semilla divina de amor y misericordia. 
 
PRECES
 
Pidamos a Dios por todos aquellos que no quieren gustar del Agua Viva que es Cristo. 

Roguemos al Señor.

 
Pidamos a Dios por todos aquellos que no tienen esperanza en su salvación. 

Roguemos al Señor. 

Pidamos a Dios por todos aquellos que prefieren el agua del mundo al Agua Viva de Cristo.

Roguemos al Señor.



ORACIÓN

Padre Dios; ayúdanos a beber del Agua Viva que es Cristo y hacerlo siempre con esperanza en nuestra salvación.

 
Gracias, Señor, por poder transmitir esto.


El texto bíblico ha sido tomado de la Biblia de Jerusalén.
 

Eleuterio Fernández Guzmán 

 

Panecillos de meditación


Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
 
Panecillo de hoy:

 

Queramos del Agua Viva de Cristo; y queramos siempre.


Para leer Fe y Obras.

 

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.