El esoterismo prolifera en una Venezuela en crisis
En Venezuela nunca habían proliferado tanto los esotéricos y los astrólogos como ahora, según relata Ludmila Vinogradoff, corresponsal en Caracas del diario ABC. Siempre ha existido algún vidente que ha saltado a la fama por predecir algún evento noticioso pero jamás como en la era chavista, donde se ha desarrollado el mundo de lo extrasensorial y de las ciencias ocultas a niveles sorprendentes.
El esoterismo que practican los astrólogos, videntes, tarotistas, fumadores de tabaco, el «reiky» (péndulo), santeros, babalaos, caracoles y toda clase de brujos tiene un mercado cautivo en el país, teniendo al difunto Hugo Chávez como su mejor referente. Los venezolanos acuden cada vez más a hurgar en su futuro para saber qué pasará con su vida y la del país en la medida en que la incertidumbre se apodera de la población.
Y es que intencionalmente o no en medio del oscurantismo que vive Venezuela, la política de control de los medios de comunicación y la falta de libertad de expresión ha impulsado el mundo de la astrología y el esoterismo. Nadie cree en las brujas pero todos se justifican: «de que vuelan, vuelan». Y por si acaso miran de reojo el horóscopo o las últimas predicciones sobre lo que va a pasar en el país.
