La luz es uno de los símbolos primigenios de la humanidad; un símbolo uránico, que encarna la gloria de lo celestial. La luz terrena es el reflejo más directo de la realidad divina. En la noche de Navidad y en la de la Pascua el simbolismo de la luz se funde con el de la noche. Se trata del drama de la luz y las tinieblas, de Dios y del mundo que se enfrentan, de “la victoriosa irrupción de Dios en el mundo que no quiere hacerle sitio y, sin embargo, al final no puede negárselo”. Este drama alcanza en la Pascua su punto central y culminante: Las tinieblas han condenado al portador de la luz, pero la resurrección trae el gran cambio. La luz ha vencido atrayendo hacia sí un trozo de mundo. El cirio pascual que avanza por la iglesia oscura como la noche es imagen del consuelo de un Dios que sabe de la noche del mundo – del sinsentido y la desorientación que la pueblan – y que, en medio de ella, ha encendido su luz, la Luz de Cristo.Leer más... »]]>
El profeta Joel apunta a esta renovación interior: “rasgad vuestros corazones, no vuestros vestidos, y convertíos al Señor vuestro Dios, un Dios compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en amor, que se arrepiente del castigo” (cf Jl 2,12-18). Con el Salmo 50, pedimos: “Oh, Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme. No me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu”. Y el versículo antes del Evangelio, insiste: “No endurezcáis hoy vuestro corazón; escuchad la voz del Señor”.
Solo Dios, que crea a partir de la nada, puede crear en nosotros, pecadores, un corazón puro; un corazón capaz de amarle a él sobre todas las cosas: “Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios”. El corazón limpio es un corazón abierto a la santidad de Dios: abierto a la caridad, a la castidad, al amor de la verdad, a la ortodoxia de la fe (cf Catecismo, 2518). Los fieles deben creer los artículos del Símbolo “para que, creyendo, obedezcan a Dios; obedeciéndole, vivan bien; viviendo bien, purifiquen su corazón; y purificando su corazón, comprendan lo que creen”, escribe san Agustín.Leer más... »]]>
Parroquia de san Pablo, Vigo, 9 de febrero de 2024
En esta santa misa celebramos el aniversario de d. José Domínguez González. Nacido en Luneda el 17 de septiembre de 1932, falleció en Vigo el 9 de febrero de 2023. Con nuestra plegaria nos insertamos en la más genuina tradición cristiana, porque, como nos recuerda el Catecismo, “desde los primeros tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos y ha ofrecido sufragios en su favor, en particular el sacrificio eucarístico, para que, una vez purificados, puedan llegar a la visión beatífica de Dios” (n. 1032).
El pasaje del evangelio según san Marcos (Mc 7,31-37) sitúa a Jesús en un territorio pagano: “pasó por Sidón, camino del mar de Galilea, atravesando la Decápolis”. El Señor anticipa la misión de la Iglesia, que se dirige a todos los hombres de todos los pueblos; también a los paganos, a los que no comparten la fe en el único Dios. Y hoy no hace falta moverse de casa para habitar en medio de paganos. Incluso la Iglesia padece un proceso de secularización interna que provoca la tentación de reducir el mensaje cristiano a “una propuesta moral fácilmente asimilable por la cultura dominante” (cf El Dios fiel mantiene su alianza, 51).Leer más... »]]>
No obstante, no se trata de una esperanza ingenua que piense que todo va a ir bien, sea lo que sea lo que hagamos. De nuestras opciones, del uso de nuestra libertad, dependen muchas cosas, tanto para nosotros mismos como para los demás. Nuestras elecciones libres no carecen de consecuencias; consecuencias que incluso pueden llegar a ser definitivas. De ahí la importancia de la responsabilidad y de la conversión.
Jesucristo alude al infierno con términos muy graves. En el capítulo 25 del evangelio de Mateo dice: “Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”. El magisterio oficial de la Iglesia ha recordado muchas veces la seriedad de esta advertencia.Leer más... »]]>
Benedicto XVI, “Caritas in veritate", 1.
Guillermo Juan Morado.
]]>El ”depósito”; es decir, lo confiado por Jesucristo a los apóstoles y a la Iglesia, permite que, en fidelidad a él, a lo confiado, “el pueblo cristiano entero, unido a sus pastores”, persevere siempre en la doctrina apostólica y en la unión, en la eucaristía y en la oración (DV 10). En relación a ese depósito, en una función subordinada, encontramos el papel del Magisterio de la Iglesia: “El oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios, oral o escrita, ha sido encomendado solo al Magisterio vivo de la Iglesia, el cual lo ejercita en nombre de Jesucristo” (DV 10).
Los adverbios “auténticamente” y “solo” permiten comprender la peculiaridad del oficio magisterial: “auténticamente” significa “con autoridad”, y “solo” restringe esa autoridad a los pastores de la Iglesia. Muchos en la Iglesia, significativamente los teólogos, interpretan con competencia la palabra de Dios. Pero la autoridad pastoral es exclusiva, pertenece “solo” a los obispos y al Papa.Leer más... »]]>
Benedicto XVI había renunciado al pontificado en 2013. Sus exequias tuvieron lugar el 5 de enero de 2023 en la Plaza de San Pedro, presididas por el papa Francisco. Este último 31 de diciembre, Francisco recordó en la oración del “angelus” a su predecesor con una súplica final: “¡Que desde el cielo nos bendiga y nos acompañe!”.
Nadie duda de que Benedicto XVI fue un papa insigne por su magisterio. Un posible futuro doctor de la Iglesia. En su trilogía sobre “Jesús de Nazaret”, dedicó un pequeño volumen a “La infancia de Jesús”. En ese texto trata sobre los Magos de Oriente y comienza diciendo: “Difícilmente habrá otro relato bíblico que haya estimulado tanto la fantasía, pero también la investigación y la reflexión, como la historia de los Magos venidos de Oriente”.Leer más... »]]>
Yo he disfrutado preparando este artículo, porque me ha permitido el proceso de reflexión y escritura aprender muchas cosas. La pregunta por la esencia del cristianismo, por aquello que lo define, no es una pregunta superficial. Comprender en qué consiste la esencia del cristianismo ayudará a presentar de modo más adecuado la significatividad de la revelación y de la fe cristiana.Leer más... »]]>