InfoCatólica / Eleuterio Fernández Guzmán / Archivos para: Octubre 2009

11.10.09

La Palabra del Domingo - 11 de octubre de 2009- Sígueme

biblia

Mc 10,17-30. Vende lo que tienes y sígueme.

17 Se ponía ya en camino cuando uno corrió a su encuentro y arrodillándose ante él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿ qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?»

18 Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios.19 Ya sabes los mandamientos: = No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, = no seas injusto, = honra a tu padre y a tu madre.» = 20 El, entonces, le dijo: «Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud.»
21 Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme.»
22 Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes.
23 Jesús, mirando a su alrededor, dice a sus discípulos: «¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios!»
24 Los discípulos quedaron sorprendidos al oírle estas palabras. Mas Jesús, tomando de nuevo la palabra, les dijo: «¡Hijos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios! 25 Es más fácil que un camello pase por el ojo de la aguja, que el que un rico entre en el Reino de Dios.»
26 Pero ellos se asombraban aún más y se decían unos a otros: «Y ¿quién se podrá salvar?»
27 Jesús, mirándolos fijamente, dice: «Para los hombres, imposible; pero no para Dios, porque todo es posible para Dios.»
28 Pedro se puso a decirle: «Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.»
29 Jesús dijo: «Yo os aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio, 30 quedará sin recibir el ciento por uno: ahora al presente, casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo venidero, vida eterna.

COMENTARIO

Seguir, de camino, hacia el otro lado del Reino

1.- Como hombres, como personas, sabedores como somos que hay algo más después de esta vida, anhelamos, si somos conscientes de ese más allá, encontrarnos, allí, algún día.

Por eso, la pregunta que aquel joven rico hace al Maestro Jesús no deja de tener sentido pues, según él, o eso creía, había cumplido todo lo que la ley decía. Así, cuando Jesús le nombra los mandamientos, tan conocidos, del no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, etc, él es consciente, y así lo dice, que esa parte, la de la relación del hombre con Dios, en aras a ese cumplimiento, ya la lleva a cabo. Está, por eso, orgulloso. Y esto, francamente, es así.

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10.10.09

Opus Dei: "'Camino': el camino de la Fe"

Serie “El Camino de la Fe”

San Josemaría

El Camino de la Fe -16
Plan de santidad

Que el fuego de tu Amor no sea un fuego fatuo. -Ilusión, mentira de fuego, que ni enciende en llamas lo que toca, ni da calor
S. Josemaría
Camino, 412

Ser santos ha de ser un objetivo al que cualquier cristiano tenemos que tender. Aunque, seguramente, es difícil de alcanzar tal meta.

Pero es difícil no porque, en sí misma, sea inalcanzable sino porque, al fin y al cabo, no ha de ser una meta sino, al contrario, un caminar con tal sentido.

Para eso, recomienda el autor de “Camino” una trilogía que no es, precisamente, fácil de entender. Así, en el punto 387 de su obra dice lo siguiente:

El plano de santidad que nos pide el Señor, está determinado por estos tres puntos:

La santa intransigencia, la santa coacción y la santa desvergüenza
”.

Entonces, para ser santos ¿tenemos que ser intransigentes, coaccionar y no tener vergüenza?

Pues sí y no. No en cuanto que no hay que entenderlo de la manera a como se entienden tales palabras y sí en cuanto tales términos lo son en el sentido espiritual.

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9.10.09

Eppur si muove - Iglesia católica: renovarse y morir

En muchos aspectos de la vida suele ser conveniente dejar de lado el pensamiento que se tenía sobre determinados aspectos y ponerse, digamos, al día de lo que pasa.

Eso no es nada censurable sino que es, además, obligado.

Por eso de dice eso de “renovarse o morir” porque, al fin y al cabo, estancarse en algo no suele ser muy recomendable.

Sin embargo, cuando hablamos de la Iglesia católica, de la doctrina que transmite y que defiende y de lo que, en resumidas cuentas, es la función que lleva a cabo, las cosas son diferentes. Es más, nada de lo dicho arriba tiene que ver, ni tendría que ver nunca, con la Esposa de Cristo.

¿Acaso la Iglesia católica no tiene que renovarse como lo tiene que hacer cualquier hijo de vecino?

Ante esto también se dan dos posicionamientos en el seno de la Iglesia que son, por eso mismo, antagónicos. Además, estar de acuerdo con uno u otro supone, a fin de cuentas, participar o no de la vida misma de la Iglesia católica.

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7.10.09

Para Juan Masiá la procreación es… según y cómo

En su eco de “El País” ha vuelto a desnortase el jesuita Juan Masiá Clavel. Aunque reconozco que lo ha hecho con mucha finura intelectual y con mucho disimulo.

Empezamos bien:

Un punto débil muy criticable, antropológica y éticamente, en los documentos eclesiásticos sobre familia, sexualidad y procreación asistida, es la obsesión injustificada por no distinguir ni separar los aspectos unitivos y procreativos en la relación sexual”.

Es decir que se puede criticar desde dos puntos de vista lo que la Iglesia católica dice al respecto de la procreación: como aplicación a lo que es el ser humano (o material) y desde el punto de vista espiritual.

Pues no está nada mal para un católico que dice comulgar con la misma fe de las personas que, acto seguido, ataca:

En este punto se mantienen sin ceder tanto Pablo VI, como Juan Pablo II y Benedicto XVI. Por citar solamente un texto típico, me remito al n. 4 de la instrucción Donum vitae (CDF, 1987). Dice así: “La contracepción priva intencionalmente al acto conyugal de su apertura a la procreación y realiza de ese modo una disociación voluntaria de las finalidades del matrimonio. La fecundación artificial homóloga (sic), intentando una procreación que no es fruto de la unión específicamente conyugal, realiza objetivamente una separación análoga entre los bienes y significados del matrimonio”.

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5.10.09

"Decíamos ayer..." La insoportable levedad de la red

Cuando en 1576 Fray Luis de León, después de cinco años de aislamiento en una celda, saliera de su particular prisión, acuñó una expresión que ha pasado a la historia como ejemplo de lo que es la perseverancia en la defensa de la verdad: “Decíamos ayer…

Con esto vino a demostrar que cuando se defiende una causa que se cree acertada de nada le valen, al Mal, los obstáculos que pueda poner en el camino.

Algo parecido ha ocurrido, durante estos días pasados, con la situación por la que ha pasado InfoCatolica.

Los enemigos del bien y de la verdad han pretendido acallar una voz joven y han utilizado los medios que, hoy día, están a su alcance. No se trata, por eso mismo, del confinamiento en una celda como le sucediera a Fray Luis de León sino, más bien, de la utilización silenciosa de la tecnología para hacernos ver que siempre están dispuestos, los adalides de la perversidad, a hacer valer sus nigérrimas almas.

Pero, a pesar de eso, bien podemos decir hoy eso de “Decíamos ayer…” aunque, gracias a Dios, no haya pasado tanto tiempo como el que tuvieron recluido al agustino de Belmonte.

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