InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Archivos para: Febrero 2015

11.02.15

“Reflexiones acerca del sentido de nuestra fe"- El escándalo de los pequeños en la fe

Proceloso viaje de la Esposa de Cristo

La expresión “Estos son otros tiempos” se utiliza mucho referida a la Iglesia católica. No sin error por parte de quien así lo hace. Sin embargo se argumenta, a partir de ella, acerca de la poca adaptación de la Esposa de Cristo a eso, a los tiempos que corren o, como dirían antiguamente, al “siglo”.

 

En realidad siempre son otros tiempos porque el hombre, creación de Dios, no se quedó parado ni siquiera cuando fue expulsado del Paraíso. Es más, entonces empezó a caminar, como desterrado, y aun no lo ha dejado de hacer ni lo dejará hasta que descanse en Dios y habite las praderas de su definitivo Reino.

 

Sin embargo, nos referimos a tal expresión en materia de nuestra fe católica.

 

¿Son, pues, otros tiempos?

 

Antes de seguir decimos que Jesús, ante la dificultad que presentaba la pesca para sus más allegados discípulos, les mostró su confianza en una labor gratificada diciéndoles (Lc 5,4)

 

 ‘Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar.’

 

Quería decirles Jesús que, a pesar de la situación por la que estaban pasando siempre había posibilidad de mejorar y que confiar en Dios era un remedio ciertamente bueno ante la misma.

 

El caso es que, como es lógico, las cosas han cambiado mucho, para el ser humano, desde que Jesús dijera aquellas palabras u otras de las que pronunció y quedaron para la historia del creyente católico como Palabra de Dios.  Por eso no es del todo extraño que se pueda lanzar la pregunta acerca de si estos son otros tiempos pero, sobre todo, que qué suponen los mismo para el sentido primordial de nuestra fe católica.

 

Por ejemplo, si de la jerarquía eclesiástica católica se dice esto:

 

Por ejemplo, de la jerarquía eclesiástica se dice:

Que le asusta la teología feminista.

Que es involucionista.

Que apoya a los sectores más reaccionarios de la sociedad.

Que participa en manifestaciones de derechas.

Que siempre ataca a los teólogos llamados progres.

Que deslegitima el régimen democrático español.

Que no se “abre” al pueblo cristiano.

Que se encierra en su torre de oro.

Que no se moderniza.

Que no “dialoga” con los sectores progresistas de la sociedad.

Que juega a hacer política.

Que no sabe estar callada.

Que no ve con los ojos del siglo XXI.

Que constituye un partido fundamentalista.

Que está politizada.

Que ha iniciado una nueva cruzada.

Que cada vez está más radicalizada.

Que es reaccionaria.

Y, en general, que es de lo peor que existe.

 

Lo mismo, exactamente lo mismo, puede decirse que se sostiene sobre la fe católica y sobre el sentido que tiene la misma pues, como los tiempos han cambiado mucho desde que Jesús entregó las llaves de la Iglesia que fundó a Pedro no es menos cierto, eso se sostiene, que también debería cambiar la Esposa de Cristo.

 

Además, no podemos olvidar el daño terrible que ha hecho el modernismo en el corazón de muchos creyentes católicos.

 

Por tanto, volvemos a hacer la pregunta: ¿son, éstos, otros tiempos para la Iglesia católica?

 

“Reflexiones acerca del sentido de nuestra fe"- El escándalo de los pequeños en la fe

Vayamos al grano desde el principio.

 

Podemos escandalizar a los pequeños en la fe de dos formas o maneras:

 

1ª. Pecando.

 

2ª. Haciendo ve que doctrinas equivocadas no lo son.

 

Resultado del escándalo a los pequeños en la fe:

 

1º. Desvío del camino recto que lleva al definitivo Reino de Dios.

 

2º. Confusión al respecto de la fe católica.

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10.02.15

Un amigo de Lolo – Nuestro corazón desde el de Dios

Presentación

Lolo

Yo soy amigo de Lolo. Manuel Lozano Garrido, Beato de la Iglesia católica y periodista vivió su fe desde un punto de vista gozoso como sólo pueden hacerlo los grandes. Y la vivió en el dolor que le infringían sus muchas dolencias físicas. Sentado en una silla de ruedas desde muy joven y ciego los últimos nueve años de su vida, simboliza, por la forma de enfrentarse a su enfermedad, lo que un cristiano, hijo de Dios que se sabe heredero de un gran Reino, puede llegar a demostrar con un ánimo como el que tuvo Lolo.

