La Palabra del Domingo - 29 de mayo de 2016
Lc 9, 11b-17
“Les hablaba acerca del Reino de Dios, y curaba a los que tenían necesidad de ser curados. 12 Pero el día había comenzado a declinar, y acercándose los Doce, le dijeron: ‘Despide a la gente para que vayan a los pueblos y aldeas del contorno y busquen alojamiento y comida, porque aquí estamos en un lugar deshabitado.’ 13 El les dijo: ‘Dadles vosotros de comer.’ Pero ellos respondieron: ‘No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta gente.’ 14 Pues había como 5.000 hombres. El dijo a sus discípulos: ‘Haced que se acomoden por grupos de unos cincuenta.’ 15 Lo hicieron así, e hicieron acomodarse a todos.
16 Tomó entonces los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición y los partió, y los iba dando a los discípulos para que los fueran sirviendo a la gente.17 Comieron todos hasta saciarse. Se recogieron los trozos que les habían sobrado: doce canastos.”
COMENTARIO
Nada humana; todo de Dios la voluntad
“Curaba a los que tenían necesidad de ser curados”.
Esto muestra perfectamente qué es lo que Jesús había venido a hacer al mundo. Enviado por Dios para salvar a los que tuviesen necesidad de salvación sólo cumplía lo que debía llevar a cabo. Y lo cumplía a conciencia como vemos muchas veces reflejado en las Sagradas Escrituras.