Opus Dei: "'Camino': el camino de la Fe" - Perseverancia en la fe

Serie “El Camino de la Fe”

San Josemaría

El Camino de la Fe -40

El desaliento es enemigo de tu perseverancia. —Si no luchas contra el desaliento, llegarás al pesimismo, primero, y a la tibieza, después. —Sé optimista.
S. Josemaría
Camino, 988

El cristiano sabe, a fuerza de siglos de haber practicado su fe, que la perseverancia en el mantenimiento y fortalecimiento de la misma ha sido la causa sin la cual su fe no hubiera prosperado en el mundo.

Perseverar, por tanto, en la fe, es algo más que tener cabezonería en mantenerla. Supone, por así decirlo, dar el consentimiento de corazón a Dios de que se le ama y de que, sobre todo, siempre se le amará.

Y esto lo comprendió muy bien el fundador del Opus Dei.

La cita que encabeza el artículo de hoy, que hace el número 40 de la serie y es, por así decirlo, el penúltimo de la misma, hace hincapié en algo que es muy importante: el cristiano puede caer, con cierta facilitad, en el desaliento y tal estado del corazón lleva, casi de forma inmediata, a la falta de perseverancia en la fe y, así, en el alejamiento de Dios.

Sin embargo, no vaya a creerse que perseverar en la fe es cosa que, digamos, puede hacer cualquiera si hablamos de mantenerla a lo largo del tiempo. Por eso dice, el autor de “Camino” que (punto 983) lo siguiente:

“Comenzar es de todos; perseverar, de santos.

Que tu perseverancia no sea consecuencia ciega del primer impulso, obra de la inercia: que sea una perseverancia reflexiva”

.

Por lo tanto, es bien cierto que cualquier cristiano puede proponerse perseverar en la fe y decirle, a su corazón, que será constante en la misma. Sin embargo, también es cierto que no todo cristiano persevera y, por decirlo así, continua con tal intento espiritual.

De aquí que S. Josemaría entienda que, en verdad, se es santo en cuanto la perseverancia se lleve hasta sus últimas consecuencias y no se quede, por decirlo así, en un, como dice el dicho, comienzo de caballo y parada de burro (con perdón) que es una actitud en la que, muchas veces, caemos los hijos de Dios.

A la perseverancia le ha de acompañar o, mejor, ha de tener fundamento en la constancia que es, por decirlo así, la mejor forma que tenemos de demostrar que perseveramos porque queremos. Así, “Constancia, que nada desconcierte. —Te hace falta. Pídela al Señor y haz lo que puedas por obtenerla: porque es un gran medio para que no te separes del fecundo camino que has emprendido”.

En este punto del último capítulo de Camino”, el 990, nos hace ver el fundador del Opus Dei, que no basta con querer ser perseverante. Tenemos, sobre todo, que pedir la constancia en la perseverancia pero no quedarse de brazos cruzados sino “haz lo que puedas para obtenerla” dice en el tal punto.

Sin embargo, a veces resulta difícil entender qué es, exactamente, la perseverancia. Para evitar dudas al respecto, nos pone, S. Josemaría, el ejemplo más claro de lo que ha de suponer la misma:

“¡Bendita perseverancia la del borrico de noria! —Siempre al mismo paso. Siempre las mismas vueltas. —Un día y otro: todos iguales.

Sin eso, no habría madurez en los frutos, ni lozanía en el huerto, ni tendría aromas el jardín.

Lleva este pensamiento a tu vida interior
”.

¡Qué gran verdad es decir que perseverar es, exactamente, perseverar! y no ningún tipo de actuación contraria a la voluntad de Dios. Por eso, el hijo de Dios que así se considera, ha de saber que, por encima de todas las cosas, a perseguir y estar en el convencimiento de la fe que se tiene no se le puede poner tiempo temporal: siempre es tiempo de perseverar.

Por otra parte la página dedicada a las obras de S. Josemaria, en el apartado dedicado a “Camino”, y, en concreto, en el capítulo titulado ” ” trata, precisamente, sobre el tema al que hoy nos referimos.

Ahora, lo que sigue, es lo que yo entiendo, como cristiano (no miembro del Opus Dei aunque creyente en su espiritualidad) al respecto:

1 Perseverar ha de ser, en ti, algo así como no cejar en el empeño de definirte como hijo de Dios y, además, creértelo.

2 Es, perseverar, como cuando, al empezar a caminar sabemos que no podemos dejar de intentarlo.

3 Puedes caer en el desaliento. Sin embargo, pregúntate qué es lo que Dios espera de tu comportamiento como hijo Suyo.

4 ”Corresponde a la fidelidad del hombre cumplir aquello que prometió” dice Sto. Tomás. Eso es, exactamente, perseverar.

5 Somos débiles como cristianos. Por eso hemos de perseverar en la fe.

6 El cristiano demuestra su Fortaleza cuando persevere en la fe.

7 Perseverar no puede tener límites temporales. No olvides tan gran verdad.

8 Yo persevero en la fe, tu perseveras en la fe… nosotros perseveramos en la fe. ¡Qué mundo no tendríamos si siempre hiciéramos tal cosa!

9 ”En la humildad, en la dulzura, en la caridad” dice S. Francisco de Sales que demostramos la fidelidad. Y yo añado… y la perseverancia.

