¿Podemos ayunar de esto?
Hace bien poco ha empezado el tiempo de Cuaresma. Una de las cosas que se nos pide es que ayunemos. Pero hay ayunos que van más allá del simple no comer determinada cantidad de comida. Sabemos que no ingerir alimentos y hacerlo con senido espiritual es muy importante pero, para un católico, el ayuno ha de significar mucho más.
En realidad, todo lo aquí traído no es más que expresión de amor, perdón y misericordia. Y es que ayunar de ciertos comportamientos estamos más que seguros que ha de limpiar nuestro corazón y nuestra alma.
Eleuterio Fernández Guzmán
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Por la libertad de Asia Bibi.
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Por el respeto a la libertad religiosa.
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Panecillos de meditación
Llama el Beato Manuel Lozano Garrido, Lolo, “panecillos de meditación” (En “Las golondrinas nunca saben la hora”) a los pequeños momentos que nos pueden servir para ahondar en determinada realidad. Un, a modo, de alimento espiritual del que podemos servirnos.
Panecillo de hoy:
Es bien cierto que el ayuno hace muy bien a nuestra alma.
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Para leer Fe y Obras.
Para leer Apostolado de la Cruz y la Vida Eterna.
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3 comentarios
Pero no creo que el ayuno de comida sea simple. Todo lo contrario, dejar de comer es lo más difícil que hay, porque es nuestro primer instinto.
San Agustín también dice:
"El ayuno como ofrenda a Dios es propio de los hombres y no de los ángeles".
El ayuno combate a Satanás, que nos hace caer en la amargura; el odio; el rencor; el pesimismo, el desaliento; la agresividad.
Así, con el ayuno material conseguimos el de de nuestros males espirituales.
Saludos.
Ser cristiano no es un asunto de bonitos pensamientos sino de acciones concretas. De los dos hijos a los que el padre pidió que hicieran la tarea, uno dijo con lindas palabras "sí, ya voy" y no lo hizo, el otro refunfuñó, pero le hizo caso al padre.
Los católicos tenemos acciones específicas concretas y efectivas para HACER, no necesitamos poemas bonitos: dar de comer al hambriento, vestir al desnudo, visitar al enfermo. Arrepentimiento, confesión, propósito de enmienda. Si usted quiere, hagámoslo con la misma cara de vinagre que llevamos todo el año, le aseguro que al hambriento no le va a importar en lo más mínimo si usted le da el pan refunfuñando. El que quiera, que lo lleven arrastrado al confesionario, si le parece bien dígale al cura que no cree en esas tonteras pero que igual aquí está la lista de pecados que promete no volver a cometer. Cabe la posibilidad que aunque sea por insistencia, cumpla su palabra.
Pero todas estas frasecitas hechas, como aquélla de "deja que Jesús nazca en tu corazón" me parecen pamplinas, marear la perdiz, poner cara de compungido sin que por dentro ni por fuera cambie nada.
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