Sean, las palabras que puedan quedar aquí escritas, un pequeño y sentido homenaje a cristiano tan cabal y tan franco.

 

Libro de oración

 

En el libro “Rezar con el Beato Manuel Lozano, Lolo” (Publicado por Editorial Cobel, www.cobelediciones.com ) se hace referencia a una serie de textos del Beato de Linares (Jaén-España) en el que refleja la fe de nuestro amigo. Vamos a traer una selección de los mismos.

 

Nuestro corazón desde el de Dios

 

“Os voy a decir algo importante, sin ningún regateo: vuestro corazón es el niño privilegiado de la Obra del Universo, porque verdaderamente ha nacido para ser relicario del mío. Pequeño él, si os parece, para Mí no cuentan las dimensiones. Hueco así, lo tiene una calabaza, pero sólo por el prodigio del Amor es posible encajar, en lo que de estrechos límites de pelota de goma tiene la grandiosidad de la Creación”. (Reportajes desde la cumbre, p. 33)

 

Cuando proclamamos, porque es verdad y así está escrito, que somos semejanza de Dios (e imagen suya) no queremos dejar dicho algo que, en sí mismo, resulta bueno escuchar ni hacemos un esfuerzo de buenismo. En realidad, lo que queremos manifestar es que, en principio, somos como Dios quiere que seamos.

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7.02.15

La Palabra del Domingo - 8 de febrero de 2015

Biblia

Mc 1, 29-39. Curó a muchos enfermos de diversos males.

 

“29 Cuando salió de la sinagoga se fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés.     30 La suegra de Simón estaba en cama con fiebre; y le hablan de ella. 31 Se acercó y, tomándola de la mano, la levantó. La fiebre la dejó y ella se puso a servirles.   32 Al atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados; 33     la ciudad entera estaba agolpada a la puerta. 34 Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios. Y no dejaba hablar  a los demonios, pues le conocían. 35 De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración. 36    Simón y sus compañeros fueron en su busca; 37 al encontrarle, le dicen: ‘Todos te buscan.’ 38 El les dice: ‘Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique; pues para eso he salido.’ 39        Y recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios”.

        

 

MEDITACIÓN


1.-Una vez, cuando uno que quería ser discípulo de Jesús le planteó seguirle, éste le dijo que tuviera en cuenta que el Hijo del hombre no tenía donde recostar su cabeza (Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza, Lc 9, 58 es la cita concreta) Esto lo dijo para que esa persona, pienso yo, supiese, de antemano, donde se iba a meter, que entendiera que el camino hacia Dios no era, sólo, un camino de rosas, sino que comprendiera que esas rosas también tenían espinas. ¡Y qué espinas!

Así, Cristo, acudía allí donde se le invitaba, donde era acogido. Una buena lección esta la que nos dio el Mesías: acudir donde os acojan, pero no sólo ahí, sino donde quieran conoceros mejor.


Y Jesús va a casa de Simón y Andrés, lugar donde le esperaba una buena obra que hacer. Va y se encuentra, aunque posiblemente sabiendo lo que se iba a encontrar, sabiendo su inmediato destino. No podemos pensar otra cosa. Sabe cuál es su misión y, predispuesto a llevarla a cabo, no deja de cumplirla a pesar de las acechanzas de sus enemigos, más preocupados por su bienestar que por el significado de lo que decía, aunque esto atentara, directamente, contra su forma de vida.


2.-Es conocido que el evangelio de Marcos pone su acento, en su texto, en todos aquellos hechos que podemos llamar milagrosos o extraordinarios que el Mesías llevó a cabo. En este breve texto vemos varios casos: en concreto, el de la suegra de Simón; y otros genéricos, los que curó que le traían de todo el pueblo. ‘La ciudad entera estaba agolpada a las puertas’. Agolpada a las puertas del Reino de Dios quizá sin saberlo, podemos decir. Y lo hacía porque muchos querían ser curados de sus males físicos. Sin embargo, esta curación no lo era en ese único sentido.

Conocedores del significado simbólico de los textos sagrados, junto a esa primera visión del acto que cura sigue (o lleva implícito, mejor dicho) otro tipo de curación: que va más allá del mero, aunque importante, aspecto físico.