10 La paciencia consigo mismo es un buen instrumento para que la perseverancia se mantenga.

11 Es bien cierto que, muchas veces, puedes caer en la tentación de abandonar, de cualquier forma, tu fe. Recuerda, entonces, que la perseverancia no es algo ilusorio sino que, al contrario, te ayuda en tu camino.

12 A propósito de tu voluntad: perseverar no es fácil porque ser cristiano tampoco lo es.

13 Tienes que ser consciente de algo muy importante: la perseverancia es lo mínimo que se le pide a un hijo de Dios. Repito: lo mínimo.

14 No vendas tu perseverancia por cualquier mundanidad que te puedan ofrecer. El cambio, tal cambio, es para ir a peor.

15 Perseverar en la fe es cumplir con un objetivo básico para el cristiano: ser lo que dice que es.

16 Recuerda que no sólo ha de perseverar en la fe el sacerdote sino cada fiel y cada creyente. Vamos, tú mismo.

17 Amar, amar y amar. Tal es la recomendación básica para tener un comportamiento perseverante en la fe.

18 El prodigio más grande que la perseverancia puede proporcionarte es, digamos, que te demuestres a ti mismo que es cierta tu fe.

19 Paso a paso vas dando forma a tu perseverancia que, sin embargo, sólo puede tener un camino del que no puede distraerse: Dios.

20 Persevera, luego, cree.

Y, por último, como para que no podamos alegar ignorancia sobre la labor que tenemos que llevar a cabo, el fundador del Opus Dei y autor de “Camino”, nos dejó escrito lo siguiente:

“¿Que cuál es el secreto de la perseverancia?

El Amor. —Enamórate, y no “le” dejarás
”.

¿Enamorarse de Cristo? No es ésta ninguna sensiblería ni nada que debemos descartar. Es más, es lo único que, como cristianos, podemos hacer.

Por eso es el punto, el 999, el último de “Camino” el que resume, a la perfección el que ha de ser el nuestro hacia el definitivo Reino de Dios.

Eleuterio Fernández Guzmán


Escucha a tu corazón de hijo de Dios y piedra viva de la Santa Madre Iglesia y pincha aquí abajo:


Y, si puedes, da el siguiente paso. Recuerda que “Dios ama al que da con alegría” (2Cor 9,7).

5 comentarios

  
Carlo
Lo que no hacen los hombres lo hacen los angeles. SALVAR VIDAS.


---
EFG


Y en Ángel Custodio que cada uno tenemos para nuestro cuidado tiene, las más de las veces, trabajo extra por nuestra falta de cabeza e, incluso, por la falta de cabeza de los demás.
27/03/10 10:02 AM
  
María
Dios está aquí,sobre esta mesa mía
tan revuelta de sueños y papeles,
Dios está aquí o allí sobre la alfombra
en el hueco sencillo de la almohada,
y lo grande es que apenas si me asombra
mirarle compartir mi madrugada.
Doy a la luz y Dios se enciende
mi diccionario se abre de golpe en Dios,
si callo un poco oigo jugar a Dios en el armario.
Abro la puerta y entra Dios- ¡Si estaba ya dentro!
Cierro y sale ,más se queda,
Voy a lavar mi cara, y Dios se lava tambien
y el agua vuelvese seda
Dios está aquí lo palpo en mi bolsillo
lo siento en mi reloj y aunque me empeño
ni me sorprendo ni me maravillo
de verle tan enorme y tan pequeño.
Hacía por salvar,escribiendo,la distancia
y se me desbordó en lo que escribía
Y aquí sigue, tan cerca, que me quemo,
que me mojo las manos con su espuma,
tan cerca,que termino, porque temo
Estarle haciendo daño con la pluma
( C. Murciano )

Así tenemos que sentir a DIOS,a flor de piel...que impregne todo en nuestra vida.







---
EFG



Muchas gracias por el poema. Es muy cierto que Dios está muy cerca, dentro, de nosotros. Es una pena que muchas veces se nos olvide.
27/03/10 10:16 AM
  
ARISTO
Perseverar en la Fe para conocer; conocer para amar; amar hasta que duela, para hacerse uno; hacerse uno con el AMOR, hacer uno en DIOS.
Bonito poema, María.
27/03/10 1:22 PM
  
maria
perseverar en la fe,es muy dificil con nuestras fuerzas pero revestidos con la armadura de dios que es la palabra con jesus eucaristia y la oracion...va mas facil...y no hay que perder la vision al final en la vida eterna nos espera dios, y solo ahi encontraremos la verdadera felicidad, animo hnos catolicos estamos en el camino correcto aun con nuestros pecados y muchos defectos tenemos a nuestro dios y señor jesucristo y el nos fortalecera y nos ayudara a seguir adelante...hasta el final. DIOS NOS BENDIGA Y NOS GUARDE DE TODO MAL. AMEN.
18/01/12 7:21 PM
  
Maria Hernandez
Nunca olvides que Dios te ama. El siempre esta con cada uno de nosotros y es fiel por siempre, te amo mi Jesus sacramentado por que te quedaste con migo,y nunca me dejas cuando te necesito.. En las pruebas y en la felicidad eres mi Fortaleza y mi Vida gracias por amarme tanto sin yo merecerlo.ta amo Jesus.
22/06/15 4:51 PM

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