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Serie “Al hilo de la Biblia- Y Jesús dijo…” – Ser los últimos para ser los primeros donde importa de verdad

Sagrada Biblia

Dice S. Pablo, en su Epístola a los Romanos, concretamente, en los versículos 14 y 15 del capítulo 2 que, en efecto, cuando los gentiles, que no tienen ley, cumplen naturalmente las prescripciones de la ley, sin tener ley, para sí mismos son ley; como quienes muestran tener la realidad de esa ley escrita en su corazón, atestiguándolo su conciencia, y los juicios contrapuestos de condenación o alabanza. Esto, que en un principio, puede dar la impresión de ser, o tener, un sentido de lógica extensión del mensaje primero del Creador y, por eso, por el hecho mismo de que Pablo lo utilice no debería dársele la mayor importancia, teniendo en cuenta su propio apostolado. Esto, claro, en una primera impresión.

Sin embargo, esta afirmación del convertido, y convencido, Saulo, encierra una verdad que va más allá de esta mención de la Ley natural que, como tal, está en el cada ser de cada persona y que, en este tiempo de verano (o de invierno o de cuando sea) no podemos olvidar.

Lo que nos dice el apóstol es que, al menos, a los que nos consideramos herederos de ese reino de amor, nos ha de “picar” (por así decirlo) esa sana curiosidad de saber dónde podemos encontrar el culmen de la sabiduría de Dios, dónde podemos encontrar el camino, ya trazado, que nos lleve a pacer en las dulces praderas del Reino del Padre.

Aquí, ahora, como en tantas otras ocasiones, hemos de acudir a lo que nos dicen aquellos que conocieron a Jesús o aquellos que recogieron, con el paso de los años, la doctrina del Jristós o enviado, por Dios a comunicarnos, a traernos, la Buena Noticia y, claro, a todo aquello que se recoge en los textos sagrados escritos antes de su advenimiento y que en las vacaciones veraniegas se ofrece con toda su fuerza y desea ser recibido en nuestros corazones sin el agobio propio de los periodos de trabajo, digamos, obligado aunque necesario. Y también, claro está, a lo que aquellos que lo precedieron fueron sembrando la Santa Escritura de huellas de lo que tenía que venir, del Mesías allí anunciado.

Por otra parte, Pedro, aquel que sería el primer Papa de la Iglesia fundada por Cristo, sabía que los discípulos del Mesías debían estar

“siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza” (1 Pe 3, 15)

Y la tal razón la encontramos intacta en cada uno de los textos que nos ofrecen estos más de 70 libros que recogen, en la Antigua y Nueva Alianza, un quicio sobre el que apoyar el edificio de nuestra vida, una piedra angular que no pueda desechar el mundo porque es la que le da forma, la que encierra respuestas a sus dudas, la que brota para hacer sucumbir nuestra falta de esperanza, esa virtud sin la cual nuestra existencia no deja de ser sino un paso vacío por un valle yerto.

La Santa Biblia es, pues, el instrumento espiritual del que podemos valernos para afrontar aquello que nos pasa. No es, sin embargo, un recetario donde se nos indican las proporciones de estas o aquellas virtudes. Sin embargo, a tenor de lo que dice Francisco Varo en su libro “¿Sabes leer la Biblia “ (Planeta Testimonio, 2006, p. 153)

“Un Padre de la Iglesia, san Gregorio Magno, explicaba en el siglo VI al médico Teodoro qué es verdaderamente la Biblia: un carta de Dios dirigida a su criatura”. Ciertamente, es un modo de hablar. Pero se trata de una manera de decir que expresa de modo gráfico y preciso, dentro de su sencillez, qué es la Sagrada Escritura para un cristiano: una carta de Dios”.

Pues bien, en tal “carta” podemos encontrar muchas cosas que nos pueden venir muy bien para conocer mejor, al fin y al cabo, nuestra propia historia como pueblo elegido por Dios para transmitir su Palabra y llevarla allí donde no es conocida o donde, si bien se conocida, no es apreciada en cuánto vale.

Por tanto, vamos a traer de traer, a esta serie de título “Al hilo de la Biblia”, aquello que está unido entre sí por haber sido inspirado por Dios mismo a través del Espíritu Santo y, por eso mismo, a nosotros mismos, por ser sus destinatarios últimos.

Por otra parte, es bien cierto que Jesucristo, a lo largo de la llamada “vida pública” se dirigió en múltiples ocasiones a los que querían escucharle e, incluso, a los que preferían tenerlo lejos porque no gustaban con lo que le oían decir.

Sin embargo, en muchas ocasiones Jesús decía lo que era muy importante que se supiera y lo que, sobre todo, sus discípulos tenían que comprender y, también, aprender para luego transmitirlo a los demás.

Vamos, pues, a traer a esta serie sobre la Santa Biblia parte de aquellos momentos en los que, precisamente, Jesús dijo.

Ser los últimos para ser los primeros donde importa de verdad

 

 

Y Jesús dijo… (Lc 13,23-30)

“Uno le dijo: ‘Señor, ¿son pocos los que se salvan?’ El les dijo: ‘Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán. ‘Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, os pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo: ‘¡Señor, ábrenos!’ Y os responderá: ‘No sé de dónde sois.’ Entonces empezaréis a decir: ‘Hemos comido y bebido contigo, y has enseñado en nuestras plazas’; y os volverá a decir: ‘No sé de dónde sois. = ¡Retiraos de mí, todos los agentes de injusticia!’ = «Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a vosotros os echan fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios.     ‘Y hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos.’”

 

Al respecto de lo que, aquellos que en aquel momento se encontraban con Jesús, preguntan, bien podemos hacer lo mismo nosotros ahora, tantos siglos después de que pasara aquello.

Cuántos se salvan es lo mismo que decir ¿nosotros nos salvaremos, yo mismo me salvaré? Seguramente tal era el sentido de lo que se quería escuchar.

Para empezar, que aquello quieran saber de parte del Maestro supone que tenían confianza en Él y que, sobre todo, sabía que podía responderles con mucha más autoridad que la que tenían otros maestros de la Ley, fariseos o no. Por eso esperan respuesta del Mesías.

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6.02.15

¡Que viene el Papa!

Lo que ha pasado, o está pasando, con el asunto del viaje del Papa Francisco a España es un síntoma de por dónde van las cosas.

 

Bueno, en realidad, deberíamos hablar del frustrado viaje porque si había idea de que se llevara a cabo, al final… no se va a producir aunque es bien cierto que ni siquiera se trata de una frustración de viaje porque el mismo no se había preparado y, de repente, quien corresponda ha decidido que no se hacía. Simplemente, sólo se trataba de las ilusiones de unos que querían ver al Santo Padre en tierra española.

 

Podemos decir que había una buena razón para que quien fuera Arzobispo de Buenos Aires no haya dado su visto bueno a lo que a lo mejor fue una propuesta (desde instancias políticas y/o religiosas) viniera a España. Tiene que ver con una santa, doctora de la Iglesia católica, llamada Santa Teresa.

 

Al respecto de la tal visita el que esto escribe ya leído en uno y otro sentido: que si no está bien que el Papa no venga en una ocasión como la que aquí hemos traído; que si eso supone un aviso a los obispos españoles porque no son suficientemente abiertos a la primavera eclesial que se abre paso… (¿?)  

 

En fin… podemos decir que cada cual, como suele pasar, arrima el ascua a su sardina o lleva el agua a su propio molino pues es de naturaleza humana querer aprovecharse en beneficio propio de lo que/de quien se deje aprovechar.

 

Y, a lo mejor, lo que ha pasado es que el Santo Padre, que debe conocer muy bien la naturaleza del español medio y sabe que, en cuanto a aprovechamiento del prójimo en interés propio, aquí nos basta y nos sobra con nuestra propia inventiva, no ha querido ser pasto de según qué mandamases de todo tipo que hay en España.

 

De todas formas, sabemos que el Papa Francisco, que debe tener un amor grande por la llamada “madre patria”, vendrá a esta santa tierra cuando tenga que venir. Supongo que entonces Santa Teresa de Ávila seguirá estando donde está y no habrá desaparecido su influencia en la Iglesia católica porque el Vicario de Cristo no haya visitado la tierra de Ávila (maravillosa, por cierto) o algún que otro lugar donde la santa andariega puso sus pies y sus pensamientos espirituales justamente en el año en el que se celebra el que hace 500 de su nacimiento. Y es que la cosa no es para tanto como muchos plantean porque estamos más que seguros que el Santo Padre corresponderá a tal acontecimiento con más de un Mensaje que deleite a los católicos.

 

Y es que las distancias físicas no siempre coinciden con las espirituales. Aunque a veces, sí.

 

 

 

Eleuterio Fernández Guzmán

 Nazareno

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Por la libertad de Asia Bibi. 

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Por el respeto a la libertad religiosa.

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Enlace a Libros y otros textos.

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Panecillos de meditación

Llama el Beato Manuel Lozano GarridoLolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.

Panecillo de hoy:

 

 El Vicario de Cristo es Santo Padre… en todas partes. 

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Para leer Fe y Obras.

Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.